Después de casarse, muchas novias aseguran que les encantaría volver a repetir la experiencia. Organizar un día tan importante durante meses, aunque a veces se vuelva un poco complicado, gusta. Sobre todo, cuando el enlace sale tan bien como uno espera y los invitados recuerdan el día con un cariño especial. Pero pocas mujeres tienen la suerte de celebrar dos veces su boda con el mismo hombre. Algo de lo que sí puede presumir la microinfluencer Camille Detant, más conocida en sus redes sociales como @camdet. "Cuando Alex me pidió matrimonio pensamos rápidamente en cómo sería todo y supimos que nos gustaría hacerla en dos fechas y dos lugares diferentes. La razón principal era porque él es del sur de Francia y yo soy del norte. La segunda, porque dos veces nos asegurarían más placer y diversión. ¡El día de la boda pasa muy rápido, demasiado rápido!", explica Camille.
Descubre, foto a foto, los detalles de los dos enlaces
Su primer enlace fue el pasado mes de junio. Después de siete años de relación, durante los que pasaron de ser grandes amigos a pareja, Alex y Camille sellaron su historia de amor en los viñedos que la familia de su actual marido tiene en Francia. Un enclave idílico perfecto para celebrar una pequeña boda civil a la que acudieron 40 invitados. "Quería un vestido especial para esa ocasión, que fuera bonito, pero al mismo tiempo sencillo y elegante. La elección fue complicada. Probé muchas cosas: desde vestidos cortos hasta conjuntos de blusa y pantalón o monos", relata la francesa. Después de muchas pruebas el elegido fue un vestido midi de la firma Sessun que la convenció nada más probárselo y que, rápidamente, recibió la aprobación de sus padres, que la acompañaban ese día. Un mes más tarde, el 13 de julio, tuvo lugar su segunda boda. Una ceremonia religiosa celebrada en el Cense d'Abaumont, que forma parte de los dominios del castillo de Maulde, una propiedad que actualmente es privada. "Para esta celebración la elección fue más rápida. Sabía que quería un vestido con la espalda abierta, resaltar mi cintura, manga corta y detalles en encaje".
Para la ceremonia civil Camille eligió un vestido asequible de Sessun, una firma de moda francesa que recientemente ha lanzado una colección nupcial. Ella se decantó por el modelo Guérande (285 euros), un diseño elaborado en crepe de muselina, con cuello perkins y falda plisada. Aunque quizá, uno de los detalles más llamativos de este diseño, era la pequeña abertura que decoraba su espalda. En la religiosa optó por Laure de Sagazan. "Siempre supe que quería hacer mi vestido de novia con ella. Me encanta su estilo, la calidad de los vestidos, los tejidos… ¡y el atelier de París es increíble!", apuntaba Camille. Un vestido más clásico, aunque igualmente minimalista, con el que la francesa demostraba que una misma mujer puede vestir de dos formas totalmente distintas dependiendo del momento. Dos elecciones aplaudidas en las redes sociales que no tardaron en viralizarse.
Y es que ni siquiera las flores que adornaron su cabello o las que formaron parte de su ramo guardaron demasiadas semejanzas en ninguna de las dos ocasiones. "Ya que tuvimos la oportunidad de celebrar dos bodas quería que mis elecciones fueran diferentes, que ambas me representaran, pero de un modo distinto. Disfruté especialmente con la elección de las flores. Me encantan, por lo que fue un placer para mí pensar en los ramos". Para la ceremonia civil Camille optó por peonías blancas, su flor favorita; para la religiosa se decantó por combinar en el ramo y el tocado las tonalidades amarillo mostaza y el rosa suave, dos colores que siempre están presentes en su día a día. Tampoco los peinados coincidieron. Y es que, aunque en ambas ocasiones optó por recoger su melena, sustituyó el sencillo moño de inspiración bailarina de la primera, por una elegante trenza que le permitía presumir de escote en la espalda.
Pero sí hubo un accesorio que unió el look nupcial de Camille en ambas ocasiones. La francesa asegura que se considera seguidora de las últimas tendencias. Por eso sabía que entre novias e invitadas triunfan los zapatos con tacón cómodo, diseños elegantes y que se pueden combinar con cualquier estilismo, pero que permiten aguantar en perfectas condiciones durante toda la celebración. Y es que, aunque no eligió el mismo modelo, sí optó por dos diseños que además de tener esta característica, eran dorados. "Me encanta seguir las tendencias, y nuestra boda fue el evento perfecto para ir más lejos. No llevo tacones a menudo y quería estar cómoda para poder hacer todo lo que quería". Para su boda civil optó por unas sandalias de la firma Des Petits Hauts, de varios centímetros de altura; para la religiosa se decantó por un modelo más bajo, pero igualmente favorecedor, de Bobbies.
Cómo se planifican dos bodas
Aunque muchas parejas cuentan con la ayuda de wedding planners para planificar todos los detalles de su boda, otros optan por buscar en webs especializadas los proveedores que mejor se adaptan a sus necesidades. Plataformas como Tu boda ¡HOLA! en las que encontrar fotógrafos, floristerías, invitaciones… todo lo necesario para organizar un día perfecto y a medida. Camille nos explica que ella y Alex, pese al trabajo que supone preparar dos enlaces, no contaron con una wedding planner. "Ambos somos personas organizadas, nos gustan anticipar y preparar las cosas. Así que creamos una buena agenda para planificar cada paso y llegar al día B sin ningún tipo de estrés. Fue un placer para nosotros encargarnos de todo".