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La boda de Casilda Medina, sobrina de Naty Abascal, que se ha celebrado este sábado, 25 de noviembre, en Sevilla y ha contado con su primo Rafa Medina como padrino ha reunido a cerca de 400 invitados entre los que se encontraba lo más granado de la sociedad sevillana, que no ha querido la gran boda aristocrática del año.
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Pasadas las 13:00 horas Casilda hacía su entrada en la iglesia de San Esteban del brazo de su flamante padrino descubriendo así uno de los secretos mejor guardados del enlace: su vestido de novia. La ya mujer de Ignacio de Loyola Crespí de Valladaura de Gonzalo sorprendía con un diseño de Carmen Maza y Ana Rojas de manga larga, con escote en pico y unos apliques en la zona de los hombros. A la cintura llevó una sobrefalda de tul anudada.
La nieta de la desaparecida duquesa de Medinaceli e hija del fallecido Luis Medina y Fernández de Córdoba completaba su look nupcial con un velo, que iba prendido a una impresionante tiara, coronada con perlas. Esta pieza de joyería se ha diseñado para la ocasión y está montada a partir de joyas familiares. La novia también llevó un ramo de flores de lo más colorido y unos zapatos en color naranja.
Además de la novia, su tía, Naty Abascal, y Laura Vecino brillaron por sus estilismo. Naty hizo, una vez más, gala de su estilo con una falda estampada y chaqueta en las que predominaba el amarillo y que culminó con un tocado con redecilla y un bolso de mano verde. Laura, mujer del padrino, que estuvo muy pendiente de sus gemelos que formaron parte del cortejo nupcial, estaba muy elegante con un vestido de manga larga en color claro y un tocado en color negro de lo más original, a juego con sus zapatos y su cartera de mano.
Tras el enlace religioso los recién casados y sus invitados se han desplazado a la Casa de Pilatos, propiedad de la familia de la novia, un palacio del siglo XV donde agasajarán a sus seres queridos con el banqueta nupcial y la posterior fiesta para culminar con un broche de oro esta bonita historia de amor que comenzó hace tres años.