Este medio día, Aaron Guerrero, conocido por su papel de ‘Chechu’ en la mítica serie Médico de familia, ha dado el ‘sí, quiero’ a la diseñadora de interiores Salomé Gadea, con la que tiene un hijo, Beltrán. Una emotiva ceremonia que se ha celebrado en la parroquia de San Fernando de Madrid y hasta la que se han desplazado sus familiares y amigos más cercanos. A la llegada de la novia a la iglesia se ha desvelado uno de los secretos mejor guardado de cualquier boda: el vestido. Un elegante diseño obra de Marta Ferrao, una de las mejores amigas de Salomé.
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“Salomé llegó a mi taller con la idea de un vestido de ‘no novia’, hicimos una toile inicial y, en la prueba, ambas estuvimos de acuerdo en que sí que tenía que ser una ‘novia, novia’, por lo que cambiamos radicalmente de idea”, explica a ¡HOLA! Marta Ferrao, la diseñadora a cargo de crear el vestido que es, además, amiga íntima de la novia. Un motivo que la llevó a vivir todo el proceso de creación del vestido con una emoción especial. “Cuando una íntima amiga se promete, la ilusión y las ganas de vivir el proceso con ella son inmensas. Si además tienes la suerte de que tu amiga te elija para crear su vestido de novia… esa sensación se multiplica por mil”.
El resultado de todas esas idas y venidas ha sido un vestido sencillo y elegante que lo tiene todo para favorecer la silueta de Salomé, desde el corte hasta el tejido. Como explican los expertos, para que un vestido nupcial favorezca es importante elegir un patrón adecuado y, también, un tejido que permita dar forma a la prenda en cuestión. No todos los materiales tienen la misma caída ni funcionan igual de bien con todas las siluetas. En este caso Marta ha optado por crepé rizado y satén de seda, tejidos muy fluidos y que se adaptan con suavidad al cuerpo de la novia.
En cuanto al patrón, el elegido ha sido un diseño cruzado con silueta ‘A’ una opción fácil de llevar y apta para cuerpos proporcionados como el de Salomé. Al tratarse de un vestido de tipo wrap se genera una pequeña abertura en la zona delantera que deja a la vista los zapatos -en este caso de Jimmy Choo-. Además, ópticamente se afina la cintura y se alargan las piernas. Pero, sin duda, los dos detalles más llamativos del diseño son el favorecedor cuello smoking y una larga capa de tul bordado que nace del mismo. Una forma de incluir este tejido sin necesidad de llevar velo.
En su gran día Salomé ha querido cumplir con una de las tradiciones que más suele gustar a las novias, la de llevar algo prestado. En este caso se trata de unos elegantes pendientes de perlas que su madre no ha dudado en dejarle y que funcionan especialmente bien con la sencillez del vestido.
El segundo look nupcial
Son muchas las novias que apuestan por llevar un segundo diseño en su gran día. Aunque cada vez son más las que optan por un vestido transformable que evolucione a lo largo de la celebración, Salomé ha preferido dos diseños independientes. “Ella es una gran fan de mis pantalones palazzo , los tiene en varios colores y siempre han sido su look estrella para las bodas. Por lo que decidimos hacerle unos en crepé blanco para que, llegado el momento, se pudiera cambiar y disfrutar cómodamente de la fiesta”, nos explica la diseñadora. Además de su vestido, la novia ha cambiado también sus zapatos -en este caso de Stuart Weitzman- y los pendientes.