Cuando una pareja está organizando su boda son muchos los detalles que deben tener en cuenta. Por eso, si no cuentan con la ayuda de una wedding planner, lo más aconsejable es elaborar una lista y una planificación con todas las tareas para no olvidar ninguna y evitar las prisas del último momento. Además de elegir el menú que más les guste, es importante prestar atención al postre. Un plato que la mayoría de los invitados esperan con mucha ilusión. Los expertos aconsejan no arriesgar demasiado con los sabores, pero en el exterior, prácticamente todo vale. Y es que las decoraciones de estos pasteles son de lo más variadas y se adaptan no solo a los gustos de las parejas, también a la época del año en la que se celebre el enlace.
Los dulces de la imagen son de Martina Zuricalday.
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Verano
No importa si la boda se celebra por la mañana o por la tarde, lo cierto es que durante los meses que conforman esta estación las temperaturas suelen ser bastante elevadas. Una condición que, a la hora de elegir los platos que compondrán el menú, se suele tener en cuenta. Muchos novios apuestan por cremas o sopas frías, y segundos platos que no sea necesario comer muy calientes. A la hora de elegir el postre, es bueno huir del chocolate –o al menos de dulces en los que sea el único protagonista– porque, aunque la tarta esté refrigerada hasta el último momento, las posibilidades de mancharse son grandes. ¿Una buena alternativa? La tarta de frutos rojos. Esta, con una pinta tan deliciosa, es de Las tartas de Zarina.
Verano
Otra alternativa interesante pueden ser las tartas de zanahoria –la de la imagen es de Las tartas de Zarina–. Su textura es más ligera que la de los bizcochos de chocolate que, después de una comida copiosa, se suele agradecer. Además, este dulce cuenta cada vez con más adeptos, por lo que no es un riesgo elegir este sabor de cara a una boda.
Otoño
Suele ser habitual que los novios elijan para su tarta nupcial una cobertura de merengue de color blanco –o de otro sabor pero del mismo tono–. Una de las ventajas de esta elección es que se puede decorar casi con cualquier elemento, y si está relacionado con la estación del año en la que se celebre el enlace, mucho mejor. En estos casos, las bodas otoñales suelen dejar la oportunidad de utilizar piñas o frutas como las granadas, con las que respetar también una de las gamas cromáticas más utilizadas en decoración en estas fechas: los granates y anaranjados. El dulce de la imagen es de Aquarela Cakes.
Otoño
Desde Aquarela Cakes proponen otra decoración de tartas de boda de lo más otoñal, como es la de la imagen. En esta caso, en lugar de apostar por tonalidades rojizas, optan por los anaranjados que combinan con blancos y verdes para dar a su postre un aspecto más acorde con la época del año. Lo mejor es que se pueden utilizar para ello todo tipo de ingredientes, como frutas confitadas o macarons.
Invierno
Las bodas de invierno suelen jugar con las peculiaridades de la estación. Los tonos cálidos se apropian de las mesas, muchos apuestan por grandes salones con chimenea para celebrar su enlace, y la presencia de la nieve suele colarse en algún detalle. Y sí, a veces es la tarta. Además de crear un postre con cobertura blanca, desde Indicakes proponen un dulce con adornos espolvoreados con azúcar glas, una forma de emular la nieve caída en la estación más fría del año. Una idea de lo más original que convierte esta tarta de boda en la elección perfecta de los meses de invierno.
Invierno
Pocos momentos hay en los que apetezca más una taza de chocolate que en los días más fríos del invierno. Por eso no sorprende que muchas parejas opten por este delicioso ingrediente que enamora a la mayoría para su tarta de boda. El postre de la imagen, de Martina Zuricalday, está además decorado con macarons de chocolate y flores, adornos con los que dar un aspecto diferente a uno de los sabores más recurrentes en el mundo de la pastelería.
Primavera
Si en otoño las tartas de boda se llenaban de tonalidades granates y anaranjadas, acordes a la estación, en primavera suele haber una explosión de color. Un alegría que, si bien no se cuela tanto en las coberturas o los sabores –muchos novios prefieren no arriesgar demasiado– sí lo hace en los adornos. En estos meses las flores son las grandes protagonistas de los postres, aunque sus tonos no siempre revelan los sabores del interior. Este pastel, de Indicakes, es de chocolate relleno de mermelada de frambuesa y ganache de chocolate negro. ¡Una delicia!
Primavera
Pero que haya una explosión de color en primavera no significa, necesariamente, que las tartas de boda sean estridentes. Algunas parejas prefieren dulces decorados en tonos pastel, como esta propuesta de Martina Zuricalday, adornada con macarons y flores en rosita y blanco.