Una de las consecuencias más bonitas de celebrar una boda es que la fecha sirve de excusa para que ocurran cosas extraordinarias. Reencuentros, bailes que se hacen virales, decoraciones de ensueño, reportajes fotográficos que nunca se olvidan y, especialmente, piezas heredadas de madres a hijas para construir el look de novia. De entre todas las posibilidades que ofrece esta última opción, la más elegida es la que implica una joya vintage, unos pendientes principalmente, que pasan de generación en generación o que se adquieren, en un alarde de amor por el pasado, en joyerías especializadas. Pero, ¿qué supone lucir una de estas piezas? ¿qué ventajas tiene? Y, sobre todo, ¿cuáles gustan más a las españolas? Para dar respuesta a todas estas preguntas, consultamos a los expertos de Ansorena, Abrines, Bárcena y Joyas Sardinero.
Qué diferencia a los pendientes actuales de los vintage según Joyas Antiguas Sardinero
“La diferencia entre pendientes antiguos y modernos está principalmente en la exclusividad de la pieza”. Con estas palabras inician Pilar Lobato Ruiloba y Javier Apolinar Herrero, propietarios de la prestigiosa Joyas Antiguas Sardinero su exposición acerca de las particularidades de los pendientes vintage. “Suelen ser piezas especiales y únicas y no fabricadas en serie, lo que hace que cada novia pueda encontrar los suyos para ese día tan señalado. Las novias a las que atendemos buscan piezas especiales y normalmente en nuestra tienda las encuentran”.
La producción como factor clave para Bárcena Joyas
La visión de Ernesto Gutiérrez, director de Bárcena Joyas, es similar a la de la casa cántabra y apunta al tipo de producción como un valor de distinción. “La diferencia principal es que prácticamente todas las joyas antiguas, por la criba del tiempo, se han convertido en piezas únicas y las modernas, normalmente, son series o colecciones. Si buscamos en estas últimas algo único, sería mucho más difícil y costoso”.
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Una cuestión de gusto, en palabras de Abrines
Juan Carlos Abrines, CEO de la joyería sevillana Abrines, apunta a que el factor que hace que una creación añeja nos atraiga y la veamos distinta a una actual es nuestro gusto. "En realidad es una cuestión de gusto y también del sentimiento que te evoquen". Pues, afirma, los pendientes vintage tienen una historia que contar. “Posiblemente, tu madre o tu abuela también los lució el día de su boda. Y esto te marca, te enorgullece”.
Una evolución en el diseño según Ansorena
Siguiendo la línea de sus compañeros del gremio y aportando su expertise, Gemma Corral Cordonié, gemóloga de Ansorena y experta en joyas antiguas, encuentra las particularidades desde el análisis de cada pieza. “La diferencia parte del diseño, el metal, las gemas… en las joyas vintage (lo que entendemos por piezas desde cerca de 1920 hasta los años 70)”, explica. Destaca también las curiosidades relativas a cada época: “En 1850 y hasta 1900 se usaba el oro amarillo con vistas en plata, a partir del 1900 se solía utilizar platino. La joya reina por excelencia era el diamante, tallado en old cut o talla antigua, al igual que las gemas orgánicas (coral, turquesa o piedras duras como ónix o ágata)”. Frente a estas opciones históricas, Gemma Corral destaca que en la actualidad las creaciones son más clásicas, pues se busca lo atemporal y ‘ponible’. Atrás quedó el uso del color, en favor del oro blanco con diamantes.
Todo son ventajas nos dice Bárcena
A la pregunta sobre qué ventajas o inconvenientes tienen los pendientes antiguos, el director de Bárcena lo tiene claro: “Para nosotros son todo pros. Son piezas únicas, más exclusivas, realizadas por los mejores artesanos de cada época, con un diseño espectacular, normalmente unido a un movimiento artístico, y, además, salvo excepciones, el precio es menor”. Cuatro razones más que válidas para convencer a las novias que duden entre presente y pasado.
