La luna de miel es el colofón al año (o, en ocasiones, incluso más) de preparativos que la pareja de novios ha invertido en su boda. Precisamente porque es el punto final de una etapa y el comienzo de otra, la mayoría de los recién casados optan por un destino desconocido, exótico y alejado de sus fronteras. En datos presentados el pasado año por la agencia de viajes Rumbo.es, el 40% de los españoles entiende este viaje como la oportunidad de su vida para hacer algo inédito o grandioso y ello lleva a que los destinos más populares de los últimos años hayan sido Bali, Kenia, Bora Bora, Nueva Zelanda o México.
Sin embargo, a consecuencia de la complicada situación actual, algunas de las parejas que se han dado o van a dar el sí quiero han cancelado su viaje de novios o no lo han organizado aún. Hay quien se pregunta: “¿y si nos quedamos en España?”. Ya sea con la intención de apoyar al comercio local y el turismo nacional o con la idea de conocer rincones maravillosos que están más cerca de lo previsto, los novios están en busca de un destino con acento español a la altura de sus expectativas. En nuestro país hay cultura, belleza, gastronomía y naturaleza a partes iguales en forma de rincones salvajes, playas, ciudades, pueblos, rutas y restos históricos que merecen una visita. Seleccionamos 10 opciones muy interesantes.
Ribeira Sacra
Descubrir el cañón del Sil, asombrarse con la ribera del Miño, volar en globo, coger un barco para maravillarse con la naturaleza de la zona, pasearse por una multitud de pueblos para deleitarse con lo mejor del Románico o acercarse al camino de Santiago. Estas y muchas más son las actividades que pueden disfrutar quienes se animen a visitar la Ribeira Sacra, uno de los destinos más majestuosos de la Galicia Interior. 21 ayuntamientos de Ourense y Lugo conforman este paraje natural con denominación de origen y una gastronomía deliciosa.
Lanzarote, Fuerteventura y La Gomera
Fuerteventura: declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO, de paisajes volcánicos y aguas limpias, vientos perfectos para deportes de agua (windsurf y kitesurf), más de 150 kilómetros de playa y quesos majoreros, todo un referente internacional. Lanzarote: otra de las Reservas de la Biosfera, el espectacular Parque Nacional del Timanfaya, vistas volcánicas y belleza también en su cultura y arquitectura. La Gomera, a veces olvidada, destaca por su Parque Nacional de Garajonay, por un lenguaje propio -el silbo gomero- y por sus senderos para descubrirse a uno mismo. El trío ganador de las Islas Canarias es perfecto para una luna de miel de mucho sol y aire limpio.
VER: Un destino para cada pareja: 11 lugares de Tailandia para la luna de miel perfecta
Cabo de Gata
En pleno Mediterráneo, en la provincia de Almería, el Cabo de Gata es un espacio reconocido para hacer buceo, aunque hay mucho más que conocer y con lo que deleitarse: paseos en kayak, excursiones en barco, rutas para explorar su fauna y flora o simplemente descansar y relajarse en sus playas. El primer parque marítimo-terrestre de Andalucía es, además, el hogar de numerosos pueblos que ofrecen mucho más que actividades de veraneo; San José, Carboneras, Níjar o Las Negras son algunos de los más populares.
La Rioja
Los amantes del buen vino no se equivocarán si visitan la tierra de la uva más popular de nuestro país. El enoturismo tiene gran éxito entre todos los foráneos que visitan La Rioja. Ello unido a su cultura de pinchos, sus monasterios y, en definitiva su historia (desde el Románico hasta la Catedral de Santo Domingo de la Calzada, pasando por los restos Celtíberos de Contrebia Leucade) hacen de este destino un jugoso plan para quienes quieran una mezcla de rica gastronomía, preciosos paisajes y cultura en su luna de miel.
