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portada boda monica© Mónica. Foto: Sara Lobla

La boda íntima de Mónica, la novia que se casó con un precioso vestido camisero

Nuestra protagonista convirtió una de sus prendas favoritas en el look de boda que siempre quiso


Actualizado 5 de mayo de 2021 - 10:42 CEST

La organización de una boda es un proceso muy especial en el que los novios se vuelcan para construir un día sin precedentes, del que nunca puedan olvidarse. Pero, ¿qué pasa cuando las circunstancias obligan a posponer una fecha tan señalada? La respuesta la tienen las numerosas parejas que en los últimos meses han tenido que aplazar su idea original, como consecuencia de la situación sanitaria. En esa encrucijada se vieron Mónica y Andrés que, como muchos otros prometidos, con algo de perspectiva, se dan cuenta de que aquello les ha hecho mucho bien, pues ahora se quieren más si cabe: “Durante este 2020 hemos hecho un ejercicio psicológico muy fuerte tanto personal como de pareja y nos hemos fortalecido muchísimo, primero hemos querido ser agradecidos porque nuestras familias y amigos estuvieran bien y nosotros también y, sobre todo, porque teníamos trabajo los dos. No perdíamos la ilusión por la boda y tuvimos claro que ni la pandemia ni nada más se iba a interponer en nuestro enlace”, explica Mónica.

Vestido camisero plisado de novia© Mónica. Foto: Sara Lobla
"Celebramos nuestra boda el sábado 14 de Noviembre 2020. Inicialmente la boda era en verano, el 4 de Julio 2020, pero en abril, cuando estábamos cerrando las invitaciones para enviarlas, quisimos echar el freno y ya en mayo no lo teníamos nada claro, ya que todo era una incertidumbre y no queríamos dejar de hacer las cosas planeadas ni poner a los casi 300 invitados en riesgo. Así que decidimos posponer la fecha. Ya estaban todas cogidas hasta octubre, de manera que nos quedamos con la del 14 de noviembre. En verano se celebraron varias bodas, hasta en septiembre, pero después de verano otra vez todo, como era de esperar, se vino abajo y volvieron las restricciones y empezamos a tener dudas para el día 14. Nos casábamos en Girona, de dónde yo soy y donde estamos viviendo ahora mismo, en la Iglesia del ‘Sagrat Cor’, pero mi marido (se me hace aun raro llamarle así) es de Barcelona. Media boda venía de Barcelona, por lo tanto el problema principal que nos surgió fue el cierre perimetral entre comarcas…" - ¡Sencillos y atemporales! Vestidos de novia perfectos para una boda religiosa

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Detalles en el vestido de novia

La pareja se casó el 14 de Noviembre 2020 en Gerona, no sin antes superar obstáculos. Uno de los elementos más aplaudidos de su gran día fue el look de la novia, un diseño camisero obra de Teresa Helbig, que estaba repleto de detalles, cuyos comienzos se remontan a enero de 2020, cuando la novia y la diseñadora lo pusieron en marcha. “Tenía claro que quien quería que diseñara mi vestido era Teresa Helbig. No me veía con un vestido muy de novia, solamente una vez fui a probarme vestidos para ver siluetas que me sentaban bien para tener una idea más clara y me veía disfrazada, no encajaba para nada conmigo”, introduce Mónica.

Ella se confiesa seguidora del trabajo de la firma barcelonesa: “Me encanta el ‘rollazo’ que tiene y hace magia y arte en sus diseños. ¡Me siento muy identificada con su filosofía y a la mujer a quien se dirige, transmite fuerza, personalidad, artesanía, sofisticación, utiliza tejidos de una calidad increíble y ella es lo más! ¡Cuando nos conocimos caí prendida!”, defiende con una sonrisa. La caída de su vestido, que emulaba a una larga camisa, tenía un motivo: “suelo llevar bastantes camisas blancas modo oversize. Tenía claro que quería ir con manga larga y me encantan los escotes, tengo poco pecho y me puedo permitir el lujo de llevar escotes de vértigo y la espalda al aire”.

