Decía Isabella Blow que ella no utilizaba sus tocados como un accesorio, sino como una extensión de ella misma. La reconocida editora de moda y musa del prestigioso diseñador de sombreros Philip Treacy, utilizaba cada día una creación diferente, que transformaba por completo su look. No hubo ni un momento en el que no luciera uno de los diseños del irlandés y, sin duda, tuvo un papel más que relevante en la popularidad del creador que debutó en los años 90. Gracias a ella y a su importancia, el mundialmente conocido como el maestro de los tocados, no solo ha conquistado a invitadas de los cinco continentes –inglesas incluidas, las más exigentes en estos términos por estar más que habituadas a utilizar los accesorios–, también a novias. Y son precisamente estos complementos para la cabeza, de los que él es modelo a seguir, los que esta temporada gozan de protagonismo entre quienes contraerán matrimonio próximamente, para acompañar al velo y al peinado en la boda.
Diseños virales en las redes sociales
Con el trabajo de Treacy como influencia, muchas de las futuras esposas se inspiran en las redes sociales para dar forma al estilismo del día de la ceremonia. Solo hay que recordar el éxito viral de Isabel Muñoz Rojas, con una gran pamela y el velo anudado, allá por 2016, que aún hoy sigue generando conversación y que la hizo una adelantada a su tiempo, pues muchas se fijan ahora en aquel gesto con intención de repetirlo. Si bien algunas novias prefieren renunciar al velo por cuestiones prácticas y estéticas, las más tradicionales o las amantes de lo vintage, creen que esta pieza tiene un papel destacado en su look. Los accesorios para la cabeza (tocados, coronas y horquillas) son, desde hace unas temporadas, grandes aliados de quienes se casan en los próximos meses. Especialmente las diademas, que por su sencillez y practicidad se han convertido ya en un básico de bodas, bautizos y comuniones.
¿Por qué gustan a las novias?
Más allá de los clásicos pasadores y creaciones joya, las propuestas de esta temporada pasan por flores naturales, diademas estilo años 60 y peinecillos repletos de detalles. El mimo por cada pieza es una de las máximas del sector y María Sánchez, directora creativa de la firma Flores en el Columpio, lo sabe. La diseñadora nos explica que conoce a la perfección las ventajas estéticas de estos accesorios: "Seguimos teniendo novias que optan por el velo, al menos durante la ceremonia. Lo bueno tanto de los tocados, como de las coronas, es que son muy fáciles de manipular en el caso de que la novia quiera quitárselos".
Entre los diseños más populares de las novias que recurren a la marca madrileña destacan sus coronas con doble volumen, "con una parte más fina y otra más ancha, para que las novias puedan elegir si quieren más presencia de flores por delante o por detrás de la cabeza", explica. También los tocados de tamaño medio, que se colocan por encima del velo, recogen muchos likes en las principales cuentas de redes sociales dedicadas al universo nupcial.
La personalización: piezas únicas para las novias más exigentes
Por suerte para las que se animen a probar la tendencia, el mercado ofrece una gran variedad de ideas con precios y diseños para todos los gustos. Con color, con materiales inesperados o con aplicaciones cuidadas al milímetro, los tocados y diademas de novia se han ido sofisticando con los años y actualmente permiten un alto nivel de personalización, pues no solo importa su diseño, también su comodidad y el efecto que producen en quienes lo llevan puesto. Todas las marcas que ofrecen la opción de diseñar uno de estos accesorios de manera exclusiva, proporcionan un plus de confianza a muchas novias exigentes que quieren contar con un look único y hecho por y para ellas. En este sentido, María apunta que "los complementos suelen estar realizados a la medida de la cabeza de la novia, y a la de los tonos de su ramo o de los complementos que pueda llevar, ya sean zapatos, pendientes o velos de diferentes colores".
Al igual que la empresa madrileña, firmas como M de Paulet o Buffuna Hats, incluyen la posibilidad de customizar o crear desde cero una pieza exclusiva. La primera emplea materiales de orfebrería, cristal, coral, piedras naturales y telas que consiguen el efecto anticuario que tanto caracteriza a la casa. Con sedes en Madrid y Bilbao, los tonos dorados y plateados, en diseños ornamentales, florales y con estrellas son su seña de identidad. Quienes llegan a su taller lo hacen conociendo su estilo, pero "es importante que cada novia se sienta una misma y eso es lo que más nos piden", aclaran a HOLA.com. Por ello hacen partícipe a sus clientas, sus Paulet –como el propio equipo de la marca las denomina–, de todo el proceso creativo.
Por su parte, la segunda, desde su coqueto taller sevillano, realiza una labor completamente artesanal y está detrás de algunas de las novias que más gustaron el pasado año. Si bien cuenta con algunas piezas de colección, Patricia Buffuna, directora creativa, trabaja también bajo pedido y lo hace con proveedores locales y bajo criterios ecológicos, "de modo que cuando compres un sombrero no solo ganemos nosotros, sino nuestros vecinos… y los tuyos", recalcan en su web.
También sobre la pasarela
Pero, ¿de dónde viene la tendencia? Basta con adentrarse en los lookbooks e imágenes de pasarelas de compañías del mundo nupcial como Berta Bridal, Anne Barge, Naeem Khan o Carolina Herrera, para encontrar la respuesta. En las presentaciones de las principales colecciones se han podido ver creaciones muy diversas (incluso de colores oscuros, como el negro o el azul marino), que acompañan, con estilo, diferentes looks de novias. Desde diademas con reminiscencias retro que se combinan con propuestas ligeras y relajadas, hasta diseños florales que funcionan como compañeros de vestidos ceñidos y escotados. En definitiva, los tocados no son solo para invitadas.