De la leyenda a la gran pantalla: las historias de amor más bonitas de todos los tiempos

Una de las frases de amor más populares (y virales) del escritor alemán Hermann Hesse es su corta pero profunda “siempre gana quien sabe amar”. Los escépticos podrían pensar de ella que es banal y que se queda en la superficie, pues el amor tiene muchas aristas, pero cierto es que algunas de las historias más bonitas y recordadas de todos los tiempos tienen como ingrediente principal el amor, con bodas incluidas. A lo largo de los siglos, realidad y ficción se han unido para dar forma a las parejas míticas e inspiradoras, que, con sus debilidades y fortalezas, han pasado por la línea del tiempo dejando un legado que hoy es mito. De los libros a la vida real, estos son algunos de los dúos más representativos de esas palabras de Hesse, que aún nos emocionan.

En la imagen, escena de Orgullo y Prejuicio, película protagonizada por Keira Knightley y Matthew Macfadyen. El libro, obra de Jane Austen, es uno de los mitos de la literatura universal y el amor tormentoso y finalmente sincero de la pareja se ha convertido en todo un clásico que revisitar para las más románticas.

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Cleopatra y Marco Antonio

Pocas parejas han marcado la historia de la humanidad en todos los sentidos como lo hizo la formada por Cleopatra y Marco Antonio, una leyenda en la que el amor y el poder mantuvieron un pulso. Cleopatra VII, última reina de Egipto, conoció a Marco Antonio poco después de que su entonces pareja, Julio César fuese asesinado por sus propios compatriotas y ella se viera obligada a huir con el hijo que tuvieron en común. Marco Antonio, sucesor entonces de César, la mandó llamar para reprocharle que no hubiese actuado como una aliada fiel durante una de las grandes batallas, pero la egipcia no tenía intención de pedirle disculpas sino de conquistar su corazón. 

Tras cuatro días de negociaciones y abrumado por la cultura y los planes de conquista de la reina, Marco Antonio lo dejó todo por amor, se trasladó a vivir con ella, como rey que sería y comenzó así un romance que duraría 14 años. Rupturas, reencuentros y tres hijos después, el fin llegó con dos trágicas muertes en las que el amor del uno por el otro prevaleció. No sorprende que, en la ficción, la pareja formada por Elizabeth Taylor y Richard Burton en la película Cleopatra ganara seguidores por momentos, como lo hizo, fuera del celuloide, la turbulenta relación que ambos actores mantuvieron durante más de 10 años. 

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Shah Jahan y Mumtaz Mahal

Es difícil visitar India y no reconocer el Taj Mahal. La que es una de las Siete maravillas del mundo esconde una reconocida historia de amor detrás. Cuenta la leyenda que fue el 20 de mayo de 1612 cuando el Príncipe Imperial Yurram, conocido como Shah Jahan, y la princesa Arjumand Banu Begum (Mumtaz Mahal) contrajeron matrimonio. Se conocieron cuando ella solo tenía 15 años en un bazar de Agra, cuando el príncipe, maravillado por su belleza, le regaló una preciada joya. Cinco años después de ese primer y único encuentro, tras haberse casado con otras mujeres, Shah Jahan consiguió darle el sí quiero a la princesa. Por desgracia, ella falleció 19 años después, cuando daba a luz a su décimo cuarto hijo.

Con el fin de cumplir las promesas que le pidió su esposa antes de morir (que construyera su tumba, que debería visitar cada año en el aniversario de su muerte; que se casara otra vez y que fuera bueno con sus hijos), sumido en la pena, el ya entonces rey mandó levantar el palacio más maravilloso del mundo, un lugar sin comparación que tardó más de 20 años en terminarse. Así nació el Taj Mahal donde ambos protagonistas descansan desde hace siglos.

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Pierre y Marie Curie

Amigos, compañeros de profesión, respetados colegas y una pareja poco previsible. Pierre Curie era protestante, francés y un brillante egresado de la Universidad de la Soborna que se ganó el puesto, en 1892, de jefe del laboratorio de la Escuela de Física de París. Marie, sin embargo, era atea, de nacionalidad polaca, concretamente de Varsovia y con raíces humildes. Aunque curiosa y culta, no había tenido la oportunidad de pisar la universidad hasta que a sus 24 años se instaló en París para terminar por licenciarse en Física y Matemáticas. Ambos se conocieron cuando un ilustre profesor los reunió para presentar un proyecto y en 1895, sin esperas, se casaron en Sceaux. El resto es historia, pues en su legado no solo destacan dos hijas (Irene y Eve), también numerosas aportaciones a la ciencia e incluso un Premio Nobel.

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Ava Gardner y Frank Sinatra 

La relación que mantuvieron Ava Gardner y Frank Sinatra no fue precisamente una tradicional, ni mucho menos modélica, pero no cabe duda de que en ella hubo mucho amor, a veces racional y otras (las más numerosas) disparatado. Cuatro años dieron para mucho: pasión, celos o desenfreno son los grandes ingredientes de su historia. Aunque se vieron por primera vez en un club nocturno, no fue hasta tres años más tarde cuando tuvieron su primera cita. Empezó así un romance por el que el actor pidió el divorcio a su esposa, Nancy Barbato y se sucedieron escenas y discusiones públicas que no supusieron ningún freno a su noviazgo. Se casaron en noviembre de 1951, contra todo pronóstico y el divorcio llegaría dos años más tarde. Hay informaciones que apuntan a que la pareja siguió viéndose esporádicamente hasta la muerte de Ava, en 1992, cuando se descubrió que ella tenía una foto junto a él en su mesa de noche.

