Dependiendo de si la boda se celebra por la mañana o por la tarde, el protocolo marca que las invitadas deben llevar un tipo de prenda u otra. Por ejemplo, los vestidos largos están reservados para la última hora del día, los cortos es mejor lucirlos por la mañana y los diseños midi funcionan siempre. Pero si eres de las que prefiere el pantalón a las faldas y además tienes un parentesco muy cercano con la novia –eres su hermana o una de sus mejores amigas– un mono puede convertirte en la más elegante de la boda en cuestión de segundos. No es casualidad que esta prenda se haya convertido en un comodín para las invitadas. Además de resultar cómodos, suelen ser fáciles de llevar y combinar, sobre todo si se trata de diseños de colores lisos o con estampados clásicos. Basta elegir el que mejor se adapta a cada silueta y combinarlo con los accesorios adecuados –ante la duda mejor básicos– para triunfar.
Paloma Cuevas diseña su tercera colección de vestidos de fiesta para Rosa ClaráPor Olivia de la Torre