De Carolina de Mónaco a Carmen Ordoñez: los tocados de novia más icónicos

Mirar al pasado, en términos nupciales, es descubrir una amplia fuente de inspiración en ocasiones olvidada o simplemente no actualizada. Las redes sociales dictan en este momento el pulso de lo que es tendencia, de lo que más gusta. Pero lejos de todo aquello que es costumbre ver, a veces aparecen novias que se salen de lo establecido y homenajean a los tiempos pasados o se reflejan en una boda icónica. Con su personalidad marcan una nueva pauta de estilo, tanto en vestidos como en accesorios, y triunfan tanto o más que las que prefieren las modas del momento. Prueba de ello son nuestras novias virales, pues algunas sorprendieron contra todo pronóstico. Para todas las que buscan un tocado original y poco visto, esta selección con la que viajamos años atrás (que no al futuro) puede ser la fuente de ideas que resuelva sus dilemas.

Grace Kelly

El 19 de abril de 1959 una reconocida Grace Kelly daba el sí quiero al Príncipe Rainiero III de Mónaco. Para la ocasión, la actriz se decantó por Helen Rose para diseñar su vestido, que estaba compuesto por falda y cuerpo. Sin embargo, más allá del espectacular modelo que lució, llamaron la atención la tiara y el tocado que acompañaban a un bonito velo. Por un lado, la tiara estaba realizada con flores de azahar talladas en perlas y brillantes y por otro, el tocado que la rodeaba estaba hecho de encaje y se colocó en la zona superior de su cabeza, alrededor del moño que llevaba.

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Carolina de Mónaco 

La primera boda de Carolina de Mónaco fue la que tuvo lugar en 1978, cuando dio el sí quiero a Philip Junot. El look que la novia escogió para este gran día es hoy uno de los más replicados y puestos de ejemplo. Estaba compuesto por un diseño de Marc Bohan para Dior, con mangas campana, corte a la cintura, bordados y estilo boho y un espectacular tocado de flores blancas, ya icónico, del que caía un sencillo velo de tul.

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Audrey Hepburn

Aunque Audrey Hepburn se casó dos veces, el look de su boda junto a Mel Ferrer en 1954 fue el que más llamó la atención entonces, porque era la primera vez que daba el sí quiero (en la vida real) y porque el vestido en cuestión lo firmaba Hubert de Givenchy. Al diseño de corte midi y mangas delicadas, solo le faltaba el toque de un tocado diferente. Hepburn se decantó entonces por una corona floral de pequeñas rosas que acompañaba su pelo boy-cut y que fue todo un acierto.

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Bianca Jagger 

El que es uno de los estilismos más inspiradores de todos los tiempos, es, a su vez, una de las referencias en lo que a enlaces civiles se refiere (aunque la boda fue religiosa), tal y como han expuesto celebrities y anónimas. Bianca y Mick Jagger se casaron en Saint Tropez el 12 de mayo de 1971. Ella huyó de la idea del clásico vestido y dio protagonismo a una falda satinada y a una chaqueta firmada por Yves Saint Laurent. Pero, si algo rompió los esquemas concebidos entonces fue su pamela, con velo incorporado, que ha conseguido pasar a los anales de la historia nupcial.

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Elizabeth Taylor

Tentando a la suerte. Así se casó Elizabeth Taylor con Richard Burton en 1964, pues eligió un vestido amarillo de corte babydoll, obra de la diseñadora de vestuario Irene Sharaff. El estilismo, no apto para supersticiosas, estaba acompañado por un ramo del mismo tono y unos accesorios muy especiales en el pelo: miles de flores de azahar que cubrían toda su frente y bajaban rodeando una larga coleta.

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Wallis Simpson

Después de una polémica relación, Wallis Simpson y el recién abdicado Eduardo VIII se casaron el 3 de junio de 1937 en una ceremonia celebrada en el Castillo de Candé (Francia), solo con la presencia de algunos amigos íntimos. La aristócrata confió en el modisto Mainchover, natural de Estados Unidos, para que diseñara su look: un vestido de crepé azul, con fruncido al cuello y falda entallada. Lo acompañó con un llamativo y elegante tocado de plumas con tul incorporado.

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Sharon Tate

Embajadora del look nupcial sixties más popular hasta la fecha, Sharon Tate contrajo matrimonio con Roman Polanski el 20 de enero de 1968 en Londres. Lo hizo con un estilismo que tiene todos los elementos que componen una propuesta a lo más puro años 60: un minivestido babydoll (obra de una diseñadora desconocida) de color marfil, con mangas abullonadas y cuello cisne, unas medias blancas y unos zapatos Mary Jane. La guinda del pastel la pusieron sus accesorios para el pelo: flores y lazos rosas, amarillos y blancos repartidos por toda la melena.

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Carmen Ordóñez

La madrileña iglesia de San Francisco El Grande acogió el 16 de febrero de 1973 el enlace entre Carmen Ordóñez y Francisco Rivera ‘Paquirri’. La novia lució un diseño de Herrera y Ollera, realizado en seda natural, con detalles y bordados en plata. El velo salía desde un imponente tocado, un accesorio que evocaba a ciertos complementos lituanos, y que simulaba una especie de corona.

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Kate Moss

Dos flores en los laterales y una diadema en la zona trasera bastaron para componer el tocado y peinado que Kate Moss eligió para su enlace con Jamie Hince y que acompañó a un cuidado diseño de John Galliano. La boda, a medio camino entre lo hippy y lo rockero, se celebró el 1 de julio de 2011, bajo la atenta mirada de más de 300 invitados, en el corazón de Inglaterra. 

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Carrie Bradshaw 

En el ámbito televisivo, pocos iconos de moda han conseguido resultar tan inspiradores, para novias e invitadas, como lo fue Carrie Bradshaw. El personaje interpretado por Sarah Jessica Parker se convirtió en un referente de vanguardia y originalidad en el capítulo centrado en su boda con Mr.Big (Chris Noth), hace ya 12 años. Vivienne Westwood firmó este vestido de organza color marfil con volumen en la falda, que la protagonista de Sexo en Nueva York complementó con un tocado en tonos verdes y azules que simula un pájaro.

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