Pendientes con 'efecto buena cara' para novias que quieren un maquillaje discreto

Las novias suelen ser conscientes de que todos los detalles que componen su look nupcial influyen unos en otros. El tipo de vestido marcará el estilo de los accesorios; si se opta por velo o no resultará determinante para el peinado; y si se quiere lucir un maquillaje sencillo y poco llamativo, las joyas podrían ayudar a conseguir ese efecto buena cara tan deseado. Eso sí, no todos los diseños valen. Los que están salpicados de brillos, en tonos metalizados o con flores son los que más beneficios poseen.

Llenos de brillo

Las prendas salpicadas de pedrería o lentejuelas tienen el poder de reflejar la luz que reciben y, por tanto, multiplicarla. Un efecto similar es el que consiguen los pendientes de brillantes o cristales sobre el rostro, al que aportan, de inmediato, una mayor luminosidad. Por eso son muy adecuados para novias que prefieren prescindir del iluminador el día de su boda.

Pendientes de plata con formas de flor compuestos por piedras engastadas, talla brillante, de Steven Khalil (263,50 euros). 

Un diseño artesanal y exquisitamente trabajado en oro blanco con pavé de diamantes. Son los pendientes Monach, de Rabat (c.p.v.).

Engastados en talla baguette, con brillantes y de oro blanco. Este fabuloso diseño pertenece a la colección Grace de Suarez (2.790 euros).

Para las románticas: estos pendientes de oro blanco, son pura elegancia. Contienen seis diamantes redondos talla brillante y pavé de diamantes y pertenecen a la preciosa colección Fiorever de Bvlgari (c.p.v.).

Con perlas

Cada vez es más habitual que las novias lleven perlas el día de su boda. Aunque hace años tenían una cierta connotación negativa, las mujeres del siglo XXI y los diseñadores nupciales coinciden en que su poder supera cualquier superstición. Y es que, si se utilizan en pendientes, además de aportar dulzura al rostro, si se trata de diseños llamativos no es necesario un maquillaje demasiado agresivo.

Pendientes con madreperlas blanca, dorada y cuarzo limón, de Coolook (657 euros). El efecto de los tonos champán y amarillo crean una luz muy favorecedora sobre el cabello y la piel. Se fabrican a medida según las necesidades de cada novia.

Pendientes de oro con cierre de presión y detalles de perlas en los extremos, de Anissa Kermiche (257 euros).

Pendientes con enganche de oro y cadenas de perlas, de By Alona (125 euros).

Pendientes de perlas irregulares con cierre de gancho y aplique de madreperla, de Apples&Figs (310 euros).

Para las más clásicas: este elegante diseño estilo años veinte con perlas cultivadas en agua dulce. Pertenece a la colección Ziegfeld, de Tiffany (400 euros). 

Sí a las flores

Nadie discute que este elemento se ha convertido en tendencia en 2020, al menos dentro del mundo nupcial. Además de salpicar los vestidos de las madrinas más estilosas o colarse en la invitaciones de boda, llegan a los looks nupciales. Si las elijes para protagonizar tus pendientes lograrás no solo estar favorecida, sino que te permitirán llevar los labios maquillados en un tono dulce. ¿El motivo? Equilibran tu look de belleza.

Aros chapados en oro adornados con flores de hortensia y hojas de rusco en blanco y dorado, de Les Couronnes de Victoire (95 euros).

Pendientes de orquídea blanca elaborados a mano en porcelana fría, de Cuckoo B a la venta en My Peep Toes Shop (185 euros).

Pendientes tallados a mano y cubiertos en plata bañada en oro champán, cuarzo rosa y aventurina naturales, de Coolook (479 euros). Su diseño se inspirada en la flor del jazmín de primavera y sus tonalidades.

Pendientes en oro rosa vermeil y plata, con esmalte en lo pétalos y topacios en el dentro de las flores, de Shaun Leane (1.484 euros).

El poder del dorado

No es casualidad que los metalizados convenzan cada vez más a las novias. Además de combinar con el blanco perfectamente sin el riesgo de caer en excesos, aportan frescura al look. Si eliges el oro o las tonalidades doradas para los pendientes podrás prescindir del colorete, ya que te ayudarán a elevar el rubor de las mejillas en cuestión de segundos. Eso sí, cuanto mayor sea el tamaño de la joya, mejor. ¡Haz la prueba!

Pendientes labrados elaborados en oro con adornos de nácar, de Bo & Luca (222,37 euros).

Pendientes de plata de primera ley recubiertos de oro, que combinan un aro con una cabeza de león, de Aristocrazy (199 euros).

Pendientes de plata con baño de oro, con diferentes longitudes, de Rodarte (309,32 euros).

Pendientes Aura, de Coolook (675 euros). Diseñados en oro champán y piedras naturales talladas a mano. Se inspiran en el aura y la energía positiva; de ahí su nombre y su forma y que el cuarzo rutilado sea la piedra protagonista.