Además de su vestido, el ramo de flores de una novia es uno de los detalles que más expectación previa genera antes de una boda. Marta Ortega no ha querido prescindir de este ornamento en su enlace matrimonial con Carlos Torretta, pero no ha elegido un diseño al azar. Su elección tiene un significado muy concreto, pues se trata de un trabajo simbólico que refleja al cien por cien su personalidad. Realizado en exclusiva para ella por el florista francés Thierry Boutemy, se trata de un trabajo vegetal más que floral, siguiendo una de las tendencias nupciales del momento para aquellas mujeres que no quieren flores.
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Una originalidad que va en sintonía con el estilo de su vestido de "inusual sentido de romanticismo, lleno de ligereza, frescura e intención para ilustrar su fuerte personalidad", tal y como recogía el diseñador de Valentino, Pierpaolo Piccioli. Se trata también de una creación discreta, que acompaña a la forma de vestir sin ostentaciones que caracteriza a Marta Ortega. Por último, se recoge en este simbólico ramo, una elección de materiales que se inspiran en la naturaleza gallega, un homenaje a la tierra en la que nació la novia y dónde se celebra esta boda.
Visualmente, se trata de un ramo alargado que por su tamaño sí logra captar la atención visual. El color de la pieza en tonos oscuros contrasta con la suavidad del rosa pastel que tiñe su vestido de Valentino.