A un paso del altar, la ilusión y los nervios están más presentes que nunca. Nada puede fallar el esperado día del ‘sí quiero’: el vestido, el maquillaje, la decoración, el ‘seating plan’… Pero tan importante como el día del enlace, es la esperada luna de miel. Ese viaje con el que los recién casados comienzan a recorrer un camino juntos.
Elegir destino no es tarea fácil: la luna de miel debe ser de ensueño. Así que si todavía no tienes claro a dónde ir, aquí te dejamos una serie de lugares donde podrás disfrutar de una ‘hooneymoon’ espectacular.
Playas tropicales y arqueología en la Riviera Maya (México)
Ubicada en la Península del Yucatán, la Riviera Maya ofrece una región repleta de playas paradisíacas -en sus fondos marinos se encuentra el arrecife coral más grande del mundo- y vestigios mayas: de visita obligada son la ciudad prehispánica de Chichén-Itzá -declarada Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO EN 1988-, la ciudad amurallada de Tulum o las ruinas del poblado pre-colombino de Xaman há.
Es a orillas del Mar Caribe donde se localiza el TRS Yucatán Hotel. Este lujoso alojamiento dispone de unas modernas instalaciones, tres piscinas, un beach club de estilo ibicenco y una serie de restaurantes que lograrán que tanto tú, como tu pareja, os olvidéis por completo del mundo.
Punta Cana, el Caribe dominicano
En cuanto a playas tropicales se refiere, Punta Cana no tiene nada que envidiar a la Riviera Maya. Sus aguas cristalinas, sus palmeras llenas de cocos, su variada fauna marina y sus arrecifes de coral llenan de color esta localidad dominicana, conocida por la alegría y el positivismo que transmiten sus habitantes -que viven al son de la música-. Un lugar que también puede presumir de ser uno de los eternos favoritos para vivir la ‘honeymoon’.
El TRS Turquesa Hotel, rodeado por frondosos jardines, es una excelente opción para aquellos que sueñen con la combinación infalible: ‘sol y playa’ –puesto que el mar se encuentra a sólo un paso -. Beach club, dos piscinas, cinco bares y restaurantes -uno con show cooking y otro cuya carta está especializada en cocina francesa, entre otros- son sólo algunos de los servicios que harán que os penséis, dos veces, si de verdad queréis salir del hotel.
Un paraíso desconocido en la Polinesia neozelandesa: las Islas Cook
Estas quince islas dispersas de la Polinesia neozelandesa, en el Océano Pacífico, encierran escenarios ‘de película’. Playas y selvas tropicales, lagunas de aguas turquesas –como la de Muri o Black Rock-, rocas volcánicas, cuevas en cuyo interior se esconden rocas con inusuales formas debido a la erosión del agua –como la de Anatakitaki-… Un exótico destino, ideal para aquellos que busquen relajarse –el Pacific Resort Aitutaki ofrece diferentes tratamientos terapéuticos y de belleza-.
Sin embargo, también es una buena opción para aquellos que tengan un espíritu más aventurero, ya que pueden animarse a descubrir las islas a través de una ruta de senderismo; recorrer sus sinuosos caminos en 'mountain bike', caballo o 'quad'; acampar en plena naturaleza en el camping Ikurangi Eco Resort –el primer alojamiento ecológico que tiene una tienda de campaña exclusiva para los ‘honeymooners’-; o conocer los peces tropicales, tortugas marinas y corales que se encuentran bajo sus aguas.
Además, Turama Pacific Travel Group acaba de lanzar unos tours con guía en castellano, que desentrañan a los visitantes los secretos de la isla de Rarotonga. Ya no hay excusa para no descubrir este recóndito paraíso.
Perú, el corazón del Imperio inca
Desde que su capital, Lima, acogió una de las bodas del año -la de los príncipes de Hannover, Alessandra de Osma y Christian de Hannover-, el país sudamericano resuena con fuerza como escenario nupcial y, cómo no, de luna de miel. A su amplia oferta gastronómica -el cebiche, la causa limeña y los anticuchos son algunos de sus platos estrella-, se suman parajes de naturaleza salvaje e innumerables ruinas que os trasladarán hasta el antiguo Imperio Inca. De hecho, en el lago más alto y navegable del mundo, el Titicaca -de donde, según cuenta la leyenda, emergieron los primeros incas-, se localiza el Hotel Titicaca.
