La boda de Elie Saab Jr. y Christina Mourad se ha convertido en el gran evento de la semana, y no solo en Líbano, donde se celebra. Las redes sociales llevan días (exactamente desde el jueves, cuando comenzó la gran fiesta) compartiendo instantáneas y gritos de admiración por los looks de invitadas como Claudine Saab (esposa del diseñador y madre del novio) o la modelo Sara Sampaio, y, por supuesto, por los vestidos de la novia. Y es que en las bodas libanesas, ella es la gran protagonista. Además, Christina ha lucido diseños de su suegro, el gran Elie Saab, cuya obra se caracteriza por la exuberancia, el romanticismo y las aplicaciones de cristales. Si en el primero de los actos de la agenda nupcial, la preboda, llevó un look de pasarela formado por un favorecedor mono palazzo y una capa bordada, en la celebración religiosa y en el convite posterior optó por dos vestidos que reflejaban tanto el estilo de Saab como la inspiración libanesa. ¿El resultado? Una creación de princesa para dar el 'sí quiero' al que siguió un segundo vestido todavía más brillante y espectacular.
Gracias a las redes sociales hemos podido conocer que, tras la ceremonia religiosa en el patriarcado de Antioquía de los maronitas, sede de la iglesia católica maronita en Bkerki, Christina Mourad -al igual que muchas invitadas- se cambió de estilismo para la fiesta posterior, que tuvo lugar en el exclusivo Faqra Club. Y si su primer vestido ya resultó impactante, el segundo todavía lo fue más. Al contrario que la mayoría de novias -royals como Meghan Markle incluidas-, que prefieren un diseño más sencillo y cómodo para el convite y la fiesta, Christina Mourad optó por la nueva tendencia que hace unas semanas anticipaba Carlota Casiraghi: transformarse en una estrella de Hollywood con un segundo vestido de novia mucho más espectacular que el primero. Así, la ya esposa de Elie Saab Jr., el mayor de los tres hijos del diseñador, reemplazó su primer vestido blanco con cristales y el larguísimo velo que lo acompañaba por un look más glamuroso y perfectamente representativo del estilo oriental, donde el acabado del oro manda.
Cuando los invitados esperaban bajo una gran escalinata del Club, Christina apareció junto a su marido con un vestido absolutamente bordado con aplicaciones doradas muy similar al último look de la colección de Alta Costura Otoño/invierno 2019-2020, inspirada en Oriente y recién presentada en París. Este look mantenía la conexión con el primero gracias a ciertos detalles como la amplísima falda con cola, o el velo (algo especialmente llamativo, ya que muchas novias deciden no llevarlo en la fiesta) y el tocado estilo diadema con los que completó el diseño de pasarela. Sin embargo, el escote corazón (que en la primera creación era un falso palabra de honor) y los destellos dorados del bordado en el corpiño y la falda consiguieron que Christina impactara todavía más y pareciera otras de las princesa que, como Stéphanie y Claire de Luxemburgo, se casan vestidas por Elie Saab.