Mucho se había especulado sobre quién sería el diseñador encargado de confeccionar el vestido nupcial de Marta Ortega. Un trabajo que, finalmente, recayó sobre Pierpaolo Piccioli, director creativo de Valentino, artífice del look con el que la empresaria dio el 'sí, quiero' a Carlos Torreta. El resultado fue un diseño que escapaba de las líneas más tradicionales -tanto en el color como en los cortes- al optar por una camisa de gasa y falda plisada en una tonalidad tan romántica como el rosa claro. Un tono que, aunque se aproximaba al blanco, transmitía frescura y mucha personalidad. A lo que no quiso renunciar la hija de Amancio Ortega fue a uno de los accesorios con más historia y tradición dentro del mundo de las novias: el velo. El suyo, lleno de sencillez y elegancia, creado por el mismo diseñador, contrastaba con el vestido, aportándole un aire tan sofisticado como clásico.
Pierpaolo Piccioli planteó un accesorio minimalista y delicado. Un velo que caía con suavidad a lo largo del cuerpo de Marta y se extendía varios centímetros por el suelo. Gracias al tejido en el que estaba confeccionado, tul -el material más recurrente para este tipo de diseños-, resultaba tan ligero como el resto del estilismo, creando de ese modo un todo unitario que llamó la atención de la mayoría y fue muy comentado en redes sociales.
Muy llamativas fueron también las pequeñas flores que reposaban sobre el peinado de la novia y aportaban un aire de modernidad al velo. Decía el diseñador que a través de este trabajo había querido transmitir "un imaginario con un inusual sentido de romanticismo, lleno de ligereza, frescura e intención para ilustrar su fuerte personalidad". Una creación que no solo fuera moda, sino también magia, la que llena un momento tan íntimo.
Pero el velo y el delicado tocado de flores con el que adornó su melena midi no fueron los únicos complementos con los que la empresaria completó su look nupcial. Los zapatos de satén, de corte escotado y de color rosa, que apenas pudieron apreciarse, una alianza llena de clasicismo y un original ramo inspirado en los colores de la naturaleza gallega, creación del francés Thierry Boutemy, ayudaron a seguir infundiendo ese halo romántico.
Sin embargo, la personalidad de la hija de Amancio Ortega, también se dejó entrever en detalles que para muchos pasaron desapercibidos, como los pendientes que eligió, con los que puso su particular toque de modernidad. Lejos de optar por un diseño más tradicional, por los que suelen escoger las novias en el día B, Marta prefirió unos sencillos pendientes de brillantes rosas y un aro minimalista, con un brillante, con el que adornaba uno de los piercings que tiene en la parte superior de la oreja.