Meghan Markle guardó el secreto de la novia: así fue el vestido de su amiga, Misha Nono

La diseñadora e íntima amiga de la duquesa de Sussex se casó con un diseño personalizado del que apenas trascendieron detalles

por Regina Navarro

El pasado 20 de septiembre Misha Nonoo y Michael Hess se dieron el 'sí, quiero' en la Villa Aurelia, una construcción del siglo XVII ubicada en Roma. Un maravilloso enclave al que se trasladaron un sinfín de invitados VIP como James Corden, Ivanka Trump, Karlie Kloss, Joshua Kushner, Orlando Bloom o Katy Perry. Pero sin duda fue la presencia de Meghan Markle, íntima amiga de la novia, y el príncipe Harry una de las más esperadas. La diseñadora y la duquesa de Sussex se conocieron hace varios años, cuando la segunda era actriz. Meghan recurrió en más de una ocasión a sus creaciones e incluso eligió una de sus camisas básicas para para su primera aparición pública junto al príncipe Harry. Por eso no sorprende que la pareja estuviera invitada al enlace. Una lujosa boda de la que ya habían trascendido algunos detalles, pero todavía nos quedaba por conocer cómo era el vestido que lució Misha.

La diseñadora compartía en el perfil oficial de su firma varias imágenes de su look nupcial. Un diseño de aire romántico y líneas clásicas –con algunas licencias– creado, como no podía ser de otro modo, por ella misma. "El fin de semana pasado me casé con el amor de mi vida con un vestido que diseñé para la ocasión. Fue un proceso tan especial hacer de esta pieza única, sobre todo cuando, generalmente, diseño con otras mujeres en mente. Las opciones fueron infinitas", explicaba Misha junto a la imagen.

Aunque las dudas fueron muchas, la diseñadora optó por el encaje como tejido principal de su vestido. Este material es uno de los preferidos para las novias de todo el mundo, que encuentran en él el equilibrio perfecto entre feminidad y sobriedad. Eso sí, el suyo era un tejido muy especial ya que estaba bordado a mano sobre organza de seda cortada con láser y elaborado por una fábrica familiar suiza establecida en 1904. En cuanto a la silueta, optó por un corte especialmente favorecedor, al entallar el cuerpo y elegir una falda de línea 'A' sin demasiado volumen. El toque distintivo y lleno de originalidad lo encontramos en la parte superior: aunque Misha optó por un modelo de manga larga y cuello cisne, añadió una elegante abertura en la zona del escote con la que dio un toque más actual al vestido.

Para completar el look la diseñadora eligió un velo de tul de seda de 10 metros. Este elemento, del que prescinden muchas novias al sustituirlo por tocados o pamelas, se ha convertido en una de las tendencias que han reivindicado con más fuerza los creativos en las últimas pasarelas. Muchos de ellos aseguran que añadir algo de tul siempre da un aire más romántico al vestido, aunque, no necesariamente, hay que optar por modelos muy clásicos o tradicionales.