Las zapatillas que Meghan habría llevado si se hubiera casado sin tacones
La firma de 'slippers' favorita de la duquesa de Sussex lanza su primera colección para novias
Es de sobra conocido el gusto de la duquesa de Sussex por los salones de tacón que estilizan su silueta. Sin embargo, cuando ha tenido que renunciar a la altura de los stilettos en favor de la comodidad, también ha elegido modelos acordes con su estilo personal que no han tardado en sucumbir al llamado 'efecto Meghan'. Durante su viaje a Oceanía innovó mostrando dos tipos de calzado poco habitual en ella desde que entró a formar parte de la Familia Real británica: sus deportivas Veja, las favoritas de las parisinas, y los slippers de Birdies durante su visita Redwoods Treewalk,en Rotorua. Esta última firma, de origen estadounidense y habitual en su fondo de armario, acaba de lanzar su primera colección nupcial y no sería difícil imaginar a la esposa del príncipe Harry con alguno de sus reconocibles modelos.
Meghan Markle ha lucido en numerosas ocasiones slippers de esta marca californiana. Tiene su sede en San Francisco y fue fundada por dos amigas, Bianca y Marisa, que se han dedicado a producir el calzado que sus creadoras buscaban y no encontraban: un zapato cómodo y realizado con materiales de calidad que les permitiera enfrentarse al día a día y sentirse tan agusto como con el calzado que llevaban en casa. Así surgió su idea de producir estos modelos tan prácticos y estilosos, con un punto sofisticado que los hacen aptos para salir a la calle. Este tipo de calzado encaja con el estilo más casual de la Duquesa, hasta tal punto que la propia firma ideó un diseño especial para ella pocos días antes de su boda. Tras el éxito arrollador, ahora prueban suerte con una colección cápsula para novias y damas de honor que sigue la misma línea de lujo asequible y comodidad.
Según ha confesado una de sus co-fundadoras al portal The Knot, "estoy entusiasmada por proporcionar un tipo de calzado muy necesario para novias y damas de honor por igual". No solo están pensados para la propia ceremonia si así lo desea la novia, también son perfectos como alternativa a los tacones durante la fiesta y el baile posterior y para el momento del getting ready, donde se pueden combinar con las clásicas batas o kimonos lenceros con los que las novias viven los momentos previos de camino al altar. En total, es una colección de 3 modelos en dos colores diferentes cada uno, cuyos precios oscilan entre los 95 y los 140 dólares (85 euros y 125 euros aproximadamente).