"Me volvería a casar con el mismo vestido una y otra vez". Esto es lo que, según María López, deberían pensar todas las novias cuando eligen el diseño que llevarán el día de su boda. Y lo que hizo ella, una navarra bastante tímida a la que las redes sociales han dado más visibilidad de la que, quizá, habría imaginado. Su vestido, diseñado por Flor Fuertes, se convirtió en uno de esos looks virales que se quedan guardados en la retina de expertos en el sector nupcial y amantes del mundo de las novias en general. ¿Los motivos? Muchos. Desde el tono, que escapaba del tradicional blanco que lucen la mayoría de las chicas que se casan, a su longitud. "Me inspiré en los diseños de Valentino, Luisa Beccaria… vestidos que combinan movimiento y volumen. Dos elementos que quería tener en el mío. A eso, se sumaba, que siempre me ha encantado (chiflado) el plisado. Además, tenía claro que no quería un vestido de color blanco y tampoco llevar velo ni cola", nos explica.
Foto a foto, todos los detalles del look nupcial de María
Después de buscar en firmas especializadas un diseño que encajara con sus gustos, María concluyó que lo mejor era hacerse un vestido a medida. Una prenda exclusiva que se adaptara totalmente a ella. Aunque la mayor parte de las novias –un 67,7%– opta por comprar un diseño de colección, cada vez es más frecuente encontrar chicas que buscan opciones totalmente a medida. Prendas que no solo representan la personalidad de cada novia, sino que favorecen especialmente su cuerpo. "Tenía muy, muy claro que, si no encontraba el vestido de mis sueños diseñado ya por alguna firma, mi diseñadora iba a ser Flor Fuertes. La seguía desde hace tiempo y siempre me habían hablado muy bien de ella. Me gusta por la originalidad de sus diseños y porque es única en cómo se adapta a cada novia. Consigue hacer diseños especiales que no siguen una línea estética común, son vestidos que solo consigue hacer ella", apunta.
La navarra nos explica que el proceso creativo, hasta dar con el vestido de sus sueños, fue muy sencillo. "Cuando le expliqué a Flor lo que tenía en mi cabeza me ayudó a definirlo y plasmó exactamente lo que yo quería. De los bocetos que me preparó, me gustó todo. Y sobre ese boceto, fuimos evolucionando el diseño hasta que se convirtió en el vestido de mis sueños". El resultado fue un vestido totalmente plisado, confeccionado con chiffon de seda, que dejaba al descubierto los hombros de María y no llegaba hasta los pies, sino que se cortaba un poco antes, creando un efecto asimétrico en la zona delantera. "Recuerdo con mucha ilusión el momento de elegir las telas. El forro era de satén en color arena y en la parte de arriba llevaba ocho capas de chiffon de seda plisadas a mano. El plisado a mano le daba un toque rústico, muy natural al diseño y, la combinación de una tela sobre otra era justamente el color que yo había imaginado. Además, el largo también era irregular lo que permitía que se vieran el forro y los zapatos al andar. Quisimos que el volumen del vestido se centrara en la parte del escote, poniendo varias capas de seda plisada haciendo de volantes en todo el contorno. Éstos también tenían movimiento por lo que, al andar, se movía todo. Es una maravilla de vestido".
Una de las peculiaridades del vestido de María es que, en realidad, no abraza claramente ninguna tendencia. Aunque es cierto que los plisados se ven cada vez más en las propuestas de los diseñadores nupciales y los escotes que dejan los hombros al descubierto gustan, no podríamos encuadrar el diseño dentro de la categoría de vestidos que beben directamente de las tendencias. La navarra nos explica que eso no era necesario para ella. "Considero importante empaparse de muchas fotos y diseños, para poder saber qué quieres y qué te apetece llevar. De todas formas, también pienso que al final da igual si una novia prefiere un diseño súper de moda o un vestido antiguo heredado. Ese día eres tan, tan feliz que lo que llevas puesto es lo de menos. La sonrisa que no se te quita en todo el día es tu mejor vestido".
Detalles que hacen que un look nupcial se viralice
Pero las elecciones con las que María logró que su look nupcial triunfara en redes sociales no se restringen solo al vestido, también al resto de complementos y a su maquillaje. Como los zapatos iban a tener un protagonismo especial por la asimetría del diseño, apostó por unas sandalias de Jimmy Choo de un tono muy similar al del forro del vestido. En cuanto a las joyas, María optó por unos sencillos pendientes brillantes –en el día a día no suele lucir este tipo de piezas y no quería verse rara– y un anillo de su madre, con el que cumplió con la tradición de llevar algo prestado. El otro gran toque de color lo puso el ramo. "Lo elegí una semana antes. Fui a la floristería de confianza y sobre la marcha lo montamos. Quería que fuera un ramo muy silvestre y provenzal, que también siguiera la tónica del vestido (natural y rústico). Mezclamos blancos, azules, rosas, amarillos y verdes y el resultado fue un ramo que parecía que lo acabábamos de recoger del campo".
El peinado de María es, quizá, el detalle de su look que más bebe de las tendencias. "Estuve dudando entre llevar el pelo suelto o recogido. Finalmente, por el escote del vestido me decanté por un moño de bailarina. Es el moño que suelo llevar yo cuando me recojo el pelo. Me daba mucho miedo no verme a mí misma, no ser yo, así que opté por esto. Al final, fue todo un acierto. Ese día iba a llevar unos pequeños adornos en el pelo y cuando me vestí y maquillé, decidí quitármelos porque me veía disfrazada. ¡Y eso que eran minúsculos!", nos cuenta. Un elección con la que culminó, con acierto, su look nupcial.