El desfile de Pronovias es siempre uno de los más esperados de la Barcelona Bridal Week y no solo por los diseños que cada año sorprenden sobre la pasarela, sino por las modelos que caminan con ellos. Si Irina Shayk, musa del director creativo de la firma Hervé Moreau, fue la invitada de honor en el fitting del pasado domingo, Blanca Romero y Lucía Rivera han sido las encargadas de mostrar algunos de los diseños de la colección Atelier Pronovias 2019. Madre e hija han camino luciendo dos naked dress muy similares, ambos elaborados con encaje francés y escote corazón.
Esta tendencia, que trata de insinuar el cuerpo de la novia bajo un juego de encajes y transparencias, se ha convertido en una de las preferidas de los diseñadores porque, como nos explicaba Hervé en una entrevista, “se trata de un espectáculo visual que muestra el exquisito trabajo de posicionamiento y placement del encaje”. Tal vez por eso este tipo de diseños han estado muy presentes en la nueva colección y han adornado también los cuerpos de Grace Guozhi o Romee Strijd.
Blanca y Lucía, que han desfilado juntas por primera vez, se mostraban nerviosas horas antes del desfile. Sin embargo, con las pruebas y los ensayos, esas pequeñas inseguridades se han ido diluyendo. “Hace años que no desfilo y pensaba que iba a estar algo incómoda, pero lo he disfrutado y ha sido muy natural”, explicaba Blanca. Pero no solo es la primera vez que caminan juntas por una pasarela, también la primera que lucía se viste de novia. Una sensación que, según ha explicado, le ha encantado. “Me imagino casándome dentro de muchos años, con un vestido de Pronovias y diseñador por Hervé. Me he sentido estupenda y haber desfilado hoy aquí es un sueño hecho realidad”.
La colección más ecléctica de Hervé Moreau
Bajo el nombre In Bloom e inspirada en los jardines que protagonizaron buena parte de la obra de Monet, el director creativo de Pronovias ha imaginado una colección llena de vida. Igual que las flores se abren con la llegada de la primavera, sus vestidos exploran los maxi volúmenes y las siluetas de corte princesa. Propuestas que conviven con otras en las que la sencillez y el minimalismo ganan espacio. Una colección llena de diversidad que, como el mismo explica cuenta con “propuestas para novias que se quieran casar tanto en la playa como en un jardín o en una iglesia”.
Por eso hay escotes pronunciados y espaldas al aire que conviven con sugerentes transparencias en las que el efecto tattoo se renueva salpicado de figuras geométricas o motivos vegetales. Aunque la sencillez también es protagonista, los cuerpos tienden a sofisticarse mientras se llenan de abalorios y pedrería. Detalles con los que la firma busca realzar la belleza natural de la mujer. Pero lo que todos tienen en común, además de una confección artesana, son los tejidos nobles que componen los diseños y entre los que destacan las gasas o los tules de seda, los crepés brocados o los tules bordados. Sin olvidar nunca el encaje francés, una de las señas de identidad de la casa.