Nuevas formas de cumplir la tradición: cómo incorporar el color azul en tu vestido

Las tendencias se adaptan a las costumbres y se añaden de forma inesperada al look nupcial

por María Calvo

"Algo nuevo, algo viejo, algo prestado y algo azul". Más que una frase, es el mantra que, según la tradición más arraigada, debe cumplir toda novia al caminar hacia el altar. Llevar algo nuevo simboliza la suerte y el éxito en el futuro matrimonio. Por el contrario, incorporar "algo viejo" al look representa la conexión, el vínculo con las tradiciones y la unión familiar. También se debe llevar algo prestado de alguien que disfrute de un matrimonio feliz para atraer del mismo modo la felicidad a la pareja. Y, ¿qué ocurre con ese "algo azul"? Las tendencias nupciales cambian a un ritmo vertiginoso, pero aún son muchas las novias a las que les gusta seguir esta tradición para su gran día. Sin embargo, en este último punto, son muchas las opciones entre las que poder elegir.

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Incorporar el color azul al look nupcial simboliza la lealtad y la fidelidad a la pareja. Para conocer su origen, hemos de viajar hasta Israel, donde este color representa amor, pureza y fidelidad. Dejando aparte la obsoleta tradición de llevar una liga con un lazo de satén azul debajo del vestido, hoy son muchas las novias que innovan en este concepto, incorporando el color en los zapatos, joyas o los tocados. Helena Mareque es un experta en la materia y consigue mimetizarlo de forma natural en la neutralidad del blanco nupcial a base de sutiles bordados con motivos florales que dan lugar a una de esas espaldas de las que es difícil apartar la mirada.

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También se puede conseguir el mismo efecto en forma de lazo. Este detalle, que ha triunfado durante el 2018 en color negro, se tiñe de la gama de azules para dar lugar a creaciones tan impactantes como la de la imagen, que también es obra de Helena Mareque. Estos lazos, que suelen ser de terciopelo, se pueden llevar sujetando el ramo de novia o bien como detalle principal del vestido. En este caso, rematan unas mangas acampanadas de reminiscencias renacentistas que potencian aún más el contraste con el blanco. Y es que, introducir el color en los vestidos de novia es cada vez más frecuente, tanto que una de las tendencias al alza para el año que acabamos de comenzar el llevarlo en total look, tal y como propuso Reem Acra en su nueva colección presentada dentro del marco de la New York Bridal Fashion Week.

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Lucía Luca fue una novia que quiso incluir este tono en sus zapatos y en su tocado, salpicándolo con flores de porcelana. Aún así, el vestido seguía teniendo relevancia por sí mismo gracias a unos originales botones dispuestos en la parte delantera del diseño. De este modo, logró un look muy diferente obra, de nuevo, del atelier de Helena Mareque. Otros diseñadores buscan cumplir con la tradición de una forma sencilla. Stella McCartney, por ejemplo, ha incorporado este color en las etiquetas de los diseños de su primera colección bridal.

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Y hay quien apuesta por el más difícil todavía y lo incluye entre sus básicos de belleza. En la boda de la estilista Trine Kjær queda claro que, en cuestion de estilo, las irreverentes nórdicas siempre dan un paso más, y no solo en street style. Para celebrar su enlace con el Dj Nicholas Kawamura, la danesa optó por dos cambios de look. Sin embargo, tan solo un detalle permaneció inalterable durante toda la velada y se posicionó como una alternativa apetecible para cumplir con la tradición de llevar 'algo azul' en el día de la boda. Por eso, quiso poner la nota de color en su manicura, eligiendo un tono pastel de Essie. Es una buena forma de renovar un clasico que encajaba perfectamente con su personalidad y con los dos looks nupciales que lució en el día más importante de su vida