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El 29 de abril de 2011, el peluquero James Pryce realizó su encargo más importante: peinar a la duquesa de Cambridge el día de su boda, un reto que convertiría su nombre en uno de los más importantes en materia de estilismo mundial. En su llegada a la Abadía de Westminster, Catherine Middleton desveló su secreto mejor guardado gracias a aquel romántico diseño de Sarah Burton para Alexander McQueen. Sin embargo, este diseño de satén y encaje no habría pasado a la historia sin su mejor complemento: esa melena semirecogida y ondulada, tan característica de la esposa del príncipe Guillermo. Siete años después de aquel histórico enlace, este peinado vuelve a ser objeto de debate, ¿por qué?
Meghan Markle no ha sido la única en saltarse el protocolo más estricto de la Casa Real británica. Por decisión propia y al contrario de lo que dicta la tradición, quiso llegar sola al altar en el día de su boda con el príncipe Harry. Anteriormente, y según ha revelado la periodista Ashley Pearson en el documental "William and Kate: The Journey", la duquesa de Cambridge también habría hecho caso omiso a las voces de la Casa Real que le presionaban para que llevara el cabello recogido en el día de su boda. Sin embargo, la mujer de Guillermo de Inglaterra ignoró estas opiniones y optó por llevar su idea inicial hasta el altar. abriendo un nuevo capítulo en la regia tradición británica, catalogada, en ocasiones, como reacia a adaptarse a los nuevos tiempos.
Sin embargo, pequeños gestos como estos son los que se han convertido en el ejemplo de aire fresco que inunda desde hace unos años la casa de Isabel II. De este modo, y siguiendo su firme personalidad, la duquesa de Cambridge consiguió uno de los looks nupciales más icónicos de la historia reciente gracias a un peinado que el propio estilista ha querido revelar recientemente. Así, pone al alcance de todas las claves de estilo para conseguir el pelo perfecto y lleno de volumen que la Duquesa lució en su boda.
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