A las seis de la tarde del sábado 21 de abril, y precedida por un simpático alboroto —la mayoría de los invitados eran jóvenes, entusiastas y amigos muy queridos de los novios—, hizo su entrada la duquesa de Suárez, Alejandra, del brazo de su padre, Fernando Romero, en la capilla del Club Puerta de Hierro de Madrid, donde ya la esperaba Pedro Armas, con su chaqué clásico y su chaleco beis. Alejandra estaba radiante, con un elegantísimo vestido de manga larga ajustado a la cintura, diseñado por Jorge Acuña.
LA REVISTA DE ESTA SEMANA ESTÁ A LA VENTA YA EN TU QUIOSCO
Pedro Armas, junto a su madre y madrina, Susana García Santa Cecilia, que vestía también de Jorge Acuña, un vestido de color gris marengo, con mantilla, la recibió en el altar, con la seguridad de quien sabe que ha encontrado al gran amor de su vida. Lo sabe desde niño, ya que Alejandra y Pedro se vieron por primera vez en los pasillos de Secundaria, en el colegio Nuestra Señora del Recuerdo, de Madrid, y el flechazo (en el caso de Pedro) fue instantáneo. Luego la vida los llevó por caminos diferentes, pero él nunca perdió la esperanza de conquistar a la "compañera" de clase que le había robado el corazón. Hace un año y medio, por fin comprendieron que estaban hechos el uno para el otro.
SI QUIERES LEER EL REPORTAJE COMPLETO, CONSIGUE LA REVISTA A PARTIR DEL MIÉRCOLES EN EL QUIOSCO O DESCÁRGATELA AQUÍ A PARTIR DEL VIERNES
Los recién casados y sus amigos compartieron algunas fotografías en sus redes sociales, que son las que aparecen en la revista ¡HOLA! de esta semana. Las únicas que han trascendido, dada la total discreción de Alejandra y su familia, que prefieren no aparecer en los medios.