Buscar una historia, la propia, en la ropa. Esa es una de las consignas que imperan en el mundo de la moda y que se ha contagiado, en los últimos años, al sector nupcial. Un cambio de actitud en la mujer que se casa que los diseñadores han observado desde sus talleres. "En los últimos años ha habido una evolución muy clara en lo que demandan las novias. Yo lo compruebo en mis talleres de alta costura. En el mismo día puede pasar una chica que busca un vestido catedral, muy clásico, y otra alternativa que desea un diseño totalmente diferente. Quieren que su vestido las represente", explicaba en una entrevista concedida a HOLA.com Isabel Zapardiez. La creativa asegura que lo bueno es que ya no existe una tiranía dentro del mundo de la moda y que las novias buscan algo que verdaderamente les llene. Por eso cada vez más firmas optan por diseños diferentes que llamen la atención y escapen de los cánones más clásicos. Unos de ellos son los modelos que combinan faldas con blusas, tops e incluso americanas. Dos piezas que, además, son fáciles de reutilizar en looks posteriores.
Cada vez es mayor el número de novias que trata de incluir en su look prendas o accesorios que puedan volver a utilizar. Algo que resulta fácil en el caso de las joyas o los zapatos –sobre todo si se eligen de colores vistosos y alegres–. Pero volver a llevar el vestido de novia es una tarea que no muchas mujeres consiguen cumplir. Salvo algunas excepciones, como Keira Knightley –la actriz llevó su vestido, obra de Karl Lagerfeld, en un evento celebrado meses después de su enlace–. Para facilitar esta tarea muchos diseñadores sustituyen el tradicional vestido de novia, por dos prendas que, bien combinadas, se pueden volver a utilizar en eventos e incluso planes que requieran una etiqueta más relajada. Ese fue, al menos, uno de los motivos que llevó a Carmen Osuna, directora creativa de Color Nude, a incluir propuestas formadas por dos prendas en sus colecciones. Y aunque los abrigos de encaje gustan mucho para dar un toque sofisticado a diseños más sencillos, los tops o las blusas son más fáciles de lucir en el día a día.
Firmas nacionales como L'Arca han querido sumarse a esa tendencia de combinar faldas con tops en su última colección. Basta con observar las propuestas para descubrir que los sencillos cuerpos, con algún que otro bordado, funcionarían fenomenal con unos pantalones negros o con un vaquero –según cuál sea el plan–. Más complicada de reutilizar es la falda. Aunque está elaborada en tul, uno de los tejidos favoritos de la temporada, solo parece adecuada para un estilismo de invitada. O, si eres atrevida, puedes llevarla con zapatillas y un jersey con cuello perkins. Yolancris presentó, en su último desfile, un conjunto compuesto por un vestido con abertura frontal y una americana de tweed que se ceñía ligeramente a la cintura. Una prenda de abrigo que podrá salvarte cuando no sepas qué ponerte y no haga demasiado frío.
Aunque quizá una de las opciones más fáciles de adaptar al día a día es la que propone Victoire Vermeulen Mariée. En su última colección, Epices, la firma francesa incluye varias opciones que juegan con las dos piezas. Pero una de ellas, formada por una camisa blanca fluida y una falda de silueta lápiz con brocados, se puede lucir casi en cualquier situación. Eso sí, siempre eligiendo prendas llenas de color, o accesorios muy llamativos, para combinarlas y darles un aire totalmente renovado. Aun así la lista de firmas y diseñadores que se suman a esta tendencia es extensa: Rime Arodaky, Laure de Sagazan, Otaduy, Lola Varma… Diferentes visiones, e interpretaciones, gracias a las que conseguir convencer a un número cada vez más amplio de novias.