Pamela Anderson se siente en una nube desde el día de su boda con Dan Hayhurst, su guardaespaldas. Aunque es ahora cuando las imágenes salen a la luz, el enlace tuvo lugar en secreto el pasado 24 de diciembre, en la casa que la actriz posee en su pueblo natal, Ladysmith, situado en la isla de Vancouver (Canadá). Una ceremonia pequeña e íntima, celebrada en mitad de la Naturaleza, ha sellado esta historia de amor, surgida hace un año, durante el confinamiento.
“Pasar este año juntos se ha sentido como si fueran siete, como los años de un perro”, dice Pamela sobre su relación con Dan
“Me he casado en la casa que compré a mis abuelos hace 25 años. Aquí se casaron mis padres y todavía están juntos. Siento que he completado el círculo”, ha explicado la intérprete de Los vigilantes de la playa, quien no ha dudado en proclamar su felicidad. “Estoy enamorada. Estoy exactamente donde necesito estar, en los brazos de un hombre que realmente me ama”, ha confesado sobre Dan, que trabajaba como constructor en Ladysmith antes de conocerse. La actriz vivió allí hasta que viajó a Los Ángeles, en 1990, en busca de suerte y es la misma localidad costera de Canadá en la que vuelve a residir desde hace casi dos años.
Amor en plena naturaleza
El magnífico bosque en el que está instalada la casa de Pamela se convirtió en el escenario perfecto para dar el ‘sí, quiero’ a su cuarto marido. Ambos se intercambiaron los votos, ante un pastor del pueblo natal de la ‘vigilante de la playa’, mientras se escuchaba de fondo el sonido de los tambores.
En esta ocasión, Pamela no contó con damas de honor ni padrino. Tan solo estuvieron presentes unos pocos testigos, entre los que se encontraba un miembro de Canadian First Nation, comunidad de los pueblos indígenas del país. “Preferimos ser nosotros mismos”, ha manifestado, antes de aclarar que tiene “la bendición de nuestras familias. Todos los que conocemos están felices por nosotros”.
El vestido de una novia rebelde
Para su quinta boda —se casó dos veces con uno de sus maridos—, Pamela escogió un diseño vaporoso, que combinó con una capa de tul y un espectacular velo. Igualmente, el ramo de novia fue de lo más original, inspirado en el paisaje costero que se divisa desde la finca. Estaba compuesto por una preciosa variedad de flores, llenas de significado.
“Estoy enamorada. Estoy exactamente donde necesito estar, en los brazos de un hombre que realmente me ama”, ha confesado la actriz sobre su guardaespaldas y marido
Sin duda, uno de los elementos más llamativos del estilismo de Pamela fueron las botas de agua que llevó en su gran día. No solo lo hizo por dar su toque rebelde, sino también para desenvolverse sin problemas en su camino hacia el altar, embarrado. “Es la canadiense que hay en mí”, ha confesado. “Creo que esta finca, grande y romántica, tiene mucha energía curativa. Aquí encuentro la paz”, ha declarado la actriz, que ha respondido a la pregunta sobre un posible viaje de novios con estas palabras: “Todos los días son nuestra luna de miel”.
En julio de 2019, Pamela regresó a su pueblo natal, Ladysmith. Según se ha publicado, la ‘vigilante de la playa’ invirtió un millón de dólares para renovar la casa, algo que pudo llevar a cabo con la ayuda de su ahora cuarto marido. “La propiedad tiene una energía especial. Está lleno de ciervos, osos, mapaches, águilas…”, ha apuntado la recién casada, que también ha declarado: “Estos árboles me conocen de toda mi vida. Estar rodeada de esta Naturaleza el día de mi boda fue muy especial”.
Es el mismo escenario en el que se ha desarrollado su historia de amor con Dan, pues ambos se conocieron al inicio del confinamiento y pasaron toda la pandemia unidos. “Pasar este año juntos se ha sentido como si fueran siete, como los años de un perro”, ha bromeado la actriz.
Cinco bodas y cuatro maridos
Entre 1995 y 1998, estuvo casada con Tommy Lee, con quien tuvo dos hijos: Brandon y Dylan —ahora tienen 23 y 22 años, respectivamente—. Fue una relación tormentosa que terminó con el rockero en prisión durante 6 meses por abuso conyugal. En 2006, la actriz dio el ‘sí, quiero’ al cantante Kid Rock, de quien se divorció a los cuatro meses.
Además, probó suerte con el jugador de póker Rick Salomon, con quien se casó dos veces —en 2007 y 2013, pero ambos matrimonios no duraron más de un año—. También se publicó que Pamela se casó con el empresario Jon Peters, en enero de 2020, y que se separó 12 días después . Sin embargo, la actriz niega tal unión. “Solo vivimos un momento, que vino y se fue, pero no hubo boda”, dijo la canadiense, entonces, sin saber que a las pocas semanas comenzaría su romance con Dan Hayhurst.
Dan, el hombre que ayudó a reconstruir su casa y su vida, hasta convertirse en su cuarto marido
Nacida en 1967, Pamela Anderson permaneció en Ladysmith (Canadá) hasta que se decidió a probar suerte en Los Ángeles. Sin embargo, tras una vida llena de giros inesperados, la actriz de la popular serie Los vigilantes de la playa ha regresado a esta localidad costera en busca de una mayor tranquilidad. De ahí que decidiera reformar su casa de campo, que perteneció a sus abuelos. En ese momento, comenzó una relación con Dan Hayhurst, quien no solo la ayudaría con las obras de la vivienda. Además de convertirse en su guardaespaldas, también pasó a ser su compañero de vida. Mientras que todo el planeta sufría una pandemia sin precedentes y atravesaba sus momentos más inciertos, Pamela y Dan empezaron su historia de amor. Juntos las veinticuatro horas, los siete días de la semana y rodeados de Naturaleza.