Hablar del primer anillo de compromiso de la historia es remontarse al año 1477, cuando Maximiliano de Austria regaló un anillo con un diamante a María, hija del duque de Borgoña. Una joya que se convirtió en símbolo de compromiso, de amor eterno, y en la predecesora de los diseños que se intercambian actualmente en la pedida. La elección de esta pieza no siempre es sencilla. Un estudio realizado por la firma de joyería Tiffany & Co. concluye que una mujer mira su anillo de compromiso cerca de un millón de veces a lo largo de su vida. Por eso es importante que se trate de un modelo que sea capaz de permanecer en el tiempo, ajeno a los cambios de tendencia y también de gustos. ¿Lo mejor para acertar? Bucear en la personalidad de la novia y hacer nuestro test para descubrir el diseño que mejor encaja contigo.
¿Dónde se pone el anillo de compromiso? ¿Y por qué?Por Regina Navarro