Formentera y Menorca
Azul turquesa. Con estas dos palabras puede definirse el agua de las dos islas tendencia de Baleares. En bicicleta, en moto o en un coche de alquiler: estas son las fórmulas que tiene todo turista para conocer Formentera, una de las islas más vírgenes de esta comunidad autónoma y un paraíso algo hippie con mucho por disfrutar. Del Faro Cap de Barbaria al Parque Natural de Ses Salines, en ella imperan una pequeña multitud de pueblos mediterráneos, playas paradisíacas, más de 210 tipos de aves y un ecosistema fascinante para descubrir con unas gafas de esnórquel. A Menorca tampoco le hacen falta presentaciones, porque este oasis con kilómetros de costa en forma de calas espectaculares tiene a Mahón y a Ciudadela como sus centros neurálgicos. Cuenta, además, con fiestas populares tan reconocidas como Sant Joan, pero también con una pasión por la artesanía y una deliciosa cocina local.
VER: Los lugares favoritos de las 'celebrities' para ir de luna de miel
Cuenca
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Cuenca no es solo la ciudad de las casas colgadas, también hay en ella una espectacular catedral de estilos gótico, neogótico y barroco, un archiconocido puente (el de San Pablo) que quita el hipo, una Plaza Mayor muy especial, calles repletas de historia o un precioso convento (el de Las Petras). En sus alrededores, en el corazón del Parque Natural de la Serranía de Cuenca, del mismo modo hay mucho que ver: el mirador del Ventano del Diablo o la Ciudad Encantada, son dos opciones.
Ruta Al-Andalus por el sur
Pocos rincones de Andalucía han podido resistirse a la historia y a hitos que forman parte del legado de diferentes civilizaciones sobre sus tierras. La comunidad autónoma tiene algunos de los destinos más apasionantes de nuestro país, entre playas, montañas, pueblos con encanto y ciudades de renombre. Una de las alternativas más atractivas es la Ruta Al-Andalus que propone un viaje por el pasado andalusí en esta región a través de tres de sus urbes más icónicas: Sevilla, Córdoba y Granada. Maravillas como la Giralda de la Capital, su Real Alcázar, su Torre del Oro, El Alcázar de los Reyes Cristianos de Córdoba, su Mezquita o La Alhambra de Granada aguardan al visitante en un paseo tan rico en cultura como en buena cocina y ambiente.
Santander y sus alrededores
Señorial, elegante e irresistible, así es Santander. La capital cántabra es el núcleo de ocio y gastronomía más vibrante de la región. Su catedral, con un claustro gótico, el Palacio de la Magdalena, el Hotel Real y el Sardinero son solo algunos de sus atractivos más populares. Más allá de los límites de la propia ciudad se encuentran municipios de agradables playas en plena naturaleza y bosques que las rodean: Somo, Langre, Pedreña, Galizano, Loredo, Liencres, Isla o Bareyo entrarían en este grupo.
VER: ¿Habrá baile en las bodas? Te contamos lo que pasa en cada Comunidad Autónoma
Cadaqués
Calles con sabor tradicional, ocio para todos los gustos y calas maravillosas hacen de Cadaqués un lugar imperdible para los amantes del turismo nacional. Este pueblo de la Costa Brava abraza y atrapa a todo aquel que llega gracias a su fascinante historia (ligada a íberos, etruscos, egipcios, romanos, griegos, piratas, corsarios y un largo etcétera), sus idílicas aguas y su oferta cultural (con la Iglesia de Santa María de Cadaqués a la cabeza, el Museo de Salvador Dalí y edificios emblemáticos como sus principales puntos de interés).
Ronda
Dice el eslogan de Turismo de Ronda que es la ciudad soñada y según un gran número de visitantes, al lema no le faltaría razón. Esta ciudad malagueña es una experiencia para los sentidos, empezando por el desfiladero en el que se enclava - que separa el casco antiguo de la ciudad contemporánea- y terminando por su histórica plaza de toros. Por este rincón de Andalucía han pasado escritores, poetas, artistas y directores de cine internacionales. Además, en su siempre fascinante serranía los novios podrán conocer los productos típicos de la región (dulces típicos, embutidos y quesos de cabra) y unos paisajes únicos.