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Hace tres décadas, Yves Saint Laurent daba un giro a la moda nupcial con el diseño más irreverente hasta la fecha. Un dos piezas cubierto de flores, inspirado en que lució Twiggy en 1.967, se subía a la pasarela gracias a Laetitia Casta. Tras él, hemos visto creaciones de todo tipo, desde esmóquines con cola hasta trikinis de novia con casquete y velo incluido, tal y como idealizó el inolvidable Karl Lagerfeld en su último cierre de Alta Costura para la casa Chanel. Aunque la industria nupcial ha conseguido adentrarse en terrenos inimaginables, ahora se impregna también de esa corriente athleisure que sigue en auge tras varias temporadas en lo más alto. ¿Te imaginas a una novia casándose en chándal? Si eres de las que no se rige por convencionalismos, ahora ya puedes probar suerte en sus dos versiones, desde la más extrema a la más sofisticada.
Quien haya presenciado los desfiles de María Escoté entenderá por qué la moda no se puede entender desde otro punto de vista que no sea el de la diversión. La diseñadora barcelonesa se inspiró en la serie de dibujos animados Las Supernenas, como homenaje a su 20 aniversario, para reinventarse a sí misma en su colección de primavera-verano 2019. Unas propuestas modernas, coloristas y femeninas, presentadas dentro del marco de la Mercedes Benz Madrid Fashion Week, donde el chándal tuvo el absoluto protagonismo. Indagó en sus distintas posibilidades, desde el tweed, al lurex, de las perlas al oro, tanto, que dio con la fórmula para idear hasta un vestido de novia con el que cerró el desfile. Bajo la máxima del 'más es siempre mejor', la diseñadora ofrecía su propia visión, nupcial y voluminosa, que nos hizo recordar al icónico vestido con el que se casó Diana de Gales en versión sport. Ambos, unidos por la atractiva e inagotable corriente ochentera.
En el extremo opuesto de las siluetas rectas, aunque planeando sobre la misma línea de carácter athleisure, nos encontramos con las propuestas primavera-verano 2019 de Naeem Khan. Su nueva colección innova en los cortes, alejándose de los tradicionales vestidos princesa para buscar alternativas que abracen a un público más amplio de mujeres: desde las que buscan casarse con un traje de chaqueta, un mono o, como no, un chándal. Su versión deportiva, bautizada con el nombre de Mulberry, consiste en un delicado dos piezas bordado en blanco sobre fondo marfil. Un pantalón recto, con un largo que roza el suelo y una sudadera de cremallera con capucha deconstruyen la moda nupcial para adaptarla a los tiempos, las tendencias y a los distintos tipo de novias que huyen del prototipo tradicional.
Y es que no fueron una, sino dos veces las que el modisto probó suerte con la corriente sport adaptada a los vestidos de novia. Fue el año pasado, durante la presentación de la colección primavera-verano 2018, cuando abrió una nueva ventana al mundo gracias a este mono-joya con clara esencia deportiva. El modelo Nevada, en color gris perla, cuajado de pequeñas piezas bordadas, cuellos camiseros holgados, bolsillos laterales y un fruncido a la altura de la cintura que no deja lugar a dudas: el chándal había llegado para quedarse.
Tanto es así que las celebrities más atrevidas ya han sucumbido a la tendencia. Cardie B reveló hace pocos meses que había elegido esta prenda para contraer matrimonio con Kiari Kendrell, también conocido como Offset. La rapera estadounidense compartió una imagen a través de las redes sociales luciendo un ajustado mono con tejido de chándal y rayas doradas laterales. Una imagen que se convirtió en viral y que superó la cifra de los dos millones de likes.
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