Diseños minimalistas o de aire barroco, blancos o a todo color, con velo o sin él. Los opuestos conviven en el universo nupcial y se convierten en el eje central de las colecciones de buena parte de los diseñadores. Algo que hemos visto en la New York Bridal Fashion Week y que, seguro, seguiremos observando en los próximos meses. Pero también hay espacio para los detalles. Esos que marcan la diferencia y convierten cada vestido en un diseño único. Los lazos negros se han convertido en la tendencia sorpresa de las novias del próximo año. Un adorno que, aunque en blanco o tonos pastel, Wes Gordon, director creativo de Carolina Herrera, ha reinventado en sus propuestas de la colección Fall 2019 llevándolos hasta el extremo.
Los vestidos de Gordon nacen de sus últimas vacaciones en Portugal, de la belleza de los edificios, los paisajes o los jardines. Pero, sobre todo, de la fusión de ideas y culturas, donde se combina el estilo francés y el italiano, que encontró allí. Así surge una colección de vestidos a medio camino entre lo moderno y lo clásico, lo natural y lo artificial, en la que los tejidos ricos y los grandes volúmenes conviven con prendas de corte y efecto mucho más sencillo. Pero si hay un punto de unión entre buena parte de las piezas son los lazos que, en tamaño XL, se cuelan en la cintura, el escote o la espalda.
No es la primera vez que la firma introduce este elemento en sus colecciones -de hecho, se ha convertido en una de sus características, como las camisas blancas-, tampoco en el terreno nupcial. Si en las propuestas de primavera los lazos, de menor tamaño, se coloreaban de amarillo o violeta, ahora vuelven al blanco más puro o, en todo caso, a un azul empolvado. Para poner más fácil a las novias aquello de algo nuevo, algo viejo, algo prestado y… algo en ese tono.