Los consejos de las parejas que ya han aplazado su boda están llenos de optimismo

Cerca de 17.000 parejas en toda España se han visto obligadas a aplazar su boda por la excepcional situación que está viviendo nuestro país. Aunque muchas se casaban en marzo, abril o mayo, otras de las que tenían previsto celebrar su enlace durante el verano también han decido posponerlo ante la incertidumbre que todavía hay sobre cómo serán las bodas de los próximos meses. "Creemos que va a cambiar la forma de celebrar las bodas, pero porque la palabra celebrar va a tener más fuerza y más significado que nunca. Hasta ahora ¿quién se había planteado no poder abrazar a un ser querido? Creemos que el amor va a volver a ocupar el lugar que, en cierta manera, había perdido en una celebración como una boda", explicaban a HOLA.com Inés y Tania, wedding planners de Marketing for lemons. Pero todavía quedan muchos indecisos que no saben si aplazar, o no, su gran día. A ellos, las parejas que ya han pospuesto su boda les lanzan un mensaje de ánimo y más de un consejo.

Revisar los preparativos

Nerea y Miguel: "Nuestro consejo es paciencia y si no han empezado a organizar el enlace lo mejor es que esperen a que todo vuelva a la normalidad. También es un buen momento para revisar los preparativos y coger ideas. A nosotros nos ha pasado que con tanto tiempo en casa hemos aprovechado para retocar lo que ya teníamos organizado".

No perder la ilusión

Ceci y Borja: "Mi consejo es que se mantengan positivos, porque la boda se va a hacer sí o sí, siempre que tengan la misma ilusión y el mismo amor que se tienen ahora. Nos merecemos una boda maravillosa y es lo que vamos a tener, sea este año o cualquier otro. Si su fecha todavía no está tan cercana, que esperen un poco y que estén en contacto con sus proveedores para ir tanteando posibles cambios de fecha; y si han tenido que cambiar a una boda de otoño invierno, que recuerden: "bodas de invierno, bodas de cuento". Cualquier estación del año es preciosa para casarse y tiene un encanto especial. Y si, finalmente, tienen que posponer, es normal estar triste unos días, ¡pero que también tiene un montón de cosas positivas! Más tiempo para ahorrar dinero y para hacer los pagos (que eso es lo más que van a agradecer), más tiempo para ponerse cada vez más guapos y llegar a la fecha espectaculares, para sanear las puntas del cabello, para entrenar… En definitiva, no verlo como algo malo sino como una segunda oportunidad para hacer las cosas mejor todavía, ¡ahora que ya sabemos cómo se organiza una boda y todo lo que conlleva!".

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Mantener la calma

Andrea y Héctor: "Qué ante todo mantengan la calma y que intenten ser flexibles ante esta situación nueva y desconocida para todos, que es algo que no depende de nosotros y por tanto no podemos controlar, por lo que tenemos que adaptarnos de la mejor manera posible. Y sobre todo me gustaría decirles, como wedding planner, que estén tranquilos porque las bodas volverán y las disfrutaremos más que nunca".

Lo mejor, relajarse

Alberto y Encarni: "Que se relajen, la situación que nos ha tocado vivir es la que hay y si piensan que puede haber ciertos problemas con la boda que siempre han deseado, lo mejor es aplazarla, para así disfrutar al máximo del día que siempre habían soñado con sus seres queridos".

Volver a soñar

María y Alberto: "A pesar de esa incertidumbre al no saber cuándo se va a poder celebrar, les diría a todos las parejas que, ¡vuelvan a ilusionarse!, ¡vuelvan a soñar! Ya que, esta vez, se pueden permitir imaginar la llegada de ese gran día cargada de una mayor ilusión y alegría por parte de todos los que formaran parte de él".

Mover la fecha

Pilar y Raúl: "Les recomendaría que si quieren que sea un día inolvidable como soñaban, lo más sensato es que la cambien de fecha. Más aún si quieren que vayan todos sus familiares y amigos; saber que no se va a contagiar nadie".

Tener un plan B

Andrea y Luis: "Yo, personalmente, soy muy organizada y necesito, en medida de lo posible, tener todo bien atado y controlado. Como vivimos un momento de incertidumbre absoluto, yo lo que hice (y recomiendo a las novias) es organizar un Plan B de boda, con nueva fecha y con todos los proveedores organizados para ambas fechas. Y mucho ánimo. Al final todo llega, y cuando llegue, disfrutaremos más que nunca y tendremos aún más cosas que celebrar".

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Pensar en los invitados

Ana y José Enrique: "Nuestro consejo sería valorar la posibilidad de adaptar la fecha para el próximo año, aunque realmente conocemos por testimonios de otros novios que han querido posponerla, los espacios se lo han puesto complicado y han llevado asociados costes añadidos, entonces sería una opción que habría que valorar… También pensar en los invitados que llevaríais. En nuestro caso era una boda muy numerosa, entorno  300 personas, pero además de todo esto nosotros teníamos muchos invitados del sector sanitario, incluso yo misma. Esta idea nos hacía pensar que nuestro enlace no iba a ser del todo cómodo ya que aunque la situación mejorase un determinado grupo de nosotros iba a seguir probablemente teniendo contacto con pacientes… Finalmente pensar en la parte positiva de todo esto, vamos a disfrutar por dos de la emoción de preparar y de organizar, además creemos que disfrutaremos muchísimo más nuestra boda después de todas las emociones que ha generado este proceso".

Volver a ilusionarse

Edu y María: "A todas esas parejas que tienen la incertidumbre, tienen que ser positivas, ver la mejor versión de este momento y volver a ilusionarse. Es difícil con tantos preparativos, tantos detalles acabados con esas fechas, pero no imposible y siempre quedará un buen recuerdo. Si estáis pensado en aplazar no tengáis miedo, todos los proveedores os van a ayudar porque ellos también sufren esta situación y van a hacer todo lo posible para que vuestro día sea el soñado. Volver a ilusionaros con poder abrazar a vuestros invitados que ese día os acompañaran con más ganas todavía".

Ser feliz con la decisión que se ha tomado

Miriam y Carlos: "Una boda y todo lo que la rodea es muy personal, lo importante es que con los años, cuando todo esto termine y se mire hacia atrás estemos felices de haber tomado la decisión que más se adapte a la forma de ser de cada pareja. Habrá parejas que tengan preferencia por el enlace en sí y el viajar no sea tan relevante como para aplazar la boda por ello; habrá bodas más íntimas en las cuales el tener que limitar la celebración a unos pocos familiares no afectaría a lo planeado con meses de antelación. Nosotros decidimos posponerla casi un año porque no existían ya garantías de pasar el día como tantas veces hemos imaginado, el 20 de junio es solo una fecha, y para nosotros 'el día de nuestra boda' implica estar rodeados de familiares y amigos, celebrando y disfrutando cada minuto, llenos de besos y abrazos de alegría, sin ningún tipo de restricción ni temor y estirar todos esos momentos de felicidad con el viaje".

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