Manga asimétrica y velo del siglo XIX: así fue el vestido de novia de la 'influencer' Silvia de Benito
La experta en moda y 'lifestyle' elige un romántico y (exclusivo) estilismo para darle el 'sí, quiero' a José Núñez
La influencer Silvia de Benito y el empresario y cofundador de la marca de gafas Carrighan, José Núñez contrajeron matrimonio a finales de julio, en la iglesia de Santa Bárbara de Madrid, en una bonita ceremonia cargada de románticos y emotivos momentos. “Nos casamos en la misma iglesia donde lo hicieron mis abuelos. Es el lugar que había imaginado desde pequeña por su preciosa escalinata” confiesa ésta, en exclusiva a HOLA.com; una boda mágica a la que también acudió Paolo, el hijo de casi 3 años de la pareja, y donde los más de 200 invitados vieron brillar a la novia gracias a los dos vestidos con los que sorprendió a su futuro marido.
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Tal y como había soñado desde niña, este verano Silvia de Benito subió vestida de novia la escalinata de la iglesia de Santa Bárbara en Madrid, un templo religioso fundado como monasterio en honor a San Francisco de Sales en 1748 por la reina Bárbara de Braganza. Para este día tan especial, la influencer eligió un vestido diseñado por Valenzuela Atelier discreto y sofisticado, con silueta recta, larga cola, escote redondo y mangas asimétricas, en las que destacaban unas hombreras con relieve floral.
“Desde el principio fui con la idea muy clara y aunque hubo modificaciones, era el vestido que había imaginado desde el principio. El detalle de una sola manga fue justo lo que me hizo sentir tan cómoda, tan yo”, explica la novia. Un diseño romántico acorde con su ramo de flores de Piccole & Coccole.
De igual modo, la novia eligió para acudir al altar una edición especial de Christian Louboutin y un velo único que se convirtió en el mejor complemento para adornar su pelo: una pieza de 1840 hecha de encaje de Honiton a finales del siglo XIX -el mismo que llevó la reina Victoria de Inglaterra en su traje nupcial- de Antigüedades Me Encanta.
Tras el enlace, la pareja y sus invitados se trasladaron a la Sierra de Guadarrama para celebrar allí la segunda parte de la boda. ¿El lugar elegido? El Tomillar, una preciosa finca con más de 150 hectáreas, donde el catering Cortés de Moraga se encargó del menú. “Todo el salón de la cena olía a manzana fresca, gracias al ambientador de Cristalinas, ya que en cada mesa había colocado uno grande. Como obsequio para los invitados, se les dio el mismo pero en tamaño mini, ya que así es como huele nuestra casa y queríamos que cada vez que lo olieran, les recordara a nosotros”, comenta la novia, quien contó para la organización de su boda con el equipo de LyT, expertos wedding planners, con sede en Madrid.
Para este día tan especial y como ya es costumbre en muchas novias, Silvia de Benito quiso lucir durante el baile un nuevo vestido. Para su segundo look, apostó por un diseño de Cordon de Seda, de tirantes, escote en 'V', botones en el pecho y falda de vuelo; un modelo que completó con un tocado de Masario, una de las firmas favoritas de las influencers a la hora de elegir accesorios para acudir a una boda.
“José y yo nos conocimos hace 5 años en Marbella, ya que él jugaba allí y yo estaba de vacaciones. Aunque ya nos conocíamos de vista, el destino quiso juntarnos allí”, recuerda la novia desde su luna de miel. ¿El lugar elegido para descansar estos días? Una romántica combinación: Japón y las islas Maldivas, dos destinos que les permitirán reponer fuerzas antes de volver a casa.