¿Cómo será el vestido de la novia? Cuando se acerca la boda esa suele ser la pregunta más repetida y, también, el secreto mejor guardado. Las últimas tendencias en moda nupcial han desvelado que cada vez son más las mujeres que buscan reflejar su personalidad en el vestido que llevarán en su gran día. Un diseño que, según aconsejan la mayoría de creadores, debe ser capaz de permanecer en el tiempo. Dos máximas que probablemente cumpla Carlota Casiraghi que, el próximo 1 de junio, dará el 'sí, quiero' a Dimitri Rassam. Aunque poco ha trascendido de su vestido, es posible que preste atención a los modelos de sus predecesoras. Analizamos los vestidos que lucieron, el día de su enlace, otras novias de Mónaco.
Grace Kelly
En 1956 Grace Kelly y Rainiero de Mónaco se dieron el ‘sí, quiero’, ante la expectación de los habitantes del principado. Su vestido, que tardó seis semanas en confeccionarse, estaba compuesto por una falda de seda y un cuerpo de encaje salpicado con perlas. Un diseño que, años después, sería comparado con la elección de la duquesa de Cambridge. Este icónico vestido fue diseñado por la estadounidense Helen Rose que, en aquel momento, trabajaba para la Metro-Golden-Mayer.
Carolina de Mónaco
La princesa Carolina se casó en 1978 con Philippe Junot. Sorprendió con un elegante diseño de Marc Bohan para Dior de corte evasé y elaborado en encaje. Un sencillo conjunto de falda y blusa que parecía rendir homenaje al New Look, aquella silueta que el diseñador francés presentó en 1947 y que resulta especialmente favorecedora para las mujeres que buscan remarcar su cintura. Muy comentado fue también su tocado lateral de flores blancas del que prendía un sencillo velo de tul. Una creación que algunas firmas actuales han querido reinterpretar.
Carolina de Mónaco
En 1983, Carolina de Mónaco se casó con Stefano Casiraghi, al que muchos califican como su gran amor. Para su boda civil volvió a confiar en Dior aunque, esa ocasión, en lugar de un dos piezas optó por un vestido. Se trabaja del Pale Wrap Dress, un diseño envolvente y muy favorecedor, en tonos nude, que Marc Bohan creó para la Princesa. Para adornar su cabello se decantó por una delicada cinta, del mismo tono que el vestido, que lució a modo de diadema.
Estefanía de Mónaco
En julio de 1995, Estefanía de Mónaco y el que fue su guardaespaldas, Daniel Ducruet, se casaron en una ceremonia civil. Ella, conocida por el sobrenombre de 'la princesa rebelde', hizo honor al apelativo al elegir un vestido corto, una tendencia por la que cada vez apuestan más novias. Estefanía eligió un diseño con escote corazón, elaborado en encaje, que favorecía especialmente su silueta.
Charlene de Mónaco
Armani fue la firma elegida por Charlene Wittstock para dar el ‘sí, quiero’ a Alberto de Mónaco. Un elegante diseño que dejaba a la vista los hombros de la novia y que bien podría hacer sido conocido con el sobrenombre de 'el vestido de las cifras'. Y es que el modelo, con una cola de 10 metros, estaba adornado con 20.000 lágrimas de madreperla, 30.000 cuentas doradas y 40.000 cristales de Swarovski.
Tatiana Santo Domingo
El 31 de agosto de 2013 Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo celebraron su boda civil. Un evento en el que la novia, fiel a su estilo, lució un look de aires bohemios. Tatiana optó por un dos piezas de una de sus firmas de referencia, Missoni, la misma que eligió para la cena previa al enlace. Para dar un aire más moderno a su conjunto nupcial, culminó el estilismo con una sencilla corona de flores y unas sandalias planas con las que demostró que no hay que renunciar nunca a la comodidad, ni siquiera el día del enlace.
Tatiana Santo Domingo
Meses más tarde, en febrero de 2014, la pareja se dio el 'sí, quiero' en una ceremonia religiosa, en la que la nieve sorprendió a los invitados. No solo el tiempo fue muy diferente en ambas ocasiones, también el look nupcial. Si Tatiana optó por un look más bohemio para el enlace civil, en esta ocasión se decantó por un romántico vestido de alta costura en seda y encaje, de Valentino. Además, para protegerse del frío, llevó una capa de cashmere y capucha XL también de la casa italiana.
Beatrice Borromeo
Fue a finales de julio de 2015 cuando Beatrice Borromeo y Pierre Casiraghi se unieron en una ceremonia civil celebrada el salón de los Espejos del Palacio del Principado de Mónaco. Muchos vaticinaron que sería Valentino –una de sus firmas favoritas– la casa encargada de confeccionar su look nupcial, y acertaron. Tal como informaron en un comunicado los diseñadores que, en aquel momento, ocupaban el puesto de directores creativos, Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli, crearon un diseño exclusivo para la novia. Un vestido rosa con capa en chiffon con bordados florales blancos salpicando la caída de la falda y la parte inferior.
Beatrice Borromeo
Sin embargo, si alguien pensó que, para la ceremonia religiosa, celebrada días más tarde, volvería a elegir la firma se equivocó. Beatrice eligió un elegante vestido de Giorgio Armani Privé, hecho a medida. Se trataba de un diseño de manga tres cuartos y escote redondeado salpicado con encaje. Un vestido elegante, perfecto para la Iglesia.
Beatrice Borromeo
En la fiesta que se celebró después del enlace, Beatrice cambió el vestido por uno menos clásico, también de Armani. Se trataba de un diseño elaborado en tul de seda de tirantes, con escote en pico, de un blanco radiante y con fajín satinado en la cintura. Un modelo especialmente favorecedor que le permitió ceder algo de protagonismo a sus joyas.