Hay muchos momentos cruciales a la hora de planificar una boda: el lugar para la celebración, la elaboración de la lista de invitados, el viaje de luna de miel... Pero ninguno tiene tanta carga emocional como la elección del vestido de novia. Emprender la búsqueda para dar con el diseño que nos acompañará en el gran día no es una tarea fácil. Si ya de por sí el gusto personal en materia de moda bridal es algo que no siempre se encuentra a la ligera, factores externos pueden terminar haciendo que la decisión se complique todavía más, como la compañía o las tendencias de la temporada. Sin embargo, Teresa Helbig, firma especializada en slow fashion nupcial, tiene una serie de consejos que se pueden aplicar para elegir de la mejor manera.
Según la marca, lo que no debería hacer nunca una novia es ir a comprarlo con mucha gente como "sus veinte mejores amigas". Al ir con tanta compañía, la selección del vestido puede terminar convirtiéndose en una festa, alejándose de la idea inicial. No hay que olvidar que, teniendo tantas voces dando una opinión propia, se puede perder el criterio personal, el segundo error según Teresa Helbig. "Ceder a la presión de un tercero, incluso si es un familiar muy querido", es algo que previene la firma, ya que al final debe prevalecer el gusto de la novia tanto en el primer como en el segundo vestido (en el caso de que escoja más de uno).
Lo cual no significa hacer oídos sordos a las sugerencias. Todas las opiniones son bienvenidas según la firma, claro. Aunque dejarse guiar por ellas es algo que depende de cada una. Al final, la mejor de todas las valoraciones no es otra que la que tiene una misma. "Es tu día, haz lo que te dé la gana", recuerdan desde Teresa Helbig. Darle el 'Sí, quiero' al que es uno de los diseños más importantes de la vida puede contar con todo tipo de ideas o aportaciones, aunque al final la decisión la toma la novia, algo que debe ser respetado por todos los asistentes a la compra del vestido.
Otro de los consejos de la marca es la de ser una misma. Y es que en la propia web de Teresa Helbig encontramos su opinión al respecto. Les encantan "las mujeres que insisten en seguir siendo ellas mismas el día de su boda", alejándose de los clichés de ir vestida como una princesa. Tener como referentes a celebridades como Meghan Markle o Chiara Ferragni, diseños de películas o incluso aquellos de última moda, es otro error en el que pueden caer las novias. La firma recuerda que quien apueste por una creación nupcial de tendencia corre el riesgo de verse mal en las fotos cuando pasen unos cuantos años. En ese sentido, mejor dejar las propuestas de pasarela para los looks del día a día.
El último error que se puede cometer a la hora de escoger el vestido de novia es intentar ir a lo barato. Algo que hace que muchas, por miedo al precio final, escojan prendas de mala calidad, lo que se traduce en un resultado poco vistoso. "Una novia enamorada merece lo mejor", afirman desde Teresa Helbig, ya que no todos los días se celebra una boda. "La mejor motivación posible para ahorrar es permitirte el vestido de tu vida", declaran.