Un vestido de novia sencillo y camisero© Mónica. Foto: Sara Lobla
"Lo más especial para nosotros fue pasar un día mágico con nuestra familias. Solamente éramos 12, pero, como pasa en todas las bodas, no tienes tiempo de nada ni de comer, con nervios, tienes que estar por todo el mundo y dejas un poco de lado a tus padres abuelos y hermanos... En cambio celebrarlo como lo hemos hecho nos ha dado la oportunidad de disfrutar de este día tan especial con ellos y esto fue lo más bonito. La comida que hicimos y la tarde noche que pasamos fue perfecta, tranquilidad y mucho éxtasis de felicidad y amor". - ¿Quieres celebrar una boda íntima? 10 consejos que debes tener en cuenta

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Si algo emociona a Mónica en un vestido de novia es el movimiento de su cola, por lo que no quiso renunciar a ella. “Lo que me encanta de los vestidos de novia es ver cuando la novia anda como se desenvuelve el tejido de la cola y se va arrastrando a su paso, me parece una imagen preciosa”, concede. No puede olvidar, tampoco, los detalles de la prenda: desde los plisados en el escote y los puños hasta unos pendientes, obra de Teresa Helbig que combinó a juego con sus gemelos. “Fue un proceso maravilloso y Teresa tiene un equipo de 10. ¡A Leire y a Manuela también les doy las gracias por todo lo vivido con ellas!”, agradece.

Un ramo de novia diferente

Esta pieza tan especial la acompañó de un ramo de novia muy original: “Mi ramo fue sencillo, con un trabajo detrás exquisito, ya que estaba compuesto por pétalos de orquídeas tratados cada uno a modo de tela, con un resultado visual de efecto nacarado precioso. Obra de Jordi de ‘Montana el Taller’ con el que contamos para toda la puesta en escena de la boda”.

Una boda en pandemia© Mónica. Foto: Sara Lobla
"Lo que hemos tenido que modificar ha sido hacer la boda en dos días: pasar de una boda que estaba prevista que fuera de tarde-noche a una boda de día, por curarnos en salud sobre el toque de queda o cualquier imprevisto de última hora. Y que, en la celebración, que está prevista para este próximo 29 de Mayo, no haremos fiesta/discoteca, muy a nuestro pesar ya que los dos somos muy fiesteros, pero hemos optado por un plan que creemos que quedará muy bien y en el que todo el mundo lo pasará genial, teniendo siempre como prioridad la tranquilidad de nuestros invitados". - Un vestido caftán para Blanca, la novia del look lencero

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Semirrecogido y bronceado, su look de belleza

El estilismo, elegante y muy favorecedor no estaba completo sin un look de belleza que pusiera luz al rostro. Este tema preocupaba a Mónica, puesto que en cualquier circunstancia suele llevar el cabello suelto y lo deja secar al aire. “No me gusta ir repeinada y en la peluquería tampoco dejo que me sequen el pelo.. soy un poco especial en este aspecto, como mucho me hago medio recogido y pocas veces alguna trenza desenfadada”, explica.

De manera que apostó todo a un semirrecogido: “Con el pelo suelto, como yo lo quería, quedaba poco arreglado y fue todo un acierto. Mi peluquero Jordi de J&J Lab Estilistas de Girona me conoce muy bien y supo sacarle el máximo partido a mi pelo. Medio recogido, con una trenza preciosa y ondulaciones naturales en la parte de pelo al aire, para así poder lucir bien la espalda descubierta de mi vestido”. En el maquillaje se centró en los tonos tierra y bronce: “me gusta verme un poco bronceada, y quedó genial con mi tono de piel y ojos marrones”.

Una boda religiosa en Cataluña© Mónica. Foto: Sara Lobla
"Con mi marido este último año hemos aprendido a ser pacientes, a priorizar las cosas importantes para nosotros, como son la salud y el trabajo y, sobre todo, nuestras ganas de casarnos y convertirnos en familia. La celebración quedó en un segundo plano. A veces todos los novios pecamos de solamente poner todas nuestras energías en la organización de la celebración y la fiesta, pero en realidad le restamos importancia al significado de prometerse y casarse, que al final es lo más importante" - La magia de los vestidos desmontables: tres ideas, seis looks

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Una boda íntima con 12 invitados

