La sencillez parece haberse convertido en una de las tendencias clave del mundo nupcial. Eso es al menos lo que se deduce de las nuevas propuestas de los diseñadores para las novias que se casen en 2021 y de los vestidos con los que muchas chicas se han dado el 'sí, quiero' en los últimos meses. Los motivos del triunfo del minimalismo son, en realidad, muchos. Por un lado está la situación actual. Muchas parejas están celebrando bodas más reducidas. Celebraciones que llevan a muchas chicas a elegir diseños con pocos adornos. Por otro, la búsqueda de prendas en las que el tejido y el corte sean los protagonistas. Pero quizá el más importante es el cambio de mentalidad de las novias, que buscan para su gran día diseños con los que no sentirse disfrazadas. Ese fue el caso de Clara, una novia madrileña que triunfó en las redes con su maravilloso vestido.
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Cuando llegó el momento de buscar una prenda para su gran día, Clara no sabía muy bien por dónde empezar. "Al principio me costó mucho, tenía muchas ideas en la cabeza y ninguna al mismo tiempo. Me inspiré en lo que sabía que a mí me sentaba bien y en sentirme cómoda". Y confió en Laura Monge para que creara, para ella y a medida, un diseño único, con guiño a las tendencias, pero lleno de sencillez. "Laura le hizo el vestido a una de mis mejores amigas y me encantó. Después de ver a varias diseñadoras finalmente me decanté por Laura Monge porque entendió a la perfección lo que yo quería y lo que no me gustaba. Tenía confianza con ella porque ya nos habíamos conocido en alguna ocasión y me sentí muy cómoda".
Ese feeling entre diseñador y clienta del que habla la madrileña es básico para dar con el vestido perfecto para el gran día. Una conclusión que comparten buena parte de las novias que optan por hacerse un vestido a medida y saben la estrecha relación que se traba entre ellos. Basta observar con atención el vestido de Clara para concluir que entre ellas hubo entendimiento.
La prenda resultante de la unión de novia y diseñadora es un vestido sencillo, con escote abierto, una fila de botones en la parte delantera y una prominente abertura en la falda, tres trucos que ayudan a estilizar la silueta. Del minimalismo del vestido de Clara y de las mangas abullonadas rematadas con encaje se deduce que la novia es una chica a la que le gustan los pequeños detalles, pero con un estilo más bien clásico. Algo que corroboran el velo y la cola. "Creo que no es importante seguir las tendencias, sino sentirte tú misma", explica la novia.
Total look white, siempre un acierto
Hace varias temporadas vimos como algunos diseñadores apostaban por confeccionar vestidos de novia en tonos pastel. Prendas llamativas, solo aptas para chicas que buscaban algo diferente. Aunque la tendencia no tuvo demasiado éxito, sí son muchas las chicas que han introducido detalles de color en su look nupcial, ya sea gracias a cinturones, botones forrados o accesorios. Sin embargo, también son muchas las que optan por el clásico total look blanco, una elección que convenció a Clara. Solo su ramo, de Flores en el Columpio, estaba lleno de color. "Me lo regalaron mis amigas. Tenía claro que no quería un ramo romántico, lo quería más bien silvestre y con mucho color. Desde Flores en el Columpio me ayudaron mucho y me hicieron un ramo preciso junto con 5 replicas que di a la madre de Jaime, a mi hermana y a mi madre y a dos amigas", explica.
En una entrevista concedida a HOLA.com, Elías Pedrosa, Director Creativo de Oculto Hair Club, explicaba que las elecciones de las novias también estaban cambiado en lo que a peinados se refiere. "Muchas novias optan por peinados más sencillos y más naturales. Unas ondas suaves y despeinadas, un recogido sencillo que después de la ceremonia pueden soltar y llevar una onda despeinada… La tendencia es un estilo más desenfadado". Clara es una de ellas. Optó por llevar la melena suelta, con ondas. "Yo nunca voy con el pelo recogido, no me sienta bien. Quería estar cómoda ese día y no verme disfrazada. Por lo que opte llevar el pelo suelto con ondas de agua. Me encantan las diademas/coronitas en el pelo y me encanta M de Paulet por lo que no dude en ir a verlas a ellas", explica.
Una boda de otoño en Madrid
Clara y Jaime se conocieron en una fiesta que él hizo en su casa. A partir de ese día empezaron a hablar, a quedar de vez en cuando… Aquello fue en 2012, cuando tenían 23 años. Y 7 años después decidieron dar el paso. "Lo habíamos hablado los dos muchas veces, y ambos teníamos claro que queríamos casarnos, pero nunca tuvimos ninguna prisa. Un día el me sorprendió, no me esperaba para nada que me lo pidiera aún. Nunca he sido una chica que soñase con encontrar el hombre de su vida y casarse. Siempre he dejado que la vida fuera marcando mis pasos. Como he comentado antes, no tenia ninguna prisa por casarme, sabia que iba a ser con él, pero preferí que llegase el momento por si solo, sin presiones y sin prisas. Yo estaba en pleno máster cuando me lo pidió, por lo que en lo único que pensaba era en eso, pero fui feliz cunado pasó. Me gustó no esperármelo para nada".
Se casaron en Madrid, la ciudad de la que son ambos, en una ceremonia en la que estuvieron arropados por sus amigos y familiares. Y tuvieron una celebración que se ajustaba totalmente a sus planes. Para ello contaron con la ayuda de las wedding planner de Los sueños de Julieta, amiga de Clara, encargadas de que todo saliera a la perfección. Un día del que la novia, asegura, se queda con todo. "El el momento de entrar con mi padre a la ceremonia, ver a Jaime esperándome, el baile con mi padre… Fue todo tan especial que me costaría elegir un momento especifico".