A través de redes sociales, mediante un vídeo difundido por Whatsapp, en una página web o con un Save the Date. Cada vez es más común encontrar novios que buscan formas llenas de originalidad para invitar a sus amigos y familiares a su enlace. Sin embargo, las invitaciones impresas siguen siendo la opción elegida por un 84% de las parejas. Eso sí, los diseños no siempre son clásicos. En la era de la personalización existen tantas opciones como novios, aunque aquí las tendencias también mandan. "Es muy recurrente utilizar como temática el viaje de novios y este año los viajes a África están muy de moda. Además, África nos aporta una estética fantástica", explica César de la Fuente, director de Invitarte Invitaciones. Una tendencia a la que Andrea Alcazar, co-fundadora de This is Kool, añade los colores pastel o el diseño rústico.
Aunque las opciones son muchas, la mayoría de los novios parecen tenerlo muy claro. "Vivimos en la era de la imagen: Pinterest, Instagram… y se nota. Estas redes aportan ideas y mucha inspiración para saber qué quieres y qué no, qué estilo va contigo y cuál no. Y eso ayuda mucho a los novios", apunta Andrea. Aun así, aquellos que tengan dudas pueden recurrir a modelos que hacen de los motivos vegetales los protagonistas o a diseños más clásicos, con los que el acierto está siempre asegurado.
Lecciones de protocolo
Las normas fueron hechas para saltárselas, algo que parece suscribir César. "Hay protocolo en la invitación, pero cada vez más, está para saltárselo o adaptarlo a las querencias de cada pareja. Es lo que tiene personalizar cada vez más las invitaciones. Bien manejado es fantástico". El texto, por ejemplo, dependerá de los gustos de cada pareja, la formalidad del enlace y la cantidad de invitados. Si se trata de una ceremonia pequeña se puede optar por palabras cercanas, mientras que en celebraciones más grandes lo mejor es elegir líneas más formales.
Sin embargo, sí recomienda mantener ciertos aspectos. Por ejemplo, a la hora de incluir el nombre de los padres. "Salvo ocasiones muy particulares y personales que pueden darse en las familias, siempre recomiendo incluir a los padres. ¿Por qué? Pues os doy varios motivos: lo primero son tus padres; colaboran con la boda –algunas madres y padres son auténticos wedding planner–. Puede darse el caso en que un invitado no reconozca los nombres de los novios sin ver los apellidos de los padres y hay muchos invitados que vienen de su parte, lo que hace lógico que ellos participen en la invitación". En ocasiones, si los padres están separados surgen dudas sobre cómo incluir sus nombres. "En la invitación clásica figuran los nombres de los padres juntos, pero solo indica que son sus padres, no dice que estén casados. Si aun así es un caso donde alguien no se siente cómodo, lo mejor es hacer dos modelos de la invitación. Uno con la madre y otro con el padre. También se pude recurrir a poner 'Familia' y los apellidos".
Papelería vanguardista
Invitaciones, misales, protocolos, seating plan… Son muchos los elementos de papelería que se pueden ver en una boda. Para que haya una cierta coherencia durante toda la celebración, los expertos recomiendan elegir diseños que, como poco, estén combinados. "Seguir ese mismo hilo argumental del diseño de las invitaciones, es la manera de conseguir una decoración y un ambiente para el día de la boda elegante, personal y muy auténtico", explica Andrea. Cada vez son más los novios que optan por elegir una imagen representativa para ellos. Una playa del norte de España ha sido la protagonista de las invitaciones de María Pombo y un elemento que se podría repetir en diferentes momentos. "Cada vez los novios buscan reflejar más su personalidad, y una buena manera es optar por invitaciones con fotografía", añade Andrea.
'Timing' para llegar a tiempo
Planificar todo bien es uno de los aspectos fundamentales a la hora de organizar una boda, sobre todo si se quiere huir de agobios de última hora. César recomienda empezar con la búsqueda de las invitaciones cuanto antes. De ese modo se podrá elegir todo sin prisa y habrá tiempo para buscar las mejores opciones. Andrea indica que con unos cinco o seis meses de margen habría tiempo suficiente para que los novios las tengan cuatro o cinco meses antes de su enlace. "Una vez tienen las invitaciones, han de hacer mucha 'manipulación' como poner el nombre de los invitados, lacrar solapas o estampar un sello relieve… esto llevará tiempo. Por eso recomendamos contar con un mes para esta manipulación antes de entregarlas".
En lo que ambos coinciden es en el tiempo con el que se deben entregar a los invitados: unos dos o tres meses antes de la boda. Eso sí, si viven fuera o existen problemas con el alojamiento, recomiendan darlas lo antes posible para que los asistentes puedan planificar su viaje.
Consejos de última hora
"Lo mejor es que se imaginen cómo será ese gran día: una fiesta de día, de noche, con luces de bombillas, iluminado con velas… Que tengan esa imagen general del tipo de fiesta que quieren celebrar. Esto les ayudará a la hora de elegir un estilo de papelería que vaya acorde con ellos", recomienda Andrea. César, por su parte, aconseja "que vean y toquen el papel. Si vamos a hacer una invitación hagámosla sobre un buen soporte y la invitación empieza por la elección de los materiales sobre los que imprimiremos nuestro diseño. ¡Y mucho amor!".