Decálogo de la decoración nupcial perfecta

Con la excusa de que la boda es una cita que ha de ser memorable, todos los novios, excepto los más alternativos, apuestan todo a una carta para su gran día: construir ese enlace con el que siempre habían soñado. Son muchos los elementos que interfieren en el resultado final, pero quizá el responsable del ambiente y de que la celebración empiece con buen pie es la localización y con ella, su decoración. La utilización de uno u otro color, las lámparas u objetos de iluminación, los rincones especiales, las carpas, el diseño de las mesas, entre otros factores, son capaces de transformar un espacio y convertirlo en acogedor y sorprendente al mismo tiempo. En Hola.com hemos elaborado nuestra propia guía ‘deco’ para sentar las bases del estilismo del mobiliario, los salones y los enclaves al aire libre.

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1. Cuestión de colores

Cada espacio cuenta con unas características que lo convierten en adecuado para una decoración u otra. No es lo mismo una localización junto al mar que una casa palacio en la ciudad o un rancho en el campo. El éxito se esconde, por tanto, en “saber cohesionar decoración y entorno”, como explicaba Lorena Feijoo Sienes, directora creativa de Huis Clos Interiorismo, a HOLA.com. Ello hace más apropiado seguir una misma gama cromática con el entorno que rodea al enclave y con sus interiores. Para los tradicionales cortijos, mejor apostar por una decoración clásica, con flores silvestres, rincones con elementos de esparto, faroles y, en definitiva, tonos caldera y materiales naturales. Para un enlace en un castillo, convendría decantarse por candelabros, velas, flores en jarrones majestuosos y tonos vibrantes. La clave reside en alinear la ‘deco’ con el lugar en el que se desarrolla el enlace, para escoger así su paleta de colores.

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2. Todo sobre las flores 

Las flores son un ingrediente indispensable para la mayor parte de los novios. En ellas, la pareja encuentra referencias a su pasado, recuerdos de su infancia, un homenaje a un ser querido o simplemente la oportunidad de dar luz a un gran día. La elección de las flores es un tema muy personal, aunque el asesoramiento es vital para que el resultado, tanto en el ramo como en la decoración, sea el esperado. Si tuviéramos que definir los estilos más buscados en los últimos años, serían los que apuestan por detalles florales minimalistas (con pocas flores y una paleta de color pequeña y tradicionalmente blanca), clásicos (centros de mesa con volumen medio, arreglos florales en puntos estratégicos y especies históricamente ligadas al universo nupcial) y silvestres (en el que los montajes florales son desordenados, con plantas cogidas del campo y ese aire romántico que es tendencia). Este último uno de nuestros favoritos.

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3. La iluminación: el punto de inflexión

La iluminación de una boda no implica únicamente una mejor visibilidad, sino una forma de transformar el entorno para hacerlo aún más coqueto y sorprendente. En el mercado existen cada vez más alternativas elegantes, originales y muy cuidadas para que la pareja transforme el espacio con la luz. De las velas tradicionales que iluminan una mesa hasta los cielos estrellados, no hay nada escrito en términos de iluminación. Entonces, ¿cómo elegir la correcta? Basta con dejarse asesorar por el profesional en cuestión, la wedding planner o el decorador para encontrar una fórmula que encaje con la estética de la boda. Las opciones más populares en bodas de tarde son las lámparas en suspensión y las cortinas y guirnaldas.

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4. La importancia de las mesas

La mesa es el lugar en el que los invitados pasarán la mayor parte del tiempo, lo que supone que haya que prestar especial atención no solo a su comodidad, también al estilo que impregna la mantelería, la cubertería o los detalles que las acompañen. En 2020, como todo apunta a que sucederá en 2021 se mantienen clásicos como los manteles florales o las combinaciones de dos tonos. Los novios no renuncian a lo que siempre funciona: “Prefieren mantener algún artículo más clásico, como los bajo platos, platos de pan y la cubertería de plata (que nunca falla)”, explicaban desde Options a Hola.com. En lo que respecta a la vajilla hay una clara apuesta por diseños retro, con elementos románticos, flores e incluso motivos ingleses, que combinan a la perfección con las copas labradas y la decoración silvestre. 

