Desde que Olivia Palermo eligió un jersey de cashmere para el día de su boda, lo de los convencionalismos frente al altar son cosa del pasado. No es necesario lucir un vestido de corte princesa, ni si quiera parece obligatorio que siga siendo blanco o que elijas, necesariamente, esta prenda -cada vez son más las que prefieren llevar pantalones-. Tal vez por eso lo de encontrar el calzado perfecto para el gran día, que solía ser sinónimo de unos zapatos con varios centímetros de tacón, ha ido evolucionando hasta convertir a la comodidad en una de las características que más valoran las novias y a las zapatillas en protagonistas de este día.
Eso sí, no vale un diseño cualquiera. Aunque Instagram nos ha dejado imágenes de novias con vestidos fluidos, escenarios campestres y zapatillas tipo converse, son cada vez más las firmas que se atreven a crear colecciones en exclusiva para este día. Eso es lo que han hecho Kate Spade y Keds al fusionarse para lanzar su primera colección nupcial de zapatillas. Los diseños, disponibles en la web de Keds y con precios que oscilan entre los 45 y los 100 euros aproximadamente, son de lo más variados. Hay modelos con cordones y salpicados de glitter plata o dorado; zapatillas tipo bamba decoradas con perlas y apliques de flores e incluso algunas que utilizan tejidos como el satén para hacer un guiño a las bodas más tradicionales.
Aunque una de las pioneras en esto del calzado nupcial cómodo fue Superga. Hace ya varias temporadas que la firma italiana de zapatillas crea opciones para novias, como la sonada colaboración PoiseXSupergaBridal, o los diseños blancos y minimalistas que introduce entre sus novedades. La californiana Toms también cuenta con una colección exclusiva para novias. Aunque quizá la propuesta más llamativa es la de Havaianas que se suma al sector nupcial con unas clásicas flip flop blancas personalizables y disponibles tanto para hombre como para mujer.