Para fortuna de muchos, sobre todo de aquellos que planean pasar por el altar, parece que las bodas vuelven a retomar su ritmo habitual en primavera, aunque sea en petit comité y en entornos al aire libre. Una de las parejas que se dará el "sí quiero" próximamente es la formada por Carlos Fitz-James Stuart, hijo menor del duque de Alba y de Matilde Solís, y Belén Corsini, con quien lleva saliendo desde hace cuatro años. Será el sábado 22 de mayo cuando se conviertan en marido y mujer, y entre los detalles que ya conocemos del enlace están la localización -el madrileño Palacio de Liria- y la firma del vestido de la novia: Navascués. La diseñadora Cristina Martínez-Pardo Cobián, quien creó dicha firma hace 40 años, ha sido la elegida por Corsini para ese día, como ya hicieran antes otras novias tan conocidas como Dafne Fernández o Lulú Figueroa. A unos días del enlace, hablamos con la modista sobre por qué sus creaciones conquistan a mujeres de todos los estilos desde hace cuatro décadas.
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'Vestidos que emocionan'
Que las novias buscan su vestido con mucho esmero y que la responsabilidad del diseñador es fundamental son hechos comprobados en cada boda, pero cuando el leit motiv de tu firma es lograr que no solo guste, sino emocionar a quien lo lleva, es la mejor pista de cómo enfocas tu trabajo. Y es precisamente eso, "un vestido tiene que emocionar a quien lo lleva", lo que se puede leer en la página web de Navascués como el requisito que debe cumplir cada pieza que sale del taller. "Lo más importante en un vestido de novia es que la protagonista esté feliz y se sienta la mujer más especial del planeta. Eso es lo que perseguimos y tratamos de conseguir con cada uno de nuestros diseños", nos explica Cristina Martínez-Pardo sobre la filosofía de su marca.
Para conseguirlo, la modista siempre ha apostado por los mejores tejidos, por siluetas más o menos sencillas pero en cualquier caso favorecedoras... y siempre, siempre por detalles muy especiales. La razón nos la cuenta la propia Cristina: "Una de las normas auto impuestas cuando entro en mi taller es que los detalles, por pequeños que parezcan, son vitales. Son la mejor manera de marcar la diferencia. La gran variedad de cortes, escotes, espaldas, encajes o bordados imprimen un carácter especial a cada diseño y son el sello de Navascués". Así, sus creaciones, por minimalistas que sean en un primer momento, a menudo incorporan cuerpos con flores bordadas -como los que llevaron Dafne Fernández y Lulú Figueroa-mangas medievales -como las que incluía el diseño de Inés de Cominges- o espaldas escotadas, con bordados o semitransparencias, un detalle que eligen las novias clásicas más elegantes que adoran la moda.
¿Cómo será el vestido de novia de Belén Corsini?
Precisamente en ese último grupo podríamos incluir a Belén Corsini. La futura cuñada de Sofía Palazuelo comparte con esta una forma de vestir discreta, sencilla y siempre elegante en la que mezcla prendas básicas con piezas de tendencias, un detalle que demuestra que le gusta la moda. Trabajar con ella, nos cuenta Cristina Martínez-Pardo, ha sido un placer: "Belén es una inspiración en sí misma. Basta con hablar con ella para descubrir qué es lo que quiere. Sabe perfectamente qué es lo que le sienta bien y se ha dejado aconsejar en todo momento, algo imprescindible para ayudarnos en el proceso creativo".
La diseñadora, que también definiría el estilo de Belén como "sencillo y elegante", nos asegura que su vestido será "fiel tanto al estilo de la novia como al de la firma". De ahí que podamos suponer que el diseño combinará algunos de esos toques únicos de la casa con una silueta minimalista; una elección, la sencillez, que, además, es tendencia entre las novias del último año. "Creo que desde que se reactivaron las bodas después del primer confinamiento, las novias que han decidido ser valientes y seguir adelante con sus bodas han optado por la sobriedad, y eso me gusta. Creo que es el momento adecuado para dejar a un lado las extravagancias y apostar por la sencillez", confirma Martínez-Pardo. "Además, esta ultima cualidad siempre va de la mano del buen gusto y la elegancia".
Ocho meses de artesanía para cada vestido
Durante el largo recorrido de su firma, Cristina Martínez-Pardo ha vestido a miles de novias, tanto anónimas como conocidas. "No te sabría decir una cifra exacta. Han sido varios miles… Lo que sí tengo claro es que cada una de ellas forman parte de nuestra historia y es algo que me llena de orgullo", nos cuenta. El proceso de creación de cada look nupcial comienza entre 7 u 8 meses antes del gran día, "para hacer las cosas con calma". "Nuestro objetivo siempre es buscar la excelencia a través de la artesanía más pura y creativa", define; y que novias con tanta clase como Belén Corsini la elijan solo puede confirmar que lo han cumplido.