Igual que algunas mujeres se convierten en un icono de estilo capaz de sobrevivir al paso del tiempo, hay novias que, con sus elecciones, marcaron un antes y un después en la historia nupcial. Audrey Hepburn con sus 5 vestidos –aunque solo se casó en dos ocasiones–, Grace Kelly, Elizabeth Taylor, Bianca Jagger… y, como no, Diana de Gales. El 'sí, quiero' de Lady Di y el príncipe Carlos tuvo lugar el 29 de mayo de 1981 en la Catedral de San Pablo, de Londres, frente 3.500 invitados. Una boda que no solo pasaría a la historia por ser uno de los enlaces más seguidos del mundo, sino por el sorprendente vestido que lució la novia. La prenda, obra de David y Elizabeth Emanuel, contaba con unas llamativas mangas farol adornadas con volantes, un cuerpo encorsetado y una falda llena de volumen. El diseño, confeccionado con tafetán de seda y encaje, estaba decorado con bordados a mano, lentejuelas y 10.000 perlas, que se disponían en forma de corazón. Una creación que, según contaron los diseñadores, además de contentar a Diana, buscaba ser "adecuadamente dramático con el fin de causar sensación".
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Ese dramatismo es el que han tratado de emular (y conseguido) la diseñadora de vestuario Amy Roberts y su equipo al crear el vestido de boda de Diana para la serie The Crown, una serie de televisión británica y estadounidense, creada y escrita por Peter Morgan y producido por Left Bank Pictures para Netflix. Un trabajo que ya está recibiendo alabanzas pese a que la nueva temporada de la ficción no se ha estrenado todavía –llegará el 15 de noviembre a la plataforma de streaming–. Pero, ¿cómo lograr una prenda tan similar? Amy, en declaraciones difundidas por Netflix, explica que lo primero es hacer un análisis en profundidad del protagonista. Asegura que en su estudio tienen una gran pared con fotografías de cada personaje, una especie de viaje pictórico que los invita a sumergirse en sus vidas.
Estudiando a Lady Di
De ese modo surgen decisiones como la paleta de color que mejor define a cada personaje, el dramatismo que requiere cada prenda o cómo crear una narrativa coherente con el vestuario. ¿Y la inspiración? Nace de "fotografías de la época, películas y revistas, pero también podría ser una increíble combinación de colores que ves en una pintura medieval o en un Miu Miu contemporáneo, ¡todo está en juego!", explica la diseñadora. Porque sí, aunque hay parte de realidad y reinterpretaciones, también hay mucho ingenio y creatividad.
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Sidonie Roberts, asistente de diseño de vestuario y jefa de compras, explica que una de las conversaciones más interesantes que tuvieron a la hora de abordar la creación de las prendas de Diana –a la que da vida en la serie la actriz Emma Corrin– fue determinar qué diseños debían reproducir de la manera más fiel posible y cuáles podían crear de cero para la serie. "Hubo momentos clave en los que nos limitados a recrear looks icónicos que lució, por ejemplo, el vestido de novia, para el que contamos con la inestimable generosidad de David Emanuel (el diseñador original). O el traje de compromiso 'listo para usar' que Diana compró a Harrods. Esta decisión también significaba que luego teníamos una licencia más creativa cuando se trata de crear el vestuario de los momentos públicos menos conocidos o espacios privados más tranquilos", explica Sidonie. La asistente de vestuario añade también que Emma entendió desde el primer momento la importante relación que existía entre Diana y el vestuario. "Desde el primer momento, estuvo tan interesada como la que más, emocionada, entusiasta y comprometida de manera que fue un verdadero placer para nosotras trabajar junto a ella".
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Crear una pieza histórica
Crear una pieza basada en otra que forma parte de la historia no es tarea fácil. Lo más complicado, apuntaban desde el equipo, fue dar con los materiales adecuados. Los tejidos avanzan con las modas y con las nuevas necesidades. En los años 80, las sedas tenían una caída muy concreta, y los colores –y sus sombras– también eran muy característicos de la época. Sin embargo, gracias a telas vintage, lograron salvar este problema. Además, como bien aseguraba Sidone, la generosidad de David Emanuel, uno de los creadores del vestido de novia original y amigo de Diana, hizo que el trabajo fuera más sencillo. El diseñador, gustoso, cedió a Netflix los bocetos del vestido de novia de Lady Di, un material que desde el equipo de Amy han apreciado mucho. Gracias a ellos han podido crear un modelo totalmente nuevo inspirado en una pieza histórica. No falta detalle. El color del tejido, un marfil satinado que se alejaba del blanco más tradicional, las mangas abullonadas, el gran lazo en la zona central del escote, las perlas, la voluminosa falda… Una prenda impresionante que, según ha desvelado la actriz, solo se pudo poner con la ayuda de 10 personas.
Así han recreado la boda de Diana en 'The Crown'