¿Te imaginas poder dormir con unas espectaculares vistas a la ciudad sagrada de los incas, Machu Picchu? Pues esto es lo que te ofrecen el Machu Picchu Sanctuary Lodge y el Inkaterra Machu Picchu Pueblo Hotel, una villa andina de adobe, piedra y estuco.
A bordo de alguno de los cruceros de Rivers & Forest Expeditions, Jungle Experiences, Aria Amazon River Cruises o Delfin Amazon Cruises, podrás navegar por el nacimiento del río Amazonas -el más caudaloso del mundo-, con todas las prestaciones que se pueden encontrar en cualquier hotel.
No apto para aquellos que tengan vértigo, se alza, a nada menos que 3.000 metros de altura, el Hotel Monasterio de Cusco. Edificado hace 450 años, sus dependencias todavía conservan el estilo de la época virreinal y sirvió, en origen, como claustro de monjes.
Pero si se busca un refugio en plena naturaleza, entonces debes pensar en el Doubletree Paracas. Icono del lujo sostenible, este hotel, en armonía con el paisaje, mira a los acantilados, playas e islas de esta región costera de Perú.
Jordania y la magia del desierto
Egipcios, asirios, babilonios, griegos, nabateos, turcos… Este país de Oriente Medio ha acogido a un sinfín de civilizaciones antiguas, que han dejado su huella en esta milenaria región.
Un paseo en globo por el desierto de Wadi Rum, una noche bajo la luz de las estrellas o una magnífica puesta de sol en el Valle de la Luna, una excursión a Jerash -la ciudad grecorromana mejor conservada de Oriente Medio-, un baño en el mar Muerto… Y para los más románticos: ‘Petra by night’. Un recorrido, bajo la luz de 1.800 velas y al ritmo de la música de los beduinos, por la ciudad de Petra, la capital perdida del antiguo reino nabateo -no fue descubierta por los occidentales hasta principios del siglo XIX- y una de las grandes maravillas del mundo.
Si te atraen los destinos exóticos, los desiertos del Reino hachemita de Jordania te fascinarán.
Madrid y su cielo 'de película'
El Palacio Real, San Lorenzo de El Escorial, el Templo de Debod, el Museo Nacional del Prado, la calle de Gran Vía, la Puerta de Alcalá, el parque del Retiro, el Mercado de San Miguel... La capital madrileña destaca por su amplia oferta turística tanto cultural, como gastronómica y, por supuesto, hostelera.
Construido por los hermanos Julián y Joaquín Otamendi en 1947, el Hotel Emperador se ubica en el histórico edificio de Lope de Vega -en plena Gran Vía madrileña-. Desde su terraza, podréis ver los colores que deja el atardecer sobre el Palacio Real -el cielo de Madrid es conocido por su luminosidad-, mientras que en su beach club y restaurante podréis descubir su apuesta por la más exquisita cocina mediterránea.
Marbella, sabor Mediterráneo
Tras el estrés vivido con los preparativos de la boda, para muchos novios el plan perfecto es escaparse a cualquier lugar cerca del mar. Y qué mejor que las aguas del Mediterráneo que bañan la Costa del Sol para evadirse durante la luna de miel.
A cinco escasos kilómetros de distancia del casco histórico de Marbella, se encuentra el Marbella Club Hotel. Elegido como residencia privada por el Príncipe Alfonso von Hohenlohe, la filosofía de este hotel se resume en cuatro pilares básicos: nutrición, spa, ejercicio físico y bienestar.
Exclusivos tratamientos de spa, servicio de mayordomo, una sana y deliciosa carta basada en pescados y carnes a la parrilla… Aunque pueda parecer que este alojamiento sólo ofrece playas, su privilegiada localización –entre la montaña y el mar- convence a cualquiera que tema aburrirse de tumbarse en una hamaca y busque una perfecta luna de miel sin salir de nuestras fronteras.