La inspiración nupcial ha sido una constante entre los miembros de la realeza a la hora de asistir recepciones, actos benéficos o eventos de etiqueta. Prueba de ello los vestidos que han lucido desde Meghan Markle a Sofía de Suecia, pasando por la reina Letizia o la duquesa de Cambridge, gracias a esos cinematográficos diseños con los que en ocasiones nos sorprenden. Sin embargo, desde tiempos de Grace Kelly, el pequeño Principado de Mónaco ha sido cuna de la absoluta elegancia y un escenario perfecto donde las mujeres del mundo han encontrado inspiración. Hoy, el Palacio Grimaldi sigue siendo una referencia, y los looks de las princesas contagian de nostalgia y romanticismo las creaciones de novias e invitadas. Carolina de Mónaco y su hija Carlota, a través de sus vestidos blancos con lazos negros, son la primera prueba.
En el mundo de la moda han quedado demostradas las inagotables posibilidades del lazo negro, y es que nunca un accesorio tan sencillo dio tan buen resultado. Si en street style lo hemos visto anudado sobre coletas de estilo Bardot, tal y como lucía la reina Letizia en su paso por ARCO, o ceñido al cuello a modo de choker, en territorio nupcial se cuela en innumerables tendencias para las novias del 2019. Carolina de Mónaco recurre a menudo a este sugerente combo, uno de los más populares y elegantes que ha dado la moda. En este caso, fue gracias a un diseño de Chanel, obra de su amigo, el legendario Karl Lagerfeld, en el año 2013 con motivo de la gala benéfica Love Ball.