Echando la vista atrás al año 1978, nos encontramos con una jovencísima Carolina de Mónaco dispuesta a caminar hacia el altar por primera vez con tan solo 21 años. La Princesa inauguraba aquel verano del Principado sellando su amor con Philippe Junot en los Jardines del Palacio de Montecarlo, tras una breve ceremonia religiosa. Así, el estilo monegasco dejó una huella imborrable para la historia gracias al dos piezas nupcial más famoso de todos los tiempos, con permiso de Marta Ortega. Con una falda y una blusa, firmadas por Christian Dior, la hija mayor de Grace Kelly huyó de los estilismos ostentosos, hasta tal punto que prescindió de cola. En su lugar, adornó su peinado con un original tocado que perfectamente se podría adecuar a una boda actual, tal y como hemos visto en diferentes propuestas de varios diseñadores españoles.
Ante la atenta mirada de casi un centenar de personas que presenciaron la celebración, la princesa monegasca lució un cuerpo transparente de tul, con cuello a caja y mangas acampanadas, festoneadas y salpicadas con bordados de flores, a juego con la falda. También prescindió de las joyas llamativas, apenas un discreto collar, y consiguió potenciar el estilo bohemio de su look gracias a un tocado lateral de flores blancas del que prendía un sencillo velo de tul. Una solución fiel a las directrices de estilo de los años setenta que, sin embargo, resulta igualmente actual e inspiradora.
Tan actual resulta que firmas como Bufunna Hats, una sombrerería sevillana capitaneada por Patricia Buffuna y Antonio Bosch, fueron capaces de reproducirlo a medida para hacer realidad realidad el sueño de esta novia hace poco más de un año. Ana buscaba un tocado original para el día de su boda, aunque no sabía cómo materializarlo. Entonces, su madre le enseñó la famosa foto de Carolina de Mónaco, convencida de que era lo que realmente necesitaba. Aunque reacia al principio, Ana fue viendo cómo iba encajando sin pretenderlo con su delicado vestido de Carmen Maza, dándole esa esencia diferente y alejada de clasicismos que desde un primer momento pretendía conseguir.
La diseñadora María Baraza también ha hecho un guiño a la década de los 70 en su última colección, denominada Faith. Los tocados de espíritu retro acompañan a vestidos livianos, repletos de encajes, volantes y románticos tejidos de plumeti. En este caso, el diseño es obra de Tocados Canbella y se trata de una diadema invertida con motivos florales. Aunque no forma los mismos dibujos circulares en los laterales, sí que produce el efecto deseado, transportándonos irremediablemente y a través un gesto tan sencillo a una de las épocas más inspiradoras y con más libertad creativa de la historia.