De la pasarela a palacio: los vestidos de invitada perfecta que cautivaron a las 'royals'

Siempre han existido sastres, modistos y diseñadores de cabecera en las casas reales. Los favoritos de las mujeres de palacio nos han dejado para el recuerdo inolvidables trajes y accesorios a medida, especialmente pensados para sus gustos y siluetas. Philip Treacy en Inglaterra, Pertegaz y Varela en España, o Jan Taminiau -con quien HOLA.com hablaba hace unos meses- en Holanda son algunos ejemplos. Sin embargo, los tiempos cambian y el fondo de armario de reinas y princesas evoluciona al ritmo que dicta el calendario de la moda. Las mujeres más innovadoras de las cortes europeas se atreven con el prêt-à-porter que vemos cada temporada en pasarela y se encargan de demostrarlo en cada acto público al que asisnte. Meghan Markle, la reina Letizia, Rania de Jordania o Máxima de Holanda son algunas de las royals más apegadas a las tendencias que vemos durante las semanas de la moda internacional, tal y como te demostramos en la siguiente galería.
 

2016 trajo consigo una de las galas MET más memorables de todos los tiempos, donde no solo desfilaron actrices, modelos y celebrities por su alfombra roja sino que también se dejaron ver royals como Carlota Casiraghi o Rania de Jordania. Sin embargo, no era la primera vez que un miembro de la realeza se dejaba ver por esta gala, ya lo hizo Diana de Gales en 1996. En su caso, la soberana jordana eligió un vestido de Valentino con transparencias y plumas bordadas que, aunque fiel a su estilo, no se ajustó al dress code de la noche (Manus x Machina: Fashion in an age of technology), basado en la moda y en la tecnología.

Se trata de un diseño prêt-à-porter de la colección otoño-invierno 2016-2017 que Pierpaolo Piccioli, creativo de Valentino, presentó en París.

El caso más reciente es el de Meghan Markle. Aunque la cita no estaba prevista en el calendario oficial, la duquesa de Sussex despidió su viaje a Marruecos el pasado mes de enero con una visita al rey Mohamed VI en su residencia particular, el Palacio de Les Sablons. Para la ocasión, la esposa del príncipe Harry llevó un estilismo más relajado que los anteriores, en color azul y estampado floral. Este look que parecía adelantarse a la primavera y cuya holgura era ideal para su avanzado estado de gestación, pudimos verlo sobre la pasarela de Nueva York hace unos meses.

Se trata de un vestido de Carolina Herrera que pertenece a la colección Otoño/invierno 2019. Tiene cuello a caja y mangas de volantes a la altura del codo. Es un diseño estampado y largo que tiene una bonita caída y produce un elegante movimiento al caminar. Sin embargo, el modelo que llevó Meghan Markle es una adaptación del diseño original confeccionado expresamente para ella. El que vimos sobre la pasarela, sin embargo, se puede encontrar en tiendas por un precio 2.633 euros.

Pocos días antes de la visita de los duques de Sussex a Marruecos, eran don Felipe y doña Letizia los que visitaban el país africano. Para su último acto allí, y al igual que hizo Meghan Markle, la Reina también estrenó un vestido de Carolina Herrera, una de sus diseñadoras preferidas, para poner el broche de oro a su viaje oficial.

Se trata de un vestido de la colección otoño-invierno 2017-2018 en color vino que también pudimos ver sobre la pasarela neoyorkina. Se trata de un vestido de línea A, una de las que más favorecen a la Reina, y de largo midi. Tiene cuello redondo, manga larga y un juego de texturas que lo hace especial: organza de seda en el escote, mangas de terciopelo y detalles de paillettes que decoran el cuerpo.

A veces, Máxima de Holanda abandona los colores estridentes y los estampados llamativos para suavizar su imagen a base de tonos pastel. Es lo que ocurrió en el tradicional Día del Príncipe, fecha en la que se inaugura el calendario político de Holanda mediante un acto simbólico. Para ello, la Reina eligió un diseño de pasarela digno de princesa de cuento.

Es un vestido firmado por Luisa Beccaria que se presentó en pasarela en febrero de 2016, dentro del marco de la Semana de la Moda de Milán. Se trata de una creación confeccionada en seda de efecto iridescente, con detalles fruncidos en el cuello y los puños, mangas abullonadas, cintura ceñida y una gran falda de la que parte una cola. Combina diversos tonos como el rosa, el amarillo, el verde o el azul, pero todos en su versión pastel.

La princesa Victoria de Suecia coincidió con Matilde de Bélgica durante el 20º aniversario de la Fundación Schwab. De este modo, hizo un guiño a la moda italiana al llevar un vestido de estampado floral que llevaba el sello de Dolce & Gabbana.

Es un diseño cóctel de silueta lady, con largo por debajo de las rodillas, cuello a caja y manga corta con unos volantes que también se presentan en el bajo de la falda. Tiene estampado floral, cintura ceñida y pertenece a la colección primavera-verano 2017.