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Solo han pasado unas horas desde que el cantante David Bisbal y Rosanna Zanetti se dieran el “sí quiero” por sorpresa y los habitantes de una pequeña localidad de la provincia de Segovia, escenario de esta boda de ensueño, toman conciencia de que fue uno de los artistas españoles más internacionales el que celebró su enlace a pocos kilómetros de sus casas. Los vecinos no se pueden creer que esta misteriosa boda, totalmente hermética dada la discreción con la que se guardaron los preparativos, fuera la de Bisbal.
A apenas una hora y media de Madrid, en un paraje natural bucólico y que parece sacado de una postal, alejados de las cámaras, David y Rosanna escribieron el final feliz de su historia de amor. Testigos de esta boda fueron sus familiares más cercanos, apenas un grupo de unas veinte o treinta personas, muchos de ellos niños, que brindaron por la felicidad de los novios. Por supuesto, la niña de los ojos de David, su hija Ella, estuvo presente.
En el mismo recinto se celebró un almuerzo familiar, previo a la ceremonia religiosa para la que Rosanna se preparó con mimo durante la tarde. La novia estaba radiante en un día que ya no olvidará y en el que vistió un traje de Pronovias, de escote corazón y corte sirena. El deseo que había pedido, un diseño clásico y poco recargado como contó ella misma en las páginas de la revista ¡HOLA!, se cumplía. Sobre las 20.00 horas y con una banda sonora de película, en la que los violines cobraban protagonismo, la pareja declaró su amor en el altar.
David Bisbal y Rosanna Zanetti se casan por sorpresa
Dos vestidos en uno, la elección nupcial de Rosanna Zanetti
La gran fiesta llegaba ya al caer la luz y, como no podía ser menos, no faltó un escenario y buena música flamenca, cuyos ecos resonaban en los alrededores, sorprendiendo a quienes se preguntaban quién se había dado el "sí quiero" este lunes. El misterio está resuelto.
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