Son esos ojos de Mónica los que se emocionaron al ver por fin realizado el sueño de celebrar su boda, después de infinitos cambios y de hacer finalmente un encuentro íntimo, al que solo pudieron acudir 12 invitados. Pero la suya es una historia de amor de esas que parecen escritas por el destino: “Andrés, mi marido, y yo nos conocimos hace muchísimos años de jovencitos porque veraneamos en la Costa Brava, en el mismo pueblo. Yo era muy amiga de su hermano pequeño. Nos llevamos 4 años y el iba en el grupo de los mayores, era bastante ligón y yo siempre le había encontrado guapísimo, pero nunca me había planteado que llegara a pasar nada… Al hacernos mayores empezamos a salir todos juntos y entablamos una amistad, nos llevábamos genial. Un día de verano de 2014 pasó, los dos nos sorprendimos y nuestros amigos aún más: fue muy gracioso”. Y concluye: “desde entonces todo fue viento en popa. He encontrado a mi media naranja, mejor amigo y compañero de vida, no me creo la suerte que tengo”.

"Inicialmente la boda era en verano, el 4 de Julio 2020, pero en abril, cuando estábamos cerrando las invitaciones para enviarlas, quisimos echar el freno y ya en mayo no lo teníamos nada claro, ya que todo era una incertidumbre y no queríamos dejar de hacer las cosas planeadas ni poner a los casi 300 invitados en riesgo. Decidimos posponer la fecha, pero ya estaban todas las fechas cogidas hasta octubre, así que nos quedamos con el 14 de noviembre. En verano se celebraron varias bodas, hasta en septiembre, pero después de verano volvió otra vez todo y empezamos a tener dudas para el día 14”, apunta.

Ramo de flores blancas para novias© Mónica. Foto: Sara Lobla
"Mi ramo fue precioso, el complemento perfecto para mi look de novia. Sencillo con un trabajo detrás exquisito, ya que está compuesto por pétalos de orquídeas tratados cada uno a modo de tela, con un resultado visual de efecto nacarado precioso. Obra de Jordi de ‘Montana el Taller’, con el que contamos para toda la puesta en escena de la boda". - Cómo organizar una despedida de soltera en 2021 sin saltarse ninguna norma

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La boda se celebró ese día en la iglesia del Sagrat Cor de Girona, pero Andrés, ya marido de Mónica, es barcelonés y por tanto fue difícil contar con su familia, debido al cierre perimetral. “Solamente pudieron asistir los padres de mi marido y sus hermanos, pero ningún testigo ni el resto de familiares y amigos de Barcelona, ni de fuera, así que tomamos la decisión de hacer la ceremonia en streaming para que los que no podían asistir pudieran vivir con nosotros en directo este momento tan mágico”. Reconoce que lo mejor de aquello fue que los encargados de la grabación les dieron un pen drive al salir de la iglesia y vieron toda la ceremonia por la tarde en el hotel.

“Yo tuve la suerte que la gran parte de mis invitados eran de Girona así que pudieron asistir la mayoría de ellos y como mi marido también les consideraba familia y amigos se sintió igual de arropado. Después de la ceremonia hicimos una pequeña comida familiar en petit comité, mis padres, mi hermana con su novio y mi abuela, mis suegros y mis dos cuñados con pareja, 12 comensales en total”, admite Mónica. Una celebración íntima que contrasta con su enlace original, en el que se iban a dar cita 300 convidados.

Vestido de novia con cola en la iglesia© Mónica. Foto: Sara Lobla
"Para mí lo más importante de un vestido de novia es verse una misma, no verse disfrazada. Y buscar y buscar hasta que tengas este click que te hace sentir que este vestido es para ti. La opción de hacerse un vestido a medida es complicada, porque tienes dudas de cómo va a quedar, pero es un proceso precioso. Y lo mejor es que es único. Lo más importante es que con quien te lo hagas tengas complicidad, te entienda y te de plena confianza. Yo con esto no tuve problema ya que al ser también diseñadora todo estaba en mi cabeza y lo visualizaba muy fácilmente". - Este inolvidable look de Lady Di hoy inspira a las novias que celebran bodas íntimas

