Seis 'royals' vestidas de novia que han marcado una década

Se hace difícil olvidar a Grace Kelly con su imponente vestido de novia obra de Helen Rose y ese característico tocado que escogió para su boda. Tampoco pasó sin dejar huella el estilismo que Lady Di eligió en su gran día, un diseño de David y Elizabeth Emanuel, que marcó toda una época. Ella y otras muchas royals fueron capaces de inspirar a mujeres de su tiempo a la hora de estar detrás de looks futuros para dar el sí, quiero. Después de estos grandes nombres, convertidos en iconos de estilo, han llegado las nuevas generaciones de la realeza, que consiguieron actualizar y transformar el concepto de diseño de novia en términos royals. Analizamos al detalle las propuestas nupciales más populares de las novias más icónicas hasta la fecha.

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El de princesa

¿Quién?: Kate Middleton.

Fecha: 29 de abril de 2011.

Autor: Sarah Burton para Alexander McQueen.

Tipo de silueta: Princesa.

Descripción: Realizado en satén de seda color marfil y blanco y con encaje en las mangas, el vestido que lució la Duquesa de Cambridge en su boda contaba con una cola que medía 2,73 metros de largo. Con un elegante corpiño, sacaba a relucir la favorecida silueta de la novia y, además, en la espalda llevaba 50 botones de seda forrados de organza y algunos lazos. 

Accesorios: Llevaba la tiara Halo de Cartier, que se le entregó en su boda: una pieza nacida en 1936, que estuvo en poder del Duque de York, más tarde conocido como el rey Jorge VI, y que este regaló a su mujer, la reina. Destacaba, además, el velo de 2,70 metros, color marfil bordado con flores (obra de la Royal School of Needlework); sus pendientes de Robinson Pelham y su ramo de flores blancas.

Anécdota: Los motivos de encaje que se repartían por el vestido, algunos realizados con exclusivo Chantilly importado de Francia, simulaban las siluetas de cardos, narcisos, rosas y tréboles, hechos a mano en el taller. Eran estas flores y no otras porque son las representativas de los países que conforman Reino Unido y se buscó hacerles un homenaje.

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El más romántico

¿Quién?: Carlota Casiraghi.

Fecha: 29 de junio de 2019 (boda religiosa).

Autor: Giambattista Valli.

Tipo de silueta: Imperio - Recto.

Descripción: Quizá lo más representativo de este vestido sea su falso escote Bardot y su romanticismo, muy similar al que la madre de Carlota, Carolina escogiera para su enlace con Philippe Junot. De cintura entallada, contaba con volantes, motivos vegetales y falda vaporosa. 

Accesorios: Acompañó el vestido con un discreto tocado de pedrería, un velo corto y un conjunto de colgantes y pendientes de diamantes.

Anécdota: Dado que en Mónaco es tradición celebrar el enlace civil y el religioso por separado, Carlota Casiraghi tuvo lo oportunidad de hacer un tributo a tres de sus diseñadores más cercanos, que realizaron los tres diseños que lució. Uno de Anthony Vacarello para Saint Laurent, otro de Chanel, a modo de homenaje a Karl Lagerfeld y el tercero, el que nos ocupa.

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El vintage

¿Quién?: Beatriz de York.

Fecha: 17 de julio de 2020.

Autor: Norman Hartnell, vintage.

Tipo de silueta: Princesa.

Descripción: Se trata de una pieza vintage, en color marfil, elaborada en tafetán de Peau De Soie y con un delicado corpiño repleto de brillantes engarzados en motivos geométricos, que perteneció a la Reina. En sus inicios, el diseño era de tirantes, pero con la ayuda de los expertos Angela Kelly, asesora de confianza de la reina, y Stewart Parvin, su modista predilecto, se incorporaron unas mangas farol, también de organza.

Accesorios: La tiara Fringe acompañó a Beatriz de York en su gran día: hecha de diamantes que pertenecieron al rey Jorge III, forma parte del joyero real y es la misma que la reina Isabel II llevó en su boda. En lo referente al ramo, destacaba por sus rosas de jardín y sus colores anaranjados y rosáceos.

Anécdota: El vestido perteneció a la abuela de la novia, Isabel II, que lo llevó hasta en tres ocasiones. En septiembre de este año se presentó una exposición en Londres en la que se podía ver el look completo de la princesa.

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El más sencillo

¿Quién?: Meghan Markle.

Fecha: 19 de mayo de 2018.

Autor: Clare Waight Keller para Givenchy.

Tipo de silueta: Línea A.

Descripción: Realizado en cadi de seda, se trata de un diseño sencillo, con escote barco y enaguas de organza, que podría estar inspirado en el que escogió Carolyn Bessette en su boda, como la Duquesa de Sussex imaginó años antes.

Accesorios: Frente a la sencillez del vestido, el velo era algo más llamativo: confeccionado en tul de seda, contaba con cinco metros de largo y bordados florales (53 flores de los países pertenecientes a la Commonwealth). Además, la tiara de diamantes y platino que escogió fue toda una sorpresa, porque no se barajaba. La pieza fue diseñada en 1932, pero su broche central data de 1893. 

Anécdota: Se especulaba con Burberry, Erdem, Ralph and Russo, Sarah Burton, Victoria Beckham y Roland Mouret para dar forma al vestido de Meghan Markle y, sin embargo, la elegida fue Clare Waight Keller.

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El más sofisticado

¿Quién?: Beatrice Borromeo.

Fecha: 1 de agosto de 2015 (boda religiosa).

Autor: Giorgio Armani Privé.

Tipo de silueta: Recto.

Descripción: Clásico, discreto y sofisticado, este diseño de escote a la caja, encaje color marfil y mangas largas es el más tradicional de todos los que vistió la novia en sus diferentes celebraciones.

Accesorios: Beatrice renunció a las joyas en el gran día de su enlace religioso y optó por añadir dos complementos sencillos: un velo liso y sencillo y un ramo de flores blancas.

Anécdota: Después de este primer look nupcial, de su boda religiosa, llegó el segundo, que se viralizó: un diseño de corte griego, con escote de pico y falda con vuelo.

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El del escote espectacular

¿Quién?: Eugenia de York.

Fecha: 12 de octubre de 2018.

Autor: Peter Pilotto y Christopher De Vos para Peter Pilotto.

Tipo de silueta: Princesa.

Descripción: Con un característico escote tanto frontal como trasero, el diseño contaba en su tejido, exclusivamente hecho para la ocasión, con diversos motivos y símbolos realizados en forma de brochados, que habían sido importantes en la vida de la princesa. En esta tela elaborada en Como (Italia), destacaban flores como el cardo de Escocia, el trébol de Irlanda, la rosa de York y la hiedra, emblema de su propia casa.

Accesorios: La novia renunció al velo y dio todo el protagonismo a la tiara Greville Emerald Kokoshnik de la reina Isabel II, una pieza de 1919 obra de Boucheron con diamantes y esmeraldas. Además, unos peeptoes satinados de Charlotte Olympia ponían el último toque al look.

Anécdota: Eugenia conoció a los diseñadores del vestido en un evento para apoyar a jóvenes artistas emergentes, años antes, y se decidió a llevar sus creaciones en diferentes acontecimientos. Para dar forma a este vestido realizaron un auténtico estudio de los diseños que antes llevaron otras novias de la Familia Real.

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