La forma nórdica de llevar 'algo azul' sin romper la tradición
La estilista Trine Kjær ha cumplido con lacostumbre nupcial incorporando este color en su manicura
En los últimos meses hemos visto a novias con bolsos, novias con los zapatos de perlas que te harán abandonar los tacones y novias con chaquetas inesperadas. Sin embargo, nunca habíamos visto a ninguna llevando todo a la vez. En la boda de la estilista Trine Kjær queda claro que, en cuestion de estilo, las irreverentes nórdicas siempre dan un paso más, y no solo en street style. Para celebrar su enlace con el Dj Nicholas Kawamura, la danesa optó por dos cambios de look. Sin embargo, tan solo un detalle permaneció inalterable durante toda la velada y se posicionó como una alternativa apetecible para cumplir con la tradición de llevar 'algo azul' en el día de la boda.
A menudo, este color se suele incluir en la lencería, en las joyas o en pequeños lazos escondidos debajo del vestido. Sin embargo, Tine Kjær ha querido poner la nota de color en su manicura, eligiendo un tono pastel de Essie. Es una buena forma de renovar un clásico que encaja perfectamente con su personalidad y con los dos looks nupciales que lució en el día más importante de su vida.
El vestido con el que llegó al altar estaba firmado por Stine Goya, una marca con sede en Copenhague conocida por sus divertidos vestidos y sus coloridos estampados. Sin embargo, para la ocasión crearon un diseño romántico cuajado de pequeños cristales y aplicaciones que se repetían sistemáticamente a lo largo de todo el vestido. Tenía unas delicadas mangas de tul semitransparente, un escote cruzado en forma de 'v' y, en ocasiones, lo acompañaba con una chaqueta corta tipo parka de color rosa.
Lo completó con un sencillo velo prendido de su melena suelta, un original ramo de orquídeas moradas y unos peep toe de perlas firmados por Jimmy Choo. Tienen 10 centímetros de tacón, son el modelo Sacora 100 y su precio asciende a 1.495 euros. Sin embargo, existe una versión más cómoda que utilizó más tarde para la fiesta posterior a la ceremonia. Allí, tuvo lugar el segundo cambio de look, protagonizado por un vestido en satén de seda estilo años 70. Es el modelo Hermine de Deitas, tiene un precio de 830 euros y está disponible en la plataforma multimarca Net-à-Porter.
Estos mules bautizados como Samantha 35, tienen cierta estética vintage y prometen desbancar en las bodas a diseños tan icónicos como las sandalias Lang, todo un clásico de la casa. Tienen un pronunciado escote en el empeine y están confeccionados en satén blanco salpicado de pequeñas perlas. Están disponibles en la tienda online oficial de la firma por un precio de 1.395 euros. Como decíamos, el bolso es un accesorio cada día más consolidado entre las novias más atrevidas y la estilista escogió el modelo más icónico de Shrimps, que está cuajado de perlas y ha conquistado el stree style durante las últimas temporadas.