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Las bondades de lo añejo en la visión de Joyas Antiguas Sardinero
Tampoco hay contras para el equipo de Joyas Antiguas Sardinero, que ve en las creaciones con historia la posibilidad de ser una novia con “un plus de elegancia y exclusividad”, explican. “Nuestras joyas son especiales y las personas que las adquieren lo son también”. Y avisan: “¡Una vez comienzas a usar joyas antiguas ya no quieres otras!”.
El cuidado, imprescindible como indica Ansorena
Al tratarse de pendientes para los que han pasado los años, conviene revisar su estado antes de dar el sí quiero. Ello pasa por unos tratamientos a la altura como recomiendan desde Ansorena: “A la hora de lucir unos pendientes que sean antiguos o vintage no existe un ‘pero’. Lo importante es que estén bien conservados. En caso de que no tengan buena conservación, en Ansorena se ofrece el servicio de reparación de piezas, sobre todo para las antiguas”.
La otra mirada de Abrines
Aunque lo vintage engancha, Abrines prioriza el diseño a medida para la boda. “El hecho de vestir una joya vintage que tenga su historia también podría ser un contra. ¿Por qué no escribir una nueva historia? ¿Por qué no crear la tuya propia y la de tu nueva familia? En este caso, a través de unos nuevos pendientes de novia, sea cual sea el estilo que elija”. Y sentencia: “Suena emocionante”.
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Lo que prefieren las novias españolas
Firmas, diseñadores y las propias novias están comenzando a poner de moda el uso de pendientes vintage. Cada vez son más las que transforman su estilismo para el gran día con estas piezas. “Los estilos están cambiando, desde luego. Antes se usaban joyas Art Decó y ahora priman las piezas del siglo XIX, realizadas en plata oro y diamantes, también de los años 40, realizadas en oro amarillo con piedras preciosas y con color (rubíes, zafiros y esmeraldas). También están de moda las piezas de los años 50 o 60, de estilo más kitsch, con piezas más grandes y que no cuelgan. Siguen siendo un clásico el uso de pendientes de diamantes largos”, explican desde Joyas Antiguas Sardinero.
Para Bárcena las más solicitadas son las de la época Art Decó, “realizadas en platino y diamantes, con un diseño y hechura fantásticos”, apuntan. Una suerte que comparten con Ansorena, que tiene en las creaciones de entre 1900 y 1940 sus opciones más aplaudidas. Y recuerda Gemma Corral que “Las joyas Belle Époque son maravillosas”.
Sobre cómo eligen esos pendientes las novias, en Abrines conocen y exponen los factores principales: el vestido elegido y el resto de joyas que lo acompañen. “Algunas veces la novia se inspira para su modelo en los propios pendientes y otras veces es el vestido el que marca la línea para que el conjunto resulte armonioso. En otras ocasiones la novia ya lleva una tiara y es aconsejable que los pendientes vayan a tono. Pero en realidad los mas demandados suelen ser de un estilo atemporal”, concluye Juan Carlos Abrines.
Los favoritos de cada joyería
Sobre qué gusta más a cada casa, hay alternativas para todos los gustos. En Ansorena triunfan los pendientes Art Decó, sin mezclas de diamantes con rubíes, zafiros o esmeraldas. Por su parte, el dúo de Joyas Antiguas Sardinero no sabe cómo elegir, por lo que más que una época, prioriza la calidad y la confianza a la hora adquirir estas piezas: “la relación de confianza es importante y también la profesionalización de la persona que vende”.
Por otro lado, en Bárcena no pueden renunciar a los orígenes: “En nuestro caso, por deformación profesional, siempre tiraremos hacia lo más antiguo. Siendo una alegría cuando una novia elige unos pendientes del siglo XIX o anteriores, para llevarlos el día de su boda”. Frente a esta visión, en Abrines se centran en los deseos de la novia y en las formas y siluetas que son tendencia en la actualidad. "Nuestros favoritos serán siempre unos pendientes largos, realizados en oro blanco o platino. Siempre de diamantes y de silueta aperada o en gota, con un suave movimiento pendular”. Y, con una nota romántica, concluye su CEO, “al son de ese movimiento, hasta donde la vida nos lleve”.