El pasado viernes, 20 de septiembre, Feliciano López y Sandra Gago se dieron el 'sí, quiero' en una ceremonia celebrada en la más estricta intimidad en la finca La Concepción de Marbella. En esta fecha tan especial, que coincidía con el cumpleaños del tenista, ambos quisieron mantener todos los detalles del enlace en privado, por lo que no trascendió ninguna fotografía (al menos de manera oficial). Sí pudimos descubrir un primer vistazo de los dos vestidos de la novia gracias a los bocetos que publicaron desde Jesús Peiró, la firma encargada de crear estas dos piezas, caracterizadas por sus líneas depuradas y su estética minimalista. Sin embargo, anoche, después de asimilar todo lo vivido en su gran día, la pareja quiso abrir su romántico álbum de boda y compartirlo con sus seguidores.
En total, 8 instantáneas que nos han permitido, entre otras cosas, descubrir todos los detalles del fabuloso primer look nupcial de la modelo. Tal y como explicaba la firma, este modelo, diseñado por Merche Segarra para la casa española, está confeccionado en crep enérgico y cuenta con cuello barco, un escote que Meghan Markle puso de moda tras su enlace con el príncipe Harry en mayo de 2018. El de Sandra agrega, además, una profunda abertura cuadrada en la espalda, lo que otorga un toque más moderno y seductor. Posee cuerpo entallado y corte a la cintura, del que parte una falda en línea 'A' acabada en cola. Prescindiendo de grandes encajes o pedrerías, esta creación aboga por la sencillez y únicamente adorna las mangas francesas con franjas horizontales de motivos florales y geométricos.
Sandra acompañó esta creación, bautizada por la marca como 'Celosía', con un largo velo clásico de tul de seda en cascada, a pesar de que en un principio ella misma admitió tener dudas con respecto a este accesorio. "No tengo claro si llevaré velo o no, quiero que Feli me reconozca cuando me vea llegar a su lado", explicaba a HOLA.com poco después de confirmarse su compromiso. Finalmente, se ha decantado por lucir uno que partía de un tocado tipo back confeccionado con cristal de Murano y Swarovski sobre terciopelo verde que añadía pequeñas flores blancas.
En cuanto a las joyas, Sandra confió en la icónica casa Rabat. El semirrecogido que despejaba su rostro permitía también mostrar a la perfección los pendientes, elaborados en oro blanco y diamantes con talla brillante, unas piezas elegantes y atemporales que acompañó de una pulsera de los mismos materiales. Para sus alianzas, la pareja quiso otorgar un punto de originalidad al declinar el tradicional oro amarillo en favor de un acabado rosado. En el caso de ella, añadía un zafiro en el interior para llevar con ella ese 'algo azul' siguiendo con la tradición nupcial.