Dejar huella. Ese es objetivo de numerosos diseñadores, que se proponen impregnar con su sello y marcada estética los looks de las novias más inspiradoras. Y en la lista de ateliers españoles que destacan por su poderosa personalidad sin duda está el de Teresa Helbig. La barcelonesa ha conseguido hacer de sus vestidos, auténticas creaciones brillantes y fenómenos virales que han logrado traspasar fronteras. Se cumplen 25 años desde que la credora se adentrara en el mundo de la moda y en este tiempo sus famosas #Helbigbrides, "novias diferentes, reivindicativas y estilosísimas", en sus propias palabras, siguen siendo gran inspiración para futuras prometidas. Recordamos junto a la firma su envidiable trayectoria a través de algunos de sus vestidos más icónicos. Looks que hoy siguen siendo un referente por la espectacularidad de sus tejidos, los detalles especiales, los volantes de tul y unos patrones poco convencionales. Todas esas creaciones de aires románticos y bohemios que han dejado a crítica, público e invitados con la boca abierta.
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Volantes
La boda de Clara Baselga hace tan solo unos meses, el 4 de septiembre de 2021, acaparó toda la atención en las redes sociales. El diseño, repleto de volantes y con cuello camisero, no dejó a nadie indiferente. Todo el pecheril estaba bordado a mano, al igual que los puños y contaba con unos racimos de uva ubicados en el cuello y en las muñecas, a modo de gemelos. La guinda del pastel fue una diadema de flores de porcelana, realizada a mano. “La celebración fue en la casa que tenemos en el pantano”, explica la novia. Sombreros, ‘tiendas tipis’ y lámparas de estilo rústico marcaron su decoración.
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Princesa
Beth Vilalta se casó en el bonito Monasterio de Santa María de Valldonzella en Barcelona y celebró el convite en el espacio dedicado a bodas de Codorniú, acompañada de sus seres queridos. Fue el 6 de octubre de 2018 con un vestido firmado por Teresa Helbig que hoy haría las delicias de las amantes de la silueta princesa más sencilla. Cómodo, elegante y sofisticado, este diseño constaba de mangas largas, cuello mao, cremalleras a la vista en los brazos y la espalda y perlas cosidas a mano en el taller de la firma. ¿El detalle más especial? Un corazón de perlas escondido entre los pliegues de la falda.
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Asimétrico
“Después de un tiempo buscando, cuando me probé el vestido de novia por primera vez en el showroom de Teresa Helbig me emocioné, sentí, como dicen, que era el elegido, un vestido tan especial y diferente, como te hace sentir la diseñadora, su equipo y el lugar”, introduce. Estela Lores no quería un vestido de corte princesa, pero sí sentirse igual de especial en su boda. Lo consiguió con un look asimétrico de escote en V y mangas de plumeti. Celebrada en El Convent de Blanes (Gerona) el 10 de septiembre de 2018, su boda con vistas al mar tuvo a las hortensias y las velas como protagonistas de la decoración.
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Bordados
El 23 de agosto de 2020 la Finca La Concepción acogió la boda de Clara Bezadón que recurrió a los bordados, los volantes y las transparencias en un favorecedor vestido de novia. “Tenia claro que quería un vestido único y diferente que representase mi estilo. Junto con Teresa y su gran equipo diseñamos un vestido romántico en tul de seda con un estilo elegante y sofisticado. Jugando con las transparencias del vestido decidimos añadirle un bordado joya de inspiración vegetal, hecho a mano en pailletes bronce, dorado y plata en pecho, espalda, mangas y cola, que le dio el toque diferente y exclusivo que buscábamos”, nos relata. El último complemento, el velo, se realizó con una seda natural de gran calidad que le aportó mucho movimiento.
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Geometría
Dentro de la idea de look romántico de novia hay muchas variantes y el de la boda de Paloma es una de ellas. Con un vestido con detalle geométrico en el cuerpo, espalda abierta y una abertura central, el diseño es una opción perfecta para entretiempo. Además, completó el look con un tocado con flores en la zona trasera de la cabeza en tonos crema. Las flores, blancas como las de las royals, no se quedaron atrás.
