El reportaje de boda es un tesoro familiar que todas las novias ansían recibir a la vuelta del viaje novios. Una inversión de futuro con la que deleitarte y recordar no solo un día tan especial, sino a todos los familiares y amigos con los que lo compartiste. También todos esos detalles que lo hicieron único, así como las emociones que experimentaste ese día. ¡Estas son las fotos que no pueden faltar en tu reportaje de boda!
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
49€ al año
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Ya lo decían en la película Cuando Harry encontró a Sally: "Cuando te das cuenta que quieres pasar el resto de tu vida con una persona, quieres que el resto de tu vida empiece lo antes posible". Efectivamente, cuando el día B comienza con la peluquería y el maquillaje, los nervios y la ilusión son tan palpables que merece la pena fotografiarlos.
A veces pasan desapercibidos por novias y fotógrafos, pero después de meses y meses escogiendo con mimo uno a uno los complementos para lucir un look de novia perfecto y personal, nada menos que cederles al menos una fotografía en la que ellos, solo ellos, sean los auténticos protagonistas. Los zapatos de novia, el anillo de compromiso, el perfume...
Todas las miradas estarán puestas en ella mientras recorre el camino hacia al altar y mientras se desvela, poco a poco, el secreto mejor guardado. Sin embargo, una de las fotografías con más encanto en todo álbum de boda que se precie, es aquella en la que se retrata la mirada de él impaciente e inquieto viéndola a ella acercarse.
Con las alianzas de boda recién estrenadas, pocos se resisten a liberar la adrenalina en sus primeros pasos como marido y mujer. Bajo una lluvia de arroz o a través de un pasillo singular, la felicidad no se puede fingir ni ocultar.
No puede faltar una imagen de los dos solos, esa que al mirarla desprenda sin artificios ni poses imposibles un resumen del gran día. Una fotografía de calidad que refleje la personalidad de los novios con un punto artístico y 100% profesional, sin filtros.
Quizás más para la intimidad de los novios, no puede faltar en el reportaje de boda una fotografía que hable sin palabras. Una imagen que describa, de la manera más fiel posible, la complicidad de la pareja y la promesa de amor que comparten, prometen y celebran.
La vida sabe mejor si se comparte, y eso es trasladable al día de tu boda. Foto con los testigos y las mejores amigas de la novia luciendo su mejor estilismo. No hay duda que, sin ellos, el día B no sería lo mismo.
Para terminar, antes de que empiece la fiesta y se censuren las siguientes fotos a altas horas de la madrugada, no se puede cerrar el reportaje sin una fotografía del primer baile. Bien de los recién casados, quienes abrirán el baile, o de la novia con su padre. Todas ellas son preciosas y, por tanto, ¡fundamentales!