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Velas como protagonistas

Más allá del aforo reducido de la boda, para Mónica la decoración era un elemento muy importante. “Soy diseñadora en Inditex y el mundo del arte y el interiorismo me apasionan. Siempre he tenido una idea clara de cómo quería que fuera nuestra boda, lo más importante para mi era crear una atmósfera que nos llenara a nosotros de emoción, al igual que a todos nuestros invitados, crear un espacio que nos hiciera viajar a un lugar mágico”, describe. Confiaron en Jordi Montana, de Montana, El taller para ello. “Trabaja para hoteles y eventos y crea unos espacios que te emocionan. Fue al primer proveedor que contratamos a la semana de prometernos, lo teníamos clarísimo, al igual que con Miriam (wedding planner)”.

Las velas fueron las otras grandes protagonistas de la ceremonia: “me encantan las velas desgastadas, cuando la cera cae de forma irregular y crea formas increíbles y lo quería mezclado con árboles, para así crear un ambiente acogedor, cálido y romántico. Así lo hizo Jordi. La iglesia quedó de ensueño: cuando llegué con el coche se me puso la piel de gallina solamente al ver la entrada”.

Vestido de novia con espalda descubierta© Mónica. Foto: Sara Lobla
"Otra cosa que tenía clara era que no quería llevar un pendiente pequeño, ni perlas ni brillantes, sino que quería unos pendientes colgantes un poco grandes. Teresa me recomendó varias tiendas de antigüedades, pero no encontraba nada que me encajara y finalmente me enseñó unos pendientes preciosos de su colección, con los que quedé prendada, que también combiné creando con los mismos unos gemelos para los puños. Estos detalles fueron los que acabaron de hacer que todo el look fuera simplemente perfecto. Teresa consiguió crear un vestido único que transmitía mi personalidad y en el que me veía yo 100%, cada vez que miro las fotos me siento más orgullosa de la elección que hice". - Los vestidos de las novias que no quieren pasar desapercibidas

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Una segunda parte inminente

Todo salió bien porque contaron con un gran equipo de profesionales que siempre estuvo apoyándoles. “Antes del Covid lo teníamos todo gestionado y reservado, wedding planner, proveedores, fotógrafo, video y el lugar de la celebración ya que nos prometimos la noche de fin de año, el 31 de diciembre de 2018”, apunta. Miriam Escrivá fue su wedding planner: “estamos encantados con Miriam y Andrea, son unas cracs, nos han facilitado muchísimo todo el proceso y se lo agradeceremos eternamente. Miriam ha estado a nuestro lado asesorándonos y apoyándonos para que todo nos fuera más fácil”.

Hay otra persona a la que los novios también están muy agradecidos: “nuestra otra elección estrella fue contratar a Sara Lobla para las fotos, cuando nos vimos conectamos muchísimo y como solamente hacíamos la ceremonia y no la celebración vino el día antes y nos hizo una sesión de fotos pre boda preciosa que nos sirvió a para relajarnos y ser nosotros mismos durante el reportaje. Es un amor de mujer, todo corazón y sensibilidad”.

Decoración floral de la iglesia en la boda© Mónica. Foto: Sara Lobla
"Yo siempre sueño muchísimo. Soy diseñadora en Inditex y el mundo del arte y el interiorismo me apasionan. Siempre he tenido una idea clara de cómo quería que fuera nuestra boda: lo más importante para mi era crear una atmósfera que nos llenara a nosotros de emoción al igual que a todos nuestros invitados, crear un espacio que nos hiciera viajar a un lugar mágico. Para nosotros la puesta en escena era lo más importante, cada elemento y detalle era fundamental y lo tenía todo idealizado en mi imaginación. Por suerte mi marido me dio carta blanca para hacer realidad lo que tenía en mi cabeza", concluye. - Vuelve a ver nuestro encuentro con Teresa Helbig y sus consejos para encontrar el vestido de novia ideal

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A pesar de todo, la pareja prepara la ansiada y merecida celebración: “Está prevista para este próximo 29 de mayo, pero no haremos fiesta/discoteca, muy a nuestro pesar, ya que los dos somos muy fiesteros. Hemos optado por un plan que creemos que quedará muy bien y en el que todo el mundo lo pasará genial, teniendo siempre como prioridad la tranquilidad de nuestros invitados”.

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