Dicen los expertos que, en una boda, debe haber una cierta conexión entre todos los elementos que la componen, desde las invitaciones a los arreglos florales de la iglesia, pasando por el candy bar o esos rincones que nunca deberían faltar. Y en ese sentido, la decoración de las mesas no es una excepción. "Se tiene que pensar mucho en la vajilla, los manteles, y que los colores, no las flores, sean complementarios", explican desde Bourguignon. En un momento en el que en las mesas es válido casi todo, hay tendencias que gustan más que otras. "Vemos que lo verde está cogiendo muchísima fuerza, así como los colores muy vivos –corales, rosas, azules–. Las flores de estos arreglos son mucho más veraniegas como las peonias corales, las rosas naranjas, los violetas de las lilas, iris, o los azules intensos de los delifinium", apuntan.
Cómo combinar el centro con el resto de la mesa
Desde esta floristería aseguran que se decantan por este tipo de opciones, más coloridas, cuando las mesas "son mucho más simples y optamos por estos arreglos cuando los manteles son más bien en tonos beis. Por el contrario, cuando los manteles son coloridos, elaboramos los arreglos con flores de colores que contrasten y se genere esa sensación de armonía visual".
Un ejemplo de esa armonía visual lo encontramos también en esta composición de La Trastienda Floristería. En ella observamos que los manteles estampados y con colores fuertes, o las servilletas de gamas muy vivas no están reñidas con los centros de mesa. Y no solo eso, sino que además de en tonos blancos, funcionan si se eligen en una gama cromática que ya esté incluida en el resto de elementos. Una elección que, en este caso, sería el rosa.
Colores vivos y plantas verdes
Esa misma tendencia, la de la irrupción con fuerza del color, también la observan desde Savia Bruta. "Los colores y las texturas arriesgadas vuelven a sorprender. Podemos encontrar un auténtico campo de flores silvestres recorriendo todo el largo de una mesa imperial. Una mesa en la que no faltan los frutos silvestres de la montaña y todos aquellos vegetales que casi nos hacen sentir en una plena ladera verde".
Y es que cada vez con más frecuencia, las plantas de hojas verdes e incluso los arbustos, se utilizan para decorar unas mesas que crecen en originalidad y altura. Desde La Trastienda Floristería se suman sin duda a esta tendencia. "Este año nuestra apuesta en los centros de mesa, es que la naturaleza luzca en todo su esplendor. Los centros se componen de flor natural combinada con flor seca, dando aires asalvajados o muy silvestres, incorporando pampas, frutos, plumas además de decoración adicional como bases diferentes, candelabros con velas, jarroncitos de cristal, etc.".
Centros de mesa románticos
Aunque las composiciones tropicales gustan, los diseños de apariencia más romántica también tienen su espacio. "Estos centros tienen colores homogéneos, con mucha flor, texturas y complementos más románticos (velas, bodegones…). Este estilo es probablemente el que más se vea en internet y es una tendencia mucho más americana que europea pero que, poco a poco, esta cogiendo mucha fuerza en Europa. En términos de flor, son más protagonistas flores de jardín, usando sobre todo las más características de la temporada como las rosa y sus mil y un colores".
La importancia del jarrón
Además de elegir las flores más adecuadas para que combinen con el resto de los elementos de la mesa y ayuden a crear una composición más armoniosa, el recipiente en el que se coloquen también merece una atención especial. "La naturaleza es un pozo inagotable de inspiración e ideas reativas, más monocromático pero expresando vitalidad, elegimos un centro de mesa inspirado en un jardín típico y en los bodegones de los Dutch Master, con un recipiente único de cerámica artesanal. Una verdadera joya que te hace sentir como en casa", explican desde Savia Bruta.
En Bourguignon aseguran que, dependiendo del tipo de composición floral, hay unos recipientes que funcionan mejor que otros. "Los jarrones para los arreglos más románticos tienden a ser de colores más mate, y si son en oro, en un oro mate y usado. Esta tendencia tiene como raíz los arreglos vintage y campestres de hace unos años y que se ha amoldado a un concepto nuevo y modificado del shabby-chic".
Composiciones de diferentes alturas
Otro punto a tener en cuenta es la disposición de las flores dependiendo del efecto que se quiera conseguir. "Siempre combinamos centros de mesa altos y bajos para crear movimiento y evitar la monotonía", aseguran desde La Trastienda. Explican que, por ejemplo, gracias a los centros bajos logran crear la sensación de que las plantas inundan las mesas, logrando ese aspecto natural y asalvajado del que hablaban antes. Cuando trabajan con centros altos, por el contrario, buscan simular que las plantas nacen de la propia mesa.
Esa necesidad de crear movimiento también está presente en las propuestas de Savia Bruta. Ellos, por ejemplo, incluyen en las mesas imperiales soportes altos de metal en los que colocar flores de diferentes tamaños, colores, formas y texturas. El resultado es un estilo que, sin abandonar la naturalidad, ofrece una visión nueva de los adornos más convencionales.