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5. Rincones con magia

Una esquina con velas y flores, un córner con fotografías, un conjunto de objetos antiguos… En Hola.com somos fieles a los rincones especiales. Un enlace está incompleto sin ellos, puesto que no solo hacen más acogedora la estancia a los asistentes, sino que pueden embellecer cualquier fotografía. Los más extendidos en estos momentos son los que ofrecen bebidas como la limonada a los convidados, los que sirven de photocall (con sillones o neones exclusivos para el enlace) y los candy bars.

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6. Un seating plan con personalidad 

Sobre seating plans no hay nada escrito. Basta con darse una vuelta por las redes sociales para descubrir un sinfín de ideas, cada cual más bonita, para indicar a los invitados qué mesa les corresponde. Desde cuadros a mapas, pasando por montajes que simulan un bosque en miniatura o macetas decoradas, existen alternativas para todos los gustos. Lo que sí recomendamos es que se escoja con conciencia el diseño o ilustración sobre el que irán escritos los nombres, puesto que es un recuerdo que posteriormente se podrá mantener y es aconsejable que esté en sintonía con el propio seating plan. Aquí no hay espacio a las modas, solo a los gustos de cada pareja.

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7. Presentar los detalles para los invitados

Dar los detalles a los invitados es cada vez más significativo para las parejas, de forma especial en celebraciones íntimas. Si bien existe una tendencia a donar ese importe en regalos a una organización, fundación o asociación sin ánimo de lucro, siguen siendo muchos los novios que piensan en este gesto con sus convidados. A veces sobre el mismo plato de cada mesa está ubicado el detalle, en otras ocasiones se entrega en mano, pero la que más nos convence es la que apuesta por realizar un práctico y llamativo córner solo para ello. Ya sea con plantas, con sombreros y abanicos o con conservas en formato mini, como mermeladas o artículos premium, esta es la propuesta más organizada y bonita.

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8. ¿Y si no hay flores?

No todas las parejas sueñan con flores el día de su boda. Huyendo de lo tradicional o por cuestiones de alergias, los novios deben buscar un plan B al habitual jardín que acompaña una celebración de estas características. Hay opciones como “lámparas y luces a diferentes alturas en estructuras hechas ad hoc, para hacer la iluminación protagonista”, nos explica Mila’s Weddings. Todo es más sencillo si la pareja tiene unos gustos muy concretos o si confiesa al decorador cuáles son sus aficiones. Lo exponía Joan Conejo en una de nuestras entrevistas: “Imaginemos a una pareja coleccionista con un almacén lleno de cajas con cabezas de esculturas romanas que han coleccionado durante años y nadie ha visto. ¡Qué ilusión para ellos mostrarlos un día tan importante!”. ¿Nuestra alternativa favorita entre las más elegidas? Jugar con las frutas.

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9. Para decorar una ceremonia religiosa 

En lo que respecta a la decoración de una boda religiosa, especialmente si es católica, los novios han de ceñirse a las normas dictadas por cada templo. Si bien existen perspectivas muy diferentes entre cada uno de ellos, por lo general, sí están permitidos unos mínimos arreglos florales. Siempre que las circunstancias lo permitan, una bonita portada floral, en línea con la estética de la iglesia en cuestión es todo un regalo para la vista. En el interior del espacio se hace imprescindible encontrar el equilibrio, para no resultar excesivos. Unas estructuras a los laterales del altar con flores en tonos clásicos son una apuesta segura que nunca defrauda.

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10. Ceremonias civiles: estructuras especiales

A diferencia de los enlaces religiosos, las ceremonias civiles gozan de mayor libertad en lo que a decoración se refiere. En función de la localización elegida (no es lo mismo un espacio en medio del bosque que un rincón en un cortijo o un invernadero para el invierno), los elementos que la acompañen serán más cálidos o más fríos. Alfombras para recorrer el pasillo, círculos o arcos florales para poner sobre una tarima o biombos son algunas de las propuestas más virales.

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