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Hippy
El velo a lo pirata es una de las muchas señas de identidad de Teresa Helbig y Claudia Hernández apostó por ello en su boda. “Nos casamos el 13 de julio de 2019, en Mallorca”, introduce. “La iglesia era una pequeña ermita en el mirador de La Victoria, con vistas al mar, y la celebración en la finca Es Fangar agroturismo (Campanet), con vistas a la Serra de Tramuntana”. Con un total look de aberturas y tejido troquelado ideado por la diseñadora, la novia se dirigió al altar a dar el ‘sí, quiero’. “Llevé primero el velo ‘pirata', sugerencia de Teresa y posteriormente la corona de flores de cera. Tanto con el vestido como con la boda en general, buscaba una inspiración entre mediterráneo-hippie-Mamma mia, y creo que al final se consiguió”, reconoce.
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Desmontable
Es difícil, si se es fiel usuaria de las redes sociales, no haberse topado con alguna de las fotos de la boda de Allende González. Con un look poco previsible, efecto dos piezas, se casó el 28 de agosto del pasado año en la Finca El Cónsul. “Siempre he admirado muchísimo la filosofía de marca de Teresa Helbig y el maravilloso trabajo artesanal que ella y su equipo hacen con tejidos naturales, son verdaderas obras de arte, por lo que pronto empezamos a valorar la rafia, y fue un flechazo. Un vestido confeccionado en tul con cintas de rafia y que lleva por encima una ‘capita’ que se puede poner y quitar. Completamos el vestido con un velo de seda natural teñido en té, para que adquiriese un tono más tostado, y una diadema de flores hecha a mano en seda, cera, porcelana, terciopelo y vidrio, todo de Teresa Helbig”, explica la novia.
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Con encaje
Menorca acogió la romántica boda de Beatriz, celebrada el 26 de agosto del año 2017. Repleto de detalles y encaje, este diseño podría gustar a las más bohemias. Su silueta recta, sus mangas largas y su delicadeza no pasan de moda a pesar de los años. La novia completó el look con unas horquillas florales sobre su peinado, con el cabello al natural, y un ramo de flores de inspiración silvestre.
Notas de color
“Teresa fue mi primera y única opción. Tenía claro que si alguien podía vestirme de novia era ella. No me veía vistiendo toda de blanco y ella supo entender al minuto lo que necesitaba. Fui sola a las pruebas, salvo a la última, pero en todas ellas me sentí arropada por ella y su equipo”. Quien habla de su experiencia con la firma es Cristina La Hoz, quien se casó con un vestido con el verde como protagonista. El 21 de junio de 2014, en pleno solsticio de verano, celebró su boda en Biniagual (Mallorca) y dio la bienvenida a los invitados con un bonito texto que acompañaba la invitación al enlace.
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Con capa
Los looks de otoño e invierno permiten jugar con accesorios y prendas solo aptas para la bajada del termómetro. La sencillez es protagonista en el vestido de novia de Sara, que se casó con Ignacio en un espacio de estilo industrial y lleno de contrastes. Con cola, con mangas transparentes y con una caperuza, su estilismo estaba repleto de personalidad. Un ramo otoñal, una trenza muy romántica y una corona floral en tonos blancos hicieron el resto.
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Mini
¿Por qué no casarse de corto? Es lo que pensó Cristina Díez que en plena pandemia, el 26 de septiembre 2020, dio el ‘sí, quiero’ en Hivernacle Barceló, en Begues (Barcelona). Junto a unos botines y un velo anudado, se decantó por un diseño corto de Teresa Helbig que podría reutilizar en otras situaciones cotidianas: “Me sentía cómoda, sexy, una novia diferente, pero novia. ¡Actual y diferente a todo lo que había visto! Fue amor a primera vista. Solo verlo sabía que ese sería mi vestido, incluso antes de probármelo”.
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Transformable
“Mi vestido fue un diseño único, con el que no pude sentirme más especial. Una auténtica lección de savoir faire y una obra de arte en sí misma. Solo Teresa Helbig y su equipazo pueden tener el don de convertir un material como la silicona en unos bordados de lo más elegantes. Fue amor a primera vista”. El 20 de julio de 2019 fue el día en que Carla Ferigle se casó en La Garrotxa. Lo hizo con un vestido, con manga francesa terminada en volante, silueta recta y transparencias, que podía desmontarse hasta terminar en un diseño lencero, el que utilizó para el baile nupcial. ¡Todo un dos en uno!
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Con segunda vida
Una auténtica boda campestre es lo que Mariona celebró en Cataluña. Para la ocasión, recurrió a Teresa Helbig y se decantó por un diseño corto, de manga larga y con flecos, que combinó con un velo colocado al estilo pirata, unas botas de agua y un ramo silvestre. A pesar de la lluvia, la celebración, de carácter informal, tuvo lugar al aire libre, con una carpa, rincones para el bufé y hasta una hoguera.
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