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La industria de la moda vuelve a estar de enhorabuena. La modelo Petra Nemcova se ha dado el 'sí, quiero' con su pareja, Benjamin Larretche. Aunque son varios años los que lleva alejada de las pasarelas -llegó incluso a desfilar para Victoria's Secret- se ha vuelto conocida sobre las alfombras rojas más importantes por su estilo sofisticado, colándose siempre en los primeros puestos de las invitadas más sofisticadas. El día de su matrimonio -y sobre todo su vestido de novia- ha sido todo lo contrario. Y es que el estilo de vida de la maniquí se ha vuelto mucho más espiritual, algo que comparte con su flamante marido, Benjamin Larretche, empresario del mundo del espectáculo y cofundador y director creativo de Oshan Group, empresa de comunicación y eventos. La checa y el mitad francés mitad venezolano, se conocieron en una boda en Mykonos hace unos años. Su relación dio comienzo en septiembre de 2018 y el interés de ambos por el medio ambiente y las causas benéficas, han hecho que se hayan convertido en una de las parejas más comprometidas. Una sincronización que sin duda ha hecho que su paso por el altar se diera antes de cumplir un año como novios cuando este viernes han decidido avanzar en su relación pasando por el altar de una manera muy alternativa.
Ni en iglesias majestuosas, capillas recónditas o localizaciones glamurosas llenas de invitados reconocidos internacionalmente, la boda entre Petra y Ben ha tenido lugar en medio del desierto de Arizona como ha afirmado la propia novia en su Instagram, subiendo una de las imágenes del enlace. "Nos sentimos increíblemente bendecidos de poder compartir con todos vosotros que nos hemos casado en una ceremonia privada con nuestro guía espiritual en Cathedral Rock Vortex, Sedona", escribía la modelo hablando de la íntima celebración que había tenido lugar entre ambos, muy alejada de las fiestas de otras compañeras de profesión.
"Este sitio es muy especial para nosotros por su campo de energía y las ricas tradiciones indígenas. Estamos muy emocionados de haber unido nuestros caminos y seguir creando nuestro futuro juntos", terminaba Petra agradeciendo el amor que habían recibido con las felicitaciones de modelos, peluqueros, fotógrafos y otros profesionales del sector.
La boda sorpresa no fue anunciada por ninguno de los contrayentes, quienes quisieron respetar la solemnidad del momento. Una celebración inolvidable para ellos, pero también muy original. Y es que Petra llevó un vestido largo, de inspiración bohemia, en color blanco de manga corta con detalles bordados. Su marido, también de blanco, remató la mezcla con una chaqueta de lentejuelas y las zapatillas negras de deporte que le han acompañado en todos los actos a los que ha acudido con Petra. ¿El toque más especial? Unas diademas con plumas indias que ambos llevaban en la cabeza y que, por la zona en la que se celebró el enlace, serían de inspiración apache, ya que eran las naciones indígenas que poblaban esa parte de Arizona. Tambores y un círculo de flores en el suelo fueron otros de los elementos más particulares de la mística ceremonia.
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