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Fabiola y Balduino de Bélgica

Lo suyo fueron 33 años de amor sin medida. Una vida marcada por el exilio, la guerra, las calumnias y las muertes hicieron que Balduino de Bélgica llegara al trono en 1950 con semblante triste. Después de 10 años de trabajo incesante, el monarca contrajo matrimonio en diciembre de 1960 con Fabiola, una española a la que había estado viendo en secreto, hija del segundo conde de Mora y cuarto marqués de Casa Riera. El paso del tiempo dio fe del amor que sentían el uno por el otro, incluso sin haber tenido la oportunidad de tener descendencia: “Nos hemos preguntado por el sentido de este sufrimiento: poco a poco hemos ido comprendiendo que nuestro corazón estaba así más libre para amar a todos los niños, absolutamente a todos”, explicaba el rey con dolor. Después de que abdicara por sus convicciones en cuanto al aborto, ambos se dedicaron a ayudar en incontables causas a los más desfavorecidos, labor que continuó la misma Fabiola cuando su marido falleció. Prueba de su trabajo para con los que sufrían y de su calidad humana, fue el funeral del monarca, al que acudieron todas las casas reales del mundo representadas al máximo nivel (un hito) y, al mismo tiempo, fueron invitados enfermos de sida, exprostitutas y exdelincuentes a los que había conocido y ayudado.

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Manolo Escobar y Ana Marx 'Anita'

Cuando todavía era anónimo, Manolo Escobar trabajaba en verano en Playa de Aro, en la Costa Brava y conoció a Anita (Ana Marx), el amor de su vida. “Yo le canté Ojos Verdes y me perdí”, confesaba el cantante a Carmen Sevilla, en una entrevista para TVE. Por aquel entonces, en 1959, ni Escobar hablaba alemán, ni su futura esposa castellano, pero eso no supuso un límite para que naciera el vínculo. Las vacaciones terminaron y ella tuvo que regresar a Alemania; entonces comenzó un tiempo en el que las cartas iban y venían, además de una previsible necesidad por traducirlas. Tras una corta temporada en la que el artista se mudó al país germánico, regresaron a España, ya casados, a vivir una nueva vida. Manolo Escobar creció en fama y éxitos musicales (algunos dedicados a su mujer), pero también en amor, puesto que, después de incontables intentos, el matrimonio decidió adoptar a su hija Vanessa. Así se abrió un nuevo capítulo en la línea del tiempo para esta pareja, que culminó cuando la voz de Mi Carro falleció en 2013. Anita, desolada, lo haría tan solo tres años más tarde.

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Rick Blaine e Ilsa Lund: Casablanca

Los actores, Humphrey Bogart y Lauren Bacall eran Rick Blaine e Ilsa Lund en la ficción, protagonistas de Casablanca, el filme histórico dirigido por Michael Curtiz. Blaine debía escoger entre el amor y lo correcto: ayudar o no a su amante, Lund, a huir de Casablanca junto a su marido, con el fin de luchar contra el nazismo. Al principio, cuando se estrenó, no obtuvo tanto éxito como el que fue ganando con el paso de los años, posicionando a la historia y sus protagonistas en lo más alto del séptimo arte. Con varios premios Óscar a sus espaldas, la cinta es uno de los grandes nombres del cine clásico y cuenta con numerosos y merecidos galardones.

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Francesca y Robert: Los Puentes de Madison

Dirigida por el propio Clint Eastwood y protagonizada por el mismo actor y Meryl Streep, Los Puentes de Madison es uno de los relatos más aplaudidos, por crítica y público, en la historia de la gran pantalla. Cuatro días bastaron para que Francesca (Meryl Streep), ama de casa de origen italiano residente en el oeste de Estados Unidos, viera transformada su vida tras conocer a un fotógrafo llamado Robert (Clint Eastwood) en una feria local. Comienza así una apasionada aventura tan romántica como memorable, que ya es un emblema para los estudiantes (y amantes) del cine.

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Noah Calhoun y Allie Hamilton: El Diario de Noah

Con una nota de 7,8 en IMDB y un 7,3 en FilmAffinity, The Notebook, conocida en España como El Diario de Noah es un romance marcado por la diferencia social y el miedo al qué dirán. El filme, dirigido por Nick Cassavetes, cuenta con Ryan Gosling en el papel de Noah y Rachel McAdams en el de Allie. La historia turbulenta, pero tremendamente emotiva ha cautivado a varias generaciones desde su estreno en 2003. “En una residencia de ancianos, un hombre (James Garner) lee a una mujer (Gena Rowlands) una historia de amor escrita en su viejo cuaderno de notas. Es la historia de Noah Calhoun (Ryan Gosling) y Allie Hamilton (Rachel McAdams), dos jóvenes adolescentes de Carolina del Norte que, a pesar de vivir en dos ambientes sociales muy diferentes, se enamoraron profundamente y pasaron juntos un verano inolvidable, antes de ser separados, primero por sus padres, y más tarde por la guerra”, recoge FilmAffinity.

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Carl y Ellie: Up!

Poco hay que decir sobre una de las cintas de animación más queridas por niños y adultos. Ganadora de dos premios Óscar, la película comienza con un resumen de la infancia de Carl Fredricksen, un pequeño que quiere seguir los pasos de su ídolo, explorador. Conoce entonces a Ellie, que con gustos similares a los suyos, le cuenta que su sueño es trasladar su club (volando) a las Cataratas del Paraíso. La pareja evoluciona con los años, sufre un aborto y se dispone a ahorrar para hacer el soñado viaje, pero por más que llenan la hucha siempre surge una necesidad imperiosa para vaciarla. Tristemente, ya ancianos, Ellie enferma y fallece sin ver cumplido su sueño. Empieza entonces la aventura que llevará a Carl a hacer realidad lo que su esposa siempre deseó y el espectador se sumerge así en un mar de emociones: risas, lágrimas y acción.

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