Las parejas españolas suelen dedicar, de media, un año para organizar su boda. Aunque también hay excepciones, novios que se plantean hacerlo en seis meses y otros que invierten cerca de dos años. En realidad, el tiempo está determinado por distintos factores, pero el objetivo siempre es el mismo: celebrar el nuevo paso que dan en su relación. Sin embargo, la crisis sanitaria que estamos viviendo hace que muchas parejas se vean obligadas a aplazar su boda. Se estima que cerca del 62% de las que estaban previstas para 2020 se han dejado para 2021. Y todavía son muchos los que siguen dudando qué hacer con su enlace. Una situación que puede generar cierto estrés y tristeza en los contrayentes. Pero posponer no significa, ni mucho menos, cancelar. Sino dejar la celebración para más adelante.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Las recomendaciones de las wedding planner
"Ya nos ha tocado pasar por esta situación, y en el caso de nuestras parejas es relativamente "fácil" para ellas. Contratar a un wedding planner es sinónimo de tranquilidad y de evitar gestiones por parte de los novios así que de todas y cada una de ellas nos hemos encargado nosotras. Ellos, los pobres, bastante tienen con asimilar que su boda se pospone...", nos explican Inés y Tania, las wedding planners de Marketing for Lemons. Ambas nos cuentan que la mayoría de sus novios están emplazando la celebración para la primavera y el otoño de 2021. "Lo más importante siempre es: primero encontrar una fecha nueva que a la pareja le guste, y segundo, que sea una fecha en la que todos los proveedores que estábamos contratados, podamos igualmente desempeñar nuestro trabajo. Es importante que el sector se muestre unido en estos momentos, e intentar que nadie salga perdiendo más de todo esto".
- ¡Ellos ya se han casado! Y dan estos consejos a quienes sienten incertidumbre con su boda
Aunque esa espera pueda hacerse larga Inés y Tania tratan de verla de la forma más positiva posible. "Atrasar una boda es una faena, pero ¿qué tal si lo planteamos como alargar el tiempo de soñar? El tiempo de estar comprometidos. El día pasa rapidísimo y disfrutar de los previos es algo en lo que siempre insistimos a nuestras parejas. La vida nos acaba de obligar a disfrutar del tiempo, del tiempo libre, del de preparativos, del estar juntos en casa y hablar tranquilamente de lo que queremos y lo que no, es tiempo de soñar. Porque cuando todo esto pase valoraremos más el estar juntos, los abrazos y los besos, ¿y hay una forma más bonita de hacerlo que celebrando una boda? La gente que no se casa, se juntará, pero seguramente no consiga reunir a toda la familia o todos los amigos. ¡Nuestras parejas sí! Y por eso, valdrán la pena los lloros, los disgustos y todos estos contratiempos, y celebraremos como nunca y como nadie, porque si por algo somos afortunadas es por la calidad humana de las parejas que nos contratan. Lo teníamos claro antes de esto, pero con su forma de actuar ante todo esto nos lo han reafirmado, y de verdad que ellos son vitaminas para nosotras".
- ¿Cambiar la fecha de las alianzas si se aplaza la boda? Las novias responden
Si tengo que aplazar mi boda, ¿por dónde empiezo?
En lo que coinciden todas las expertas es que hablar con la iglesia o la finca en la que se va a celebrar la boda debería ser uno de los primeros pasos. "Si tienen wedding planner ella se encargará de todo como hacemos nosotras desde Bambarela; pero si no tienen, lo primero es hacerse un cuadrante con posibles fechas para ir apuntando en las que pueden sus proveedores. Deberían hablar con ellos en este orden: iglesia, finca, catering, fotografía, vídeo, DJ, etc.", puntualizan Almudena y Blanca.
Don Julián Ros, párroco de San Juan Bautista (Catedral de Albacete), vicario general de la Diócesis y vicario episcopal de la capital nos explica que "cada pareja está haciendo lo que considera conveniente y desde la parroquia les damos todas las facilidades para buscar otra fecha cuando lo estiman oportuno". Una decisión con la que coinciden otros párrocos de diferentes iglesias españolas y que en ocasiones lleva a ampliar el número de bodas celebradas por día. Si por el contrario se trata de una boda civil, desde ayuntamientos como el de Madrid están dando la opción de posponer la fecha hasta que todo mejore.
- Un vestido de 'no novia' para Sara, la chica que celebró una boda íntima con 13 invitados
La situación en las fincas es un poco diferente dada que su flexibilidad a la hora de proponer fechas es menor. Por lo general, cada uno de estos espacios solo celebra una boda –dos como mucho– por día, algo que complica emplazar los enlaces a meses en los que la temporada todavía es considerada alta. "Aplazar no es sinónimo de cancelar. Cuando hablamos de cancelar, es que los novios deciden no casarse, por lo menos este año. El aplazamiento se considera que el evento es en este mismo año. Las opciones que ofrecemos son nuestras fechas disponibles", nos explica Ignacio Araluce González, administrador de la Finca Prados Moros, ubicada en plena sierra de Guadarrama.
- Marta, la novia que eligió un vestido de Zara para una boda íntima y familiar
Fotógrafos, catering, decoración... El segundo paso
Lorena San José es una de las fotógrafas españolas más solicitadas –ella fue la encargada de inmortalizar, por ejemplo, la boda de María Pombo–. Nos explica que, en realidad, para hacer frente a esa situación imprevista es importante cambiar la mentalidad. "Al final se trata de reducir la temporada de bodas, descuadrar la agenda que teníamos preparada, cambiar todos los planes y repartir más el trabajo entre el equipo. En nuestro caso será una locura de viajes, jornadas de trabajo muy largas y los tiempos de entrega se alargarán por este motivo y creedme que será bastante duro condensar el trabajo que generalmente hacemos en 9 meses. Pero también nos afecta mucho a nivel emocional. Te da mucha rabia y mucha pena cuando ves a las novias tan agobiadas o tristes. Intento transmitirles calma y sobre todo mantener la ilusión. Todas la bodas son especiales independientemente de la fecha o el lugar (en Instagram estamos contando ahora los contras que ha tenido cada boda y que no se imaginarían) porque lo importante no cambia", nos cuenta.
Con ella coindice Rody, uno de los fotógrafos que forman parte de Kiwo Estudio, otra de las empresas del sector nupcial más solicitada en España. "Aunque cada caso es diferente, estamos haciendo todo lo posible, en muchos casos nos reservaron la fecha con más de un año de antelación. Por desgracia para reprogramar es una tarea complicada, ya que el resto de proveedores también deben estar disponibles". Eso sí, desde aquí también tratan de evitar que el ánimo de las parejas decaiga. "Lo primero que les decimos es que piensen en la súper fiesta que habrá el día de su boda cuando todo esto termine y las ganas que van a tener sus invitados de darlo todo... Es una situación terrible y de mucho estrés por lo que no podemos hacer más que apoyarles y ayudarles en todo lo que está en nuestra mano. En el triste caso de no poder acompañarles ese día, intentamos recomendarles a algún compañero de confianza. Creo que como el resto de la sociedad, los fotógrafos y videógrafos de boda vamos a tener que estar más unidos que nunca y ayudarnos entre todos a superar esta situación sin precedentes".
- ¿'Sitting' o 'seating'? Por qué saber diferenciarlos te ayudará a que tu boda sea de 10
Desde Doña Francisquita Catering, Francisco Fernández, responsable de marketing, llama a la calma. "La incertidumbre ante este escenario es importante, sin embargo hay que mantener la calma y no dejar que nos inunde el nerviosismo. Si cuando la fecha se aproxime las circunstancias, la confianza o el ánimo no es pleno será momento de buscar opciones de aplazamientos, y nuestro equipo se encargará de buscar propuestas maravillosas una vez más. Si por el contrario la situación es buena, no se necesitará aplazar el momento tan deseado del 'sí, quiero'. Por tanto, paciencia y templanza. Si hay que cambiar, lo haremos rápido… pero si no hay que cambiar, estaremos deseosos de sentir ese 'sí, quiero'. Es importante buscar opciones rápidas y que cumplan las exigencias de nuestros clientes al 100%. Queremos ser parte de su vida, de su historia y por supuesto de su momento más especial. Un momento especial que tiene que esperar, pero que llegará y será maravilloso".
Esa calma también la trata de transmitir Joan Conejo, decorador y diseñador de eventos. Nos cuenta que ellos se vieron obligados a posponer todas las bodas que tenían agendadas para los meses de marzo, abril y mayo, muchas de ellas a 2021. "Nosotros les hemos recomendado tener mucha calma y pensar bien entre los dos la decisión que vayan a tomar de total acuerdo. Pero lo más sensato es aplazar por ahora la celebración del enlace. Entendemos que esta es una decisión difícil y que implica pensar mucho en los demás a parte de ellos mismos y sus sentimientos. Implica responsabilidad con sus invitados y no poner a nadie en riesgo. Su boda es su máxima ilusión, donde habían depositado todos sus esfuerzos y ahora no deben de abandonar esa misma ilusión y esfuerzo para vivirla de igual manera en otra fecha". Él recomienda que la pareja sopese bien el cambio y haga un balance de sus prioridades. ¿Qué es más importante: casarse lo antes posible o mantener toda la idea inicial? Quizá, mover la boda implique un gasto económico mayor –en otoño e invierno se suelen utilizar carpas que en verano no son necesarias– o una decoración totalmente diferente. A partir de ahí se puede buscar la mejor opción. "Estas son algunas cuestiones que vale la pena que queden claras", puntualiza el experto.
¿Qué sucede con el vestido de novia?
Aplazar la boda a una fecha similar –aunque en el próximo año– no tiene mayor problema a la hora de adaptar el vestido. La diseñadora Laura Escribano asegura que los cambios suelen ser bastante sencillos. Por ejemplo, si la boda inicial estaba prevista para primavera y finalmente tiene lugar en verano, basta con quitar alguna capa; si el cambio es de verano a otoño, se podría recurrir a la manga larga o revisar los tejidos; y si es de primavera a otoño no debería haber demasiadas modificaciones, ya que ambos periodos son de entretiempo. "Es más conflictivo mover la boda de verano a invierno que de invierno a verano en cuanto a diseño de vestido y look se refiere. Es importante tener en cuenta que todos estos puntos dependen también de dónde te cases. Por ejemplo, no es lo mismo casarse en Canarias que en Madrid. Las islas cuentan con un clima mucho más suave que la capital, es decir, no hay un cambio tan brusco de temperatura entre estaciones", explica la creativa.
- Cómo adaptar un vestido de novia de verano a los meses más fríos del año
Comunicar que se ha aplazado la boda
Este es uno de los problemas con los que se han encontrado más parejas pero, por suerte, tiene solución. Los expertos proponen recurrir a invitaciones digitales. "En los casos de parejas a los que ya les produje las invitaciones, al haberles diseñado y conocer la papelería de su boda, les estoy haciendo invitaciones online a juego con el resto de elementos (invitaciones físicas, minutas, meseros, marcasitios, etc.). En el caso de las parejas que acuden a mí por primera vez, trato de hacerles diseños online que sean coherentes y tengan elementos en común con las invitaciones ya enviadas. Es importante que los invitados al recibir estas invitaciones online sepan percibir el mismo nivel de cuidado para que entiendan que la ilusión por la boda no ha desaparecido, sino que es todavía mayor, y que esa boda será más especial porque se le esperará con más ganas que nunca. Y para eso esa invitación online tiene un papel fundamental", explicaba María Muñoz, fundadora de The Spaniel Studio.
- Cómo reducir la lista de invitados para adaptarse a las normas de cada Comunidad Autónoma
¿Y el viaje de novios...?
Una vez concluida la boda llega el que es, para muchos, uno de los momentos más esperados: la luna de miel. Un viaje que casi siempre suele ser a un destino que la pareja lleva mucho tiempo queriendo visitar y que se perfila, para la mayoría, como el gran viaje de su vida. "Aplazar significa, exactamente, aplazar la realización del viaje a otras fechas. Y, en cuanto a las opciones, son exactamente las mismas que cuando decidieron confiar su luna de miel a nuestra agencia de viajes. Ponernos al servicio de las parejas para que nos digan si desean viajar al mismo destino y en qué fechas, pues suponemos que muchas de ellas habrán tenido que aplazar la celebración de su boda ante la imposibilidad de compartir ese momento tan importante con sus seres queridos", explica Fernando Tomás, Director de Comunicación de Viajes El Corte Inglés. Ana Alonso, directora general de viajes Nuba, una empresa con más de 25 años de experiencia en el sector explicaba a HOLA.com que ellos continúan organizando viajes de novios. "Lo estamos haciendo igual que se hacía anteriormente", apunta. "Pero limitándonos a aquellos destinos a los que se puede viajar, con mucha flexibilidad tanto en las fechas como en el tipo de servicios, sobre todo por el tema de los vuelos. Trabajamos mucho el tipo de viaje, siempre a medida y adaptándonos a las circunstancias".
- ¿Luna de miel durante la 'nueva normalidad'? Los expertos